Patricia Martínez abre camino en el fútbol francés
Martín Álvarez París , 12/03/2015
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
El regalo de navidades de Patricia Martínez Augusto en 2014 llegó con dos días de retraso: los siguientes seis meses jugaría en el ASPTT Albi de la Primera División del fútbol femenino francés, uno de los campeonatos más potentes y difíciles de Europa. Martínez Augusto, nacida en Ponferrada hace 24 años, se ha convertido en la única española que se desempeña en uno de los campeonatos más competitivos el mundo, aunque necesita que el equipo se mantenga en la D1 (le faltan 3 puntos) para poder optar a la renovación.
Recibió la que posiblemente haya sido la mejor noticia de su carrera cuando estaba en la estación de tren de Sans en Barcelona. Le confirmaron algo que ella pensaba perdido dos días antes, después de ir a la pequeña localidad del sur de Francia para hacer una prueba. "Casi me pongo a llorar de la emoción en medio de la estación", reconoce con cierto rubor desde su nueva casa. "Esto es como un sueño".
El 25 de diciembre, con un frío y lluvia que hacía que "te dolieran los pies cuando le pegabas al balón" realizó una prueba para el equipo recién ascendido que consistió en toques con las dos piernas, ejercicios de desmarque y movimiento sin balón y para probar cómo andaba su olfato goleador.
Goles era precisamente lo que buscaban en el equipo francés tras la marcha de la irlandesa Stephanie Roche, más conocida por su famoso gol que le valió una nominación para el Premio Puskas que por su acierto cara a portería. En sus 10 partidos con el Albi, solo firmó una diana.
"Tras la marcha de Roche, nos pusimos a buscar una atacante. Cuando nos propusieron a Patricia, miramos su trayectoria y me pareció que una jugadora con un pasado atípico como el suyo pero con una base sólida nos podría venir muy bien", asegura David Welferinger, su técnico en el Albi; "había que comprobar sus cualidades y su motivación, pero se hizo 1.000 kilómetros para probar. Pocas jugadoras de fútbol son capaces de eso". Para los técnicos, su personalidad y ganas fueron esenciales para dar el visto bueno: "Nos dijimos que una jugadora con ese carácter solo puede triunfar, será cuestión de tiempo pero tendrá éxito".
A Patri, como la llaman muchas de sus compañeras, le van los retos. Ya con menos de 10 años se calzaba las botas y se iba a jugar con el equipo de su hermano mayor, cuando en Castilla y León ver a una mujer vestida de corto y dándole patadas a un balón era, por así decirlo, poco común.
Su madre es una de las personas que más la apoyan en su aventura de triunfar en el fútbol femenino. "'A todo hay quien gane', me dice mi madre. Pese a que pienses que eres la mejor siempre habrá alguien que te puede superar, pero también si te sale un partido mal habrá otra al lado a la que le ha salido igual de mal o peor", asegura Patricia entre entrenamientos y sesiones de gimnasio, imprescindible para jugar en un fútbol más físico y directo que el español.
Un ejemplo de lo que le dice su madre lo sufrió en sus propias carnes con solo 18 años. Cuando empezaba a destacar en el fútbol nacional, era una de las tres capitanas de la selección española Sub-19 y aspiraba a jugar en el Barcelona, una grave lesión de espalda la dejó en el dique seco casi toda una temporada. "Me bajó de la nube. Me ahogué. Para mí un año sin fútbol es como no poder respirar", rememora la futbolista.
Tras ese bache, terminó sus estudios de asistente de laboratorio, pasó una temporada en Londres buscándose la vida y terminó volviendo a jugar en Ponferrada, antes de volver a dar el salto a la máxima categoría del fútbol español con el Huelva.
La experiencia onubense no fue buena y no se ha traído a Francia un buen recuerdo. "Muchas veces cuando te quieren fichar te venden algo de humo, aquello era una auténtica fogata", se lamenta Patri. Por eso cuando se dispuso a venir al Albi lo hizo con mucha cautela, aunque ella misma se ha dado cuenta de que era innecesaria.
"Esto es tal y como me lo habían pintado. Te tratan como una profesional, te hacen un contrato de trabajo con el que cotizas a la seguridad social, algo impensable en España, y además este es un club muy familiar", cuenta con alivio. "El club está siempre pendiente de las jugadoras, hubo un directivo que me dejó una bici para moverme por la ciudad y cuando se me rompió