La 'Lista Lagarde': una grieta de luz
Kostas Vaxevanis 12/02/2015
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El 28 de octubre de 2012, fiesta del aniversario de la resistencia de los griegos ante el Eje fascista, cincuenta policías griegos me detuvieron, mientras se firmaban los memoranda alemanes, por haber publicado una lista con los nombres de 2.059 titulares de cuentas en el HSBC: la llamada "Lista Lagarde". Se trataba de un catálogo de presuntos evasores fiscales, celosamente ocultado por los gobiernos griegos. Fui llevado a juicio y fui absuelto, pero la fiscalía recurrió para que se me juzgara de nuevo. En medio de una repulsa internacional por mi detención –y de un silencio absoluto al respecto por parte de los medios de información griegos cuyos propietarios figuraban en la lista–, fui absuelto por segunda vez. Dos años después, las autoridades griegas no han detenido aún a ninguno de los evasores y traficantes de dinero negro incluidos en la lista.
Trágica ironía: al tiempo que Le Monde y un grupo de 150 periodistas hacían público el resto de la lista del HSBC, nuestra revista HOT DOC revelaba que La Unidad de Investigación de Delitos Financieros de Grecia (ΣΔΟΕ) había intentado eximir de responsabilidades a Stavros Papastavros, consejero del ex primer ministro Antonis Samaras, cuyo nombre figura en la lista del HSBC con 5,5 millones de euros, y que estaba siendo examinado al respecto.
El HSBCleaks, revelado hace dos años por HOT DOC, se está convirtiendo en un alud. Y si hay que sacar una primera conclusión de este asunto, ésta atañe de manera directa al periodismo. El periodismo independiente –la decisión del periodista de hacer bien su trabajo, que no es sino tratar de descubrir lo que otros se empeñan en ocultar– puede romper el muro de hermetismo que erigen a menudo el poder y los medios sistémicos. Junto a esta conclusión, déjenme la satisfacción de expresar una afirmación no de carácter personal, sino periodístico: al final, basta con una grieta de luz para que resplandezca la oscuridad.
La segunda conclusión de HSBCleaks tiene que ver con la hipocresía del sistema de poder europeo, el cual vocea soflamas visionarias sobre Europa al tiempo que esconde bajo ellas su basura, como quien oculta las pelusas bajo la cara alfombra del salón.
En una Europa que predica la lucha contra la corrupción y que no puede dormir por la existencia de un “exagerado” gasto social al que aplica continuos recortes, la élite europea y la élite mundial reservan para sí sus propios paraísos fiscales, a salvo del infierno que provocan a las masas de los países a los que ellos avasallan.
Hace unos cuantos meses, LuxLeaks sacó a la luz la misma realidad. El propio señor Juncker, presidente de la Comisión Europea, se había encargado de crear, como primer ministro y como ministro de Economía de Luxemburgo, el marco legal para que los ricos del planeta blanquearan cómodamente su dinero y lo legalizaran recurriendo a las leyes y a los bancos de Luxemburgo.
El escándalo del HSBC revela un oscuro procedimento –un shadow banking– en el hacer de los grandes bancos, que, por otro lado, dicen garantizar la prosperidad de Europa. A través de una compleja red de operaciones bancarias, presentadas como compra de préstamos o productos bancarios, el dinero se transfiere a bancos de todo el mundo, donde primero se oculta y, a continuación, se blanquea. Un político español, por ejemplo, puede aparecer como tomador de un préstamo de cierto banco, con el aval de un depósito en Suiza, para justificar así la posesión de una lujosa mansión. La opinión pública pensará entonces que dicha propiedad inmobiliaria es una deuda con un banco; por detrás, sin embargo, el dinero negro político se esconde en una cuenta en Suiza, donde nadie se hará preguntas sobre su procedencia. Los bancos suizos son la garantía.
Gobiernos de medio mundo derrochan millones de euros para bombardear una cabaña de pastores en las montañas de Afganistán calificada de amenaza para la seguridad mundial, pero no toman nunca una sola medida contra los bancos que protagonizan los escándalos cotidianos de evasión fiscal. La razón es muy simple: es en ellos donde esconden su dinero. A quienes deberían perseguir es a quienes les confían sus ilegítimas fortunas.
Hace algunos días, el señor Schäuble, en el curso de su encuentro con el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, citó un verso de Goethe para ilustrar su pulcritud “financiera”: “Cada cual que limpie su patio”, dijo, dando a entender que el verso se refería a Grecia. La mayoría de los escándalos de Grecia tienen como protagonista a alguna multinacional alemana. Y el propio Schäuble, en el año 2000, se vio implicado en el llamado Escándalo Kohl. El partido Demócrata Cristiano se había financiado con maletas rebosantes de marcos. Testigos de los hechos sacaron a la luz el escándalo, pero el señor Schäuble lo calificó de patrañas. Tras sus declaraciones, el responsable de finanzas del partido se quitó la vida. Fue entonces cuando Schäuble pidió perdón ante el Parlamento alemán por haber ocultado la verdad.
¿Qué tiene que ver Schäuble con el HSBCleaks? Pues que la lógica del sistema de poder de Schäuble –la lógica de la élite política europea– es la que genera la hipocresía política que bautiza como Economía a un sistema bancario criminal. Y que, en vez de someterlo a su control, le otorga su protección. Como decimos en Grecia, “mientras se come, no se habla”.
Traducción de Pedro Olalla.
Kostas Vaksevanis es fundador y editor de Hot Doc (koutipandoras.gr) y miembro del Consejo Editorial de CTXT. En 2012 publicó los nombres de los presuntos defraudadores griegos incluidos en la denominada Lista Lagarde, que la actual directora del Fondo Monetario Internacional había entregado dos años antes, cuando era ministra francesa de Economía, al Gobierno de Grecia y que no se hizo pública entonces. Vaxevanis fue denunciado y declarado inocente en 2013, tras una larga batalla judicial.
El 28 de octubre de 2012, fiesta del aniversario de la resistencia de los griegos ante el Eje fascista, cincuenta policías griegos me detuvieron, mientras se firmaban los memoranda alemanes, por haber publicado una lista con los nombres de 2.059 titulares de cuentas en el HSBC: la llamada...
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Kostas Vaxevanis
Es fundador y editor de Hot Doc (koutipandoras.gr). En 2012 publicó los nombres de los presuntos defraudadores griegos incluidos en la denominada lista Lagarde, que la actual directora del Fondo Monetario Internacional había entregado dos años antes, cuando era ministra francesa de Economía, al Gobierno de Grecia y que no se hizo pública entonces. Vaxevanis fue denunciado y declarado inocente en 2013, tras una larga batalla judicial.
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