Si hay algún futbolista que puede contar cómo ha sido la evolución experimentada por el Atlético de Madrid desde los años en el "infierno" de Segunda hasta llegar a coronar la estatua de Neptuno para celebrar un título, ese es Antonio López (Benidorm, 1981). Es el único jugador que pudo completar la larga transición del club para recuperar el sitio que le correspondía entre la élite nacional y europea. Un camino que empezó en los campos del Polideportivo Ejido, del Badajoz, del Xerez Deportivo o del Racing de Ferrol y que acabó en el glamour de las finales continentales de Hamburgo, Mónaco y Bucarest.

Lateral dotado de una calidad más que reseñable en su pierna izquierda, lo que le permitía tirar incluso de recursos reservados a jugadores de más fuste en situaciones apuradas o a conseguir varios goles de lanzamiento de falta tras poner el balón en la escuadra, su versatilidad le llevó a actuar en ocasiones de interior zurdo y hasta de lateral derecho, cumpliendo incluso mejor que algunos de los que ocuparon ese puesto durante sus años en el equipo.

Él ha sido de momento el último de una lista de jugadores que llegaron a portar el brazalete colchonero desde la posición de lateral, y que incluye nombres tan míticos como los de Rivilla, Calleja, Marcelino o Tomás Reñones. Un hecho que jamás pudo soñar cuando con 15 años le llegó la posibilidad de fichar por el Atlético de Madrid y su hermano le preguntó: "¿Te imaginas llegar a jugar algún día en el Atleti?" Y él le contestó: "Me conformaría con poder ser alguna vez suplente".

Aquel deseo se quedó corto, muy corto, porque el alicantino llegó a militar diez temporadas en el primer equipo, jugando 272 partidos con la camiseta rojiblanca y marcando 13 goles. Una brillante trayectoria; cuando un día le preguntaron qué haría si le tocara la lotería, respondió: "A mí ya me ha tocado jugando en este equipo".

Para muchos jóvenes seguidores rojiblancos, Antonio López fue el primer capitán al que vieron levantar una Copa después de 14 largos años de sequía. A él le cuesta encontrar las palabras para definir qué se siente estando en lo más alto de la estatua de Neptuno rodeado de miles de hinchas: "Sólo puedo decir que es algo precioso. Es la mejor foto que tengo de mí carrera. Estar allí con todos los atléticos es maravilloso, es hacer realidad lo que siempre has soñado de niño".

Curiosamente, en el recuerdo más triste que guarda Antonio de su trayectoria en la entidad del Manzanares también aparece la afición, pero por una imagen que no olvidará nunca. "El día de la final de Copa contra el Sevilla en Barcelona fue muy doloroso porque al acabar el partido se quedaron en las gradas para apoyarnos y animarnos, y nosotros no nos podíamos ir del campo. Recuerdo que un vigilante me decía: ‘Antonio, que habéis perdido, os tenéis que ir ya del césped’, pero no podíamos dejar a los atléticos que nos estaban aplaudiendo. Fue un momento duro por haber perdido aquel partido, pero al mismo tiempo nos llenó de orgullo por la afición que teníamos".

De hecho, López está convencido de que lo que verdaderamente hace importante al Atleti es "la cantidad de seguidores que tiene detrás. El equipo siempre ha sido grande, en los buenos y en los malos momentos, pero no por el dinero ni nada por el estilo sino por la masa de aficionados que le sigue".

Tener detrás a mucha gente pendiente implica una responsabilidad que aumenta en el caso de ser el capitán de un equipo del que se habla tanto cada día. Cuando a Antonio le llegó el momento de lucir el brazalete, lo cogió "con ganas y con ilusión. El que llega a capitán es porque tiene carácter para serlo, independientemente de directiva, de jugadores y hasta de la afición. Hay que reunir una serie de requisitos como ser buen jugador y buen compañero pero sobre todo tener mucho carácter. Hay que saber lidiar con tus compañeros, con la gente, con los directivos, cuidar a los chicos que vienen de la cantera... Son muchas cosas, y tienes que ser el centro de todo eso junto con el entrenador y saber llevar muy bien un vestuario. Creo que si eres de la cantera y vienes de abajo lo vas a vivir más".

Cuidar bien a los chicos de la cantera. Esa máxima la cumplió con una de las actuales figuras del conjunto atlético, Koke, que suele recordar que en uno de sus primeros partidos como titular en el primer equipo le dio un consejo que siempre tiene presente: "Me dijo que lo diera todo, que me mostrara como era yo mismo en el campo, y que era tan importante como Agüero o Forlán. Eso me ayudó muchísimo para jugar tranquilo". Antonio López recuerda que fue "antes de un partido contra el Zaragoza. Me halaga que se haya quedado con un consejo mío porque se merece lo mejor. Si como futbolista es un 10 como persona es un 20".

Al hilo de esto, Antonio pone de ejemplo al actual capitán del Atleti, Gabi. "Para mí, no hay actualmente uno mejor que él para ocupar ese puesto. Por cómo lleva el vestuario, por cómo se maneja en el club, por lo que hace y transmite en el terreno de juego, por todo".

