VIDEOARBITRAJE
¿Por qué la Premier League se plantea acabar con el VAR?
Entrenadores, clubes y aficionados creen que se hace un uso excesivo de esta herramienta y que está dañando la propia imagen de la competición
Ricardo Uribarri 27/05/2024
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Fue la competición de las grandes ligas de fútbol que tardó más en aprobar su uso y es la primera que va a votar su posible eliminación. Hablamos de la Premier League, el campeonato inglés, que no dio luz verde a la utilización del sistema de videoarbitraje (conocido como VAR) en el torneo hasta la temporada 19-20, dos años más tarde, por ejemplo, que Italia y Alemania. Ahora, cinco campañas después, va a consultar entre sus clubes afiliados para decidir si dejan de usarlo y vuelven al fútbol de antes, sin la ayuda de la tecnología para corregir posibles errores arbitrales. En Suecia ya se pronunciaron hace unas semanas en contra de implantarlo en su liga. ¿Qué está pasando para que el VAR no sea la panacea que se esperaba?
Varios clubes ingleses han acabado la temporada muy enojados con la utilización del VAR por algunas decisiones, que entienden erróneas, tomadas desde la sala donde se controla el sistema. Uno de los ejemplos más claros ocurrió con el gol anulado por fuera de juego a Luis Díaz, jugador del Liverpool, en un partido en el campo del Tottenham. El árbitro y su asistente invalidaron la acción, pero el VAR no les corrigió a pesar de comprobarse posteriormente que era legal. Los responsables del sistema en ese partido fueron apartados durante un tiempo y el organismo encargado del arbitraje profesional en Inglaterra reconoció que había sido un error humano importante. Ese descontento en distintos sectores del fútbol inglés ha desembocado en que uno de los equipos, el Wolverhampton, haya presentado una resolución que se debatirá en la asamblea general anual de la Premier del próximo 6 de junio, acerca de la posible eliminación del VAR a partir de la próxima temporada 24-25. Para aprobarla sería necesario el voto afirmativo de 14 de los 20 clubes que componen la Premier.
El club justifica su petición en que la utilización del VAR “ha dado lugar a numerosas consecuencias negativas no deseadas que están dañando la relación entre los aficionados y el fútbol y socavando el valor de la marca Premier League”. Algunas de esas consecuencias con las que justifica su solicitud son: exceso del propósito original del VAR de corregir errores claros y obvios, analizando ahora decisiones subjetivas y comprometiendo la fluidez e integridad del juego; disminución de la responsabilidad de los árbitros en el campo, debido a la red de seguridad del VAR, lo que lleva a una erosión de la autoridad en el campo; errores continuos a pesar del VAR, con aficionados incapaces de aceptar el error humano después de múltiples vistas y repeticiones, dañando la confianza en los estándares de los arbitrajes; el discurso constante sobre las decisiones del VAR a menudo eclipsa el partido en sí y empaña la reputación de la liga; y erosión de la confianza y la reputación, con el VAR alimentando acusaciones de corrupción completamente absurdas. La conclusión es que “el precio que estamos pagando por un pequeño aumento en la precisión va en contra del espíritu de nuestro juego”.
El mero planteamiento habla del descontento con el uso que se hace del VAR
Parece difícil que la propuesta de eliminar el VAR en el fútbol inglés salga adelante, pero en cualquier caso, el mero planteamiento habla del descontento con el uso que se hace de la herramienta tecnológica entre diversos entrenadores, jugadores y seguidores. Profesionales tan reputados como el técnico Jurgen Klopp dejan clara su postura: “Por la forma en la que se usa, yo votaría en su contra, porque esta gente no sabe utilizarlo bien”. Gary O’Neil, técnico del Wolverhampton, afirmó tras un partido en el que sufrieron una decisión polémica arbitral que “siempre he estado a favor del VAR, pero el partido de hoy me ha convertido en un detractor. Pensaba que podía ayudar, pero no es así”. El entrenador del Arsenal, el español Mikel Arteta, estalló tras la concesión de un gol al Newcastle que supuso la derrota de su equipo: “Es vergonzoso lo que pasó, cómo se da validez a este gol en la Premier League, la liga que decimos que es la mejor del mundo. He estado 20 años en este país y hoy me siento avergonzado”. El argentino Mauricio Pochettino, que entrenaba al Chelsea, fue contundente: “El VAR ha dañado el fútbol inglés, ha dañado la imagen del fútbol”. Su colega en el Tottenham, Ange Postecoglou, es otro de los que se muestra en contra del sistema: “No me gusta el VAR. Cambió el juego y cambió la experiencia. Es un deporte diferente, independientemente de que te afecte o no. ¿En Suecia lo han prohibido? Me mudo allí”.
