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Que me corten un brazo si al abrirse la puerta de la prisión de Soto del Real, en la cabeza de estos periodistas que llevaban horas esperando a la intemperie del frío de enero no empezó a sonar la intro de Los Soprano. Woke up this morning got myself a gun, mama always said I’d be the chosen one. Al llegar a los micrófonos declaró: “No me arrepiento de nada. Volvería a actuar igual”. ¿Se puede ser más auténtico? 19 meses en la trena no le han hecho perder su… No existe una palabra para esto. No es porte. No es desparpajo. Tampoco es caradura ni glamour casposo. Es una mezcla de todo lo anterior. ¿Podríamos llamarlo barcenidad? Bien. Pues 19 meses de prisión no le han hecho perder la barcenidad al tipo que le corta la respiración y le congela la sonrisa y el alma al partido que gobierna España.
El tesorero del PP. Vaya título. Si a Lope, Calderón, Cervantes, Góngora o Quevedo les hubiera tocado ser coetáneos de Luis el cabrón, se hubieran matado entre ellos para escribir la vida y obra del tesorero. Las andanzas del encargado de las arcas de la corte de Castilla se hubieran representado de pueblo en pueblo en los veranos de España, quedando en el imaginario popular la palabra Bárcenas, como sinónimo del que, o medra o revienta.
Pero no, Bárcenas no es un personaje que protagoniza increíbles aventuras en la España del Siglo XVII, las protagoniza en pleno 2015 entre Suiza y la calle Génova. Refrescamos páginas web y consultamos cuentas en twitter para ver si ha reunido la fianza, si ha salido ya de prisión. Sintonizamos la televisión que anuncia una última hora en torno al caso. Lo hacemos porque tenemos la sensación de que en las manos de ese tipo de cabello blanco impecablemente peinado que ha cruzado la puerta de la cárcel en dirección contraria está el futuro del actual gobierno. Observamos la partida de ajedrez que mantiene con quienes en otro momento defendían su ejemplaridad y ahora lo llaman “esa persona de la que usted me habla”. Observamos la partida aunque tenemos poca confianza en que vaya a tirar de un manotazo el tablero. Más cuando en su salida en lugar de enseñar el dedo corazón, enseña una bandera blanquecina, que no blanca: “He sido fuerte como me dijo Rajoy, el PP no tiene nada que temer”. Nos decepcionamos al descubrir que detrás de esas patillas, ese peinado y ese traje no se esconde un Quijote dispuesto a cabalgar decidido a cobrarse la traición sufrida, poniendo patas arriba el país. No. Detrás de esas patillas, ese traje y ese peinado hay, como dirían los autores del Siglo de Oro, un Bárcenas.
Que me corten un brazo si al abrirse la puerta de la prisión de Soto del Real, en la cabeza de estos periodistas que llevaban horas esperando a la intemperie del frío de enero no empezó a sonar la intro de Los Soprano. Woke up this morning got myself a gun, mama always said...
Autor >
Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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