El que luciera durante tantos años el dorsal 3 considera que uno de los grandes secretos del buen momento que atraviesa el Atleti en las últimas temporadas es "lo compacto y unido que está el grupo, se ve que van todos a una. Hay ocho o diez jugadores que son la clave de que el vestuario funcione y a partir de ahí el resto se une a ese grupo y hace que el equipo sea muy competitivo. Evidentemente, con el entrenador a la cabeza".

El entrenador. Ese es otro capítulo. Antonio López tuvo la oportunidad de compartir vestuario con Simeone siendo ambos jugadores, y posteriormente lo tuvo como técnico en su última temporada en el club. El de Benidorm ya veía que el argentino iba a hacer carrera en los banquillos. "Cuando era jugador no paraba de ver fútbol. Me acuerdo de que mientras estaba en la camilla estudiaba para sacarse el carnet de entrenador y no paraba de comentar cosas con los fisios. Es una persona a la que le ha gustado mucho el fútbol, y que a día de hoy lo vive al máximo. Siempre ha sido muy exigente tanto en su época de jugador como de técnico. Una vez le di un balón malo, bueno, digamos que se lo di bien y él me exigió dárselo mejor. Y como entrenador es exactamente igual. Siempre se ha exigido mucho".

Junto a la unión que existe en el vestuario, Antonio López tiene claro que el otro pilar fundamental en el actual Atleti es la labor que está haciendo el técnico. Para él, una de sus principales virtudes es "tener a tantos jugadores tan buenos tan metidos en cada partido. Me parece algo muy difícil. Los tiene mentalizados para que no se crean que son mejores que nadie y que luchen cada minuto para conseguir el éxito. Sin duda es la cabeza de todo este proyecto".

Y la suma de la aportación de Simeone y la entrega y el compromiso de los jugadores ha dado como resultado éxitos tan llamativos como los conseguidos en los últimos tres años. Antonio define la conquista de la última Liga como "realmente espectacular. Mantener  n nivel tan alto durante 38 jornadas frente a esos dos pedazos de equipos sin poder competir en presupuestos y a priori tampoco en jugadores pero sí en el juego, en puntos y en vivir los partidos le hizo ser superior merecidamente".

A los que forman parte de la corriente de opinión que acusa al Atleti de ser un equipo violento y de practicar un juego poco vistoso, Antonio les responde que "hay diferente formas de jugar. ¿Qué es jugar bonito? ¿El tener más la pelota? ¿El jugar al contragolpe? ¿El ser más defensivo? Son diferentes formas de jugar y a unos les gusta más y a otros les gusta menos. El Atleti ha encontrado su manera de jugar y es el que mejor lo hace. ¿Si es agresivo? Para eso está el árbitro, para poner los límites y sacar tarjetas cuando las tiene que sacar. Es cierto que el Atleti vive cada jugada al máximo y por eso se dice que es agresivo, pero así recupera muchos balones. Y cuando sea falta para eso está el árbitro. Yo estoy encantado con este equipo".

Habiendo desarrollado prácticamente toda su carrera en la posición de lateral izquierdo, el jugador es una voz autorizada para valorar al actual inquilino de ese puesto, el brasileño Siqueira, al que está costando ganarse el favor de la grada. En su opinión, “tiene unas cualidades muy buenas para triunfar en el Atleti y creo que lo va a conseguir. Tiene atrevimiento, tiene desparpajo y poco a poco irá a más. Si está en el equipo es porque tiene condiciones para ello y seguro que lo demuestra".

Uno de los últimos en incorporarse es un futbolista al que Antonio López conoce muy bien. De hecho, casi llegaron al mismo tiempo al primer equipo. Fue en el primero de los dos años en el infierno de la Segunda División, allá por 2001. Al año siguiente disfrutaron del regreso a la máxima categoría y aunque el alicantino se marchó cedido dos años al Osasuna, a su vuelta pudo compartir vestuario con Fernando Torres, hasta que el Niño se marchó a Liverpool. Antonio ve al de Fuenlabrada "haciendo lo de siempre, cogiendo responsabilidad. Hay muchos que opinan que ya no es el mismo pero creo que es un jugador muy importante, que puede dar muchas cosas al Atlético de Madrid. No hay más que ver los goles que le ha metido al Real Madrid y al Barcelona. Sé que está encantado de estar de nuevo en su casa y todos los aficionados están muy contentos de que haya vuelto. Todo lo bueno que le pase es poco porque se lo merece".

A López le tocó vivir años duros en el Atleti, en los que se fueron acumulando disgustos. Uno de ellos fue, por ejemplo, el de no poder superar al eterno rival, el Real Madrid, a lo largo de toda su trayectoria en el club. "Con Osasuna sí tuve la oportunidad de ganar en el Bernabéu por 0-3 pero con el Atleti no lo pude conseguir. Es verdad que no era nuestra mejor época, acabábamos de subir de Segunda, se estaba reestructurando todo, haciendo plantillas primero para UEFA, luego para Champions hasta que por fin se consiguió. Ha sido un proceso que se ha ido haciendo poco a poco y que se ha culminado ahora. La verdad es que da gusto ver que, independientemente del resultado, ahora el equipo compite de tú a tú con los más grandes".  

Metido actualmente en labores de representación de jugadores "con el objetivo", dice "de llegar a ser el agente que siempre quise tener como jugador", a Antonio López le sale rápida la respuesta cuando se le pide una definición sobre lo que es el Atlético de Madrid para él. "Lo tengo muy claro, es el mejor equipo del mundo".