SI BREVE...
La selección
Existe un error, absoluto y dramático, a la hora de elegir a los líderes del PP, verdaderamente singulares y, así como suena, peligrosos para lo público, en su acepción más amplia. Ese error es el destino del PP, me temo
Guillem Martínez 21/02/2024
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1- La gran victoria del PP tendrá consecuencias. La primera es que Feijóo, un líder cuestionado en su partido, al punto de que ya tiene sustituto en el horizonte, ha ganado tiempo. En tanto que seres vivos, y como sabrá el lector –a quien deseo, con todas mis fuerzas, que sea un ser vivo–, el tiempo –un minuto, un día, un mes, un año– es el regalo y botín más fabuloso posible.
2- Pero la gran victoria del PP, y esto es también importante, tendrá unas consecuencias limitadas. Si bien las elecciones han significado un éxito, y el éxito es el mejor desodorante del mundo, un triunfo descomunal no esconde, por mucho tiempo, los errores cometidos por el PP. Si bien unos no han sido relevantes para ganar en Galicia, otros lo han sido, y mucho, para no ser gobierno en el Estado.
3- Los errores son importantes. Es más, los errores describen mejor que los aciertos el mundo imaginado por el errado. Lo que sigue a continuación es un pequeño inventario de errores del PP, un cúmulo de equivocaciones estructurales que dibujan, a su vez, las estructuras mentales de ese partido. Hay que tomar nota de los errores, pues los errores son el destino.
Los líderes del PP MAD, pintorescos, siempre recibidos en las plazas de toros con aplausos, son inexportables y, por ende, dan miedo al votante periférico
4- Empecemos por los errores ya acumulados, rancios incluso. Fue un error, visto lo visto, a) cargarse a Casado por un tema interno del PP MAD, que se soluciona tomando civilizadamente un café y, mientras el otro se lo toma, sacando de pronto un bate de béisbol. También lo fue b) sustituir al líder por un recambio que no provenía del PP MAD. Es decir, repetir el problema y, tal vez, su futuro desenlace. Lo que dibuja un error que viene de lejos, que explota cíclicamente, y que consiste en c) edificar un PP MAD rampante, furioso, líder de una idea de derecha, en contacto directo con USA y Sudamérica, pero que no puede liderar el PP, en tanto el PP MAD carece de encaje en España, y los líderes del PP MAD, pintorescos, siempre recibidos en las plazas de toros con aplausos, son inexportables y, por ende, dan miedo al votante periférico. El resultado de este fenómeno es d) un PP, víctima periódica del PP MAD, que, no obstante, no puede rematar la jugada coronando a uno de los suyos. Y, claro, la sucesión de breves líderes del PP cuyo principal problema, situado a su espalda, se llama PP MAD. FAES, el cerebro organizativo de las derechas españolas, es e) el autor de todo este organigrama absurdo, por lo que ya se puede hablar de FAES como el f) principal error de la derecha española. FAES impide a la derecha española, en fin, g) organizarse y hablar de sus cosas sin intermediarios. De FAES, es más, surge el principal marrón de esa derecha, consistente en h) haber separado a la exitosa derecha española en dos derechas, no necesariamente exitosas por separado. Ese error, que ha supuesto la consecución de varios gobiernos autónomos bipartitos, ha ocasionado también la i) pérdida del gobierno central tras las anteriores generales. Se dice rápido. Ese error, a su vez, está plagado de errores. No es así un error menor que j) Vox, la nueva extrema derecha, esa cosa que en Europa suele ser algo moderniqui, con lenguaje eléctrico, incluso libertario o, al menos, izquierdista, huela a cirio, a cuartel de los cuarenta, a una masculinidad agresiva/con disfunción eréctil, mientras que el PP –y más aún el PP MAD– sigue siendo el objeto más parecido a esa nueva derecha trumpista, divertida y psicópata.
Vox huele a cirio, a cuartel de los cuarenta, a una masculinidad agresiva/con disfunción eréctil
5- Los errores del punto 4, estructurales, graves, profundos, tal vez insolucionables, ¿dibujan el drama futuro y aplazado del PP? No necesariamente. Todos los partidos están edificados sobre un solar inestable, ilógico y, en ocasiones, deleznable. Por lo que todos los errores inventariados pueden suponer una estabilidad ordenada y duradera.