¿Cuál es el problema para que el VAR no haya acabado con la polémica arbitral en el fútbol, como muchos esperaban? Recordemos que el videoarbitraje se creó con cuatro funciones principales: revisión de gol para comprobar que no se deba anular por una falta anterior o un fuera de juego previo; señalización de penaltis si hay una infracción manifiesta no vista por el árbitro; si una falta es merecedora de tarjeta roja cuando no se haya mostrado; e identificación del causante de una agresión cuando el árbitro no lo haya podido determinar. En su protocolo se recoge que debe entrar solo cuando haya “un error del árbitro obvio, claro y manifiesto” o un “incidente grave inadvertido”.
Uno de los inconvenientes es que ha ido más allá de esos objetivos iniciales. Ha pasado de intervenir solo en las acciones que fueran incuestionables a juzgar jugadas de interpretación, “grises”, como se las conoce en el fútbol, en las que no existe una unanimidad sobre la decisión a tomar, por ejemplo, a la hora de pitar un penalti por un derribo o por una mano. Eso ha llevado a que aparezcan suspicacias de por qué el VAR entra en unas jugadas y en otras no, la falta de un criterio uniforme para emitir el mismo fallo en jugadas similares después de ver las acciones en el monitor, o incluso sobre la actuación de algunos colegiados que están en la sala VOR, que en algún momento han dado la impresión de querer persuadir a los árbitros de campo sobre la decisión a tomar con sus comentarios y las imágenes mostradas a la hora de revisar una jugada. Y es que las principales quejas hacia el sistema vienen de la utilización que se hace de él, más que de la herramienta en sí. Pochettino lo resume de una forma muy gráfica: “Confiamos en el coche, el problema es el conductor”.
Las principales quejas hacia el VAR vienen de la utilización que se hace de él, más que de la herramienta
El VAR está dejando también la sensación de que los árbitros han empeorado sus prestaciones. Bien porque no se atreven a pitar cosas por el temor de quedar desautorizados si les corrigen desde el VAR o porque se inhiben pensando que ya les avisarán si hay algo que señalizar en una acción importante que ellos no hayan decretado. La responsabilidad de tomar las decisiones importantes en un encuentro ha pasado, en buena medida, del campo a una sala llena de monitores a muchos kilómetros de distancia de donde se está jugando. Eso, como decía la propuesta del Wolverhampton, ha socavado la figura y la autoridad del árbitro. Más que en un aliado, el VAR se ha convertido para los árbitros en un fiscal que cuestiona a cada instante su criterio.
Llegados a este punto, parece necesario que se someta a revisión el funcionamiento del VAR por parte de los organismos que dirigen el fútbol. Muchas voces coinciden en reclamar que se ajuste a la filosofía con la que se creó. Que entre solo en situaciones incuestionables, como fueras de juego, goles fantasma y agresiones que no hayan sido detectadas, devolviendo al árbitro en la práctica, y no solo en la teoría, su función como juez principal de la contienda, sin cuestionar su decisión en jugadas de interpretación, en las que, viéndolas varias veces, no hay una opinión unánime. Claro que después de estar acostumbrados durante los últimos años a que el VAR se utilice para todo, la pregunta es, ¿aceptarían los jugadores, técnicos y aficionados que teniendo esa herramienta no se utilice cuando haya una jugada polémica que consideren que les perjudica?
El único movimiento reciente que ha hecho la FIFA en relación con el sistema de videoarbitraje, después de las crecientes quejas sobre su utilización, es anunciar que se ha probado en una competición juvenil internacional un sistema de VAR más light, denominado Football Video Support, con menos cámaras (entre una y cuatro) y sin árbitro asistente en una sala aparte, con el fin de ayudar a las federaciones que no tienen recursos técnicos ni humanos para implantar el VAR como se desarrolla en el fútbol de primer nivel. La novedad es que serían los entrenadores de los equipos los que tendrían la opción de pedir dos revisiones por partido. Si una vez revisada la acción se cambia la decisión inicial del árbitro, el equipo mantendría su número de peticiones. Un sistema parecido a lo que se hace en el tenis. En la comunicación publicada hace unos días en su página web, la FIFA deja claro que “no tiene intención alguna de sustituir el sistema VAR” ya que ha demostrado ser “un sistema muy exitoso”.
Que el VAR ha ayudado a reducir errores objetivos en el fútbol es algo obvio. Solo por eso merece la pena su implantación. Pretender que juzgue casi todo lo que sucede en un terreno de juego, desde lo incuestionable hasta lo que no es claro y manifiesto, es una equivocación que está llevando al descrédito del sistema y de los árbitros. Urge revisar su uso.
Fue la competición de las grandes ligas de fútbol que tardó más en aprobar su uso y es la primera que va a votar su posible eliminación. Hablamos de la Premier League, el campeonato inglés, que no dio luz verde a la utilización del sistema de videoarbitraje (conocido como VAR) en el torneo hasta la temporada...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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