6- ¿El destino del PP habla a través de los errores recientes? Analicémoslos. Está, claro, a) la idea –inexplicable, dadá– de Feijóo de hablar con absoluta normalidad de conceptos como amnistía o indulto. Con ello, el PP pierde, o desautoriza llamativamente, su gran y único discurso político, que consiste, precisamente, en hablar del carácter tabú de una amnistía o un indulto, de pronto opciones palpables, baratas y asequibles, como un gin-tonic. Sí, en efecto, fue un error descabellado. Pero venía muy próximo a otros, como para darle entidad. Errores como b) proponer a la Comisión Europea que haga de relator en unas negociaciones –inauditas, sin precedente, sin ninguna inteligencia detrás– con el Gobierno, para renovar el CGPJ. Lo que supone un descrédito intelectual europeo y un golpe a la soberanía nacional, esa que el PP debería defender en modo skin. Por lo mismo, supone un/otro error inaudito c) que el Senado –un local tan PP que cualquier día, como pasó con el de Génova, lo venden– haya invitado a una delegación de la Comisión de Venecia –ojo, el órgano consultivo jurídico del Consejo de Europa– a una reciente turné, en la que diversos miembros de esa Comisión se entrevistaron con el CGPJ, el presidente del TC, expertos en Derecho, miembros del Gobierno y de la comisión de justicia del Congreso. Lo que supone, además, una sobreexposición de fenómenos locales y, tal vez, poco edificantes.
7- Los errores del punto 6, graves, profundos, que ilustran una inteligencia que se podría definir como inteligencia precaria, ¿dibujan el drama futuro y aplazado del PP? No necesariamente. Un gobierno –el PP no solo lo ha sido, sino que es una alternativa de gobierno– puede emitir estas y otras ocurrencias, sin que la sangre llegue al río con la rapidez que uno supondría. ¿En qué errores está el destino del PP, entonces? Todo apunta a que en el error del punto 8.
8- El pasado 15F, en la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso declaraba que no se practicaron ingresos hospitalarios de enfermos de covid en residencias porque “se iban a morir igual”. Y esto no es una frase. Es la posible especificación del delito de omisión del deber, que si llegara a juicio –no entiendo por qué ningún fiscal ha actuado de oficio; un momento; sí, lo entiendo; pero sigo sin entender que no plantee ninguna demanda ningún particular o asociación–, supondría un juicio en el TSJM. Con jurado. Lo que siempre es un engorro para estos posibles crímenes masivos. Las declaraciones, graves, tal vez delictivas, de Ayuso, suponen a) ausencia absoluta de asesoramiento. Esto es, el indicativo de que no hay nadie al volante. Pero también suponen b) una formación intelectual, c) un estado de ánimo, una suerte de d) mentalidad relajada que parece e) ignorar no solo las funciones del poder político, sino valores universales. En todos –todos– los partidos suele haber filtros, que disuaden la entrada, y la permanencia, de personas normales. Pero en el PP, así como en otras derechas británicas y europeas y peninsulares, ese filtro ha dejado de existir. No hay límite a la idea de irresponsabilidad, y la ética es, simplemente, algo líquido. Los errores, de bulto, impresionantes, de los puntos 4 y 6 solo son indicios de lo que el punto 8 plasma. Un error, absoluto y dramático, en la selección de los líderes del PP, verdaderamente singulares y, así como suena, peligrosos para lo público, en su acepción más amplia. Se trata de un drama únicamente compensado por la cultura judicial española. Ese error, esa selección humana, es el destino del PP, me temo.
1- La gran victoria del PP tendrá consecuencias. La primera es que Feijóo, un líder cuestionado en su partido, al punto de que ya tiene sustituto en el horizonte, ha ganado tiempo. En tanto que seres vivos, y como sabrá el lector –a quien deseo, con todas mis fuerzas, que sea un ser vivo–, el...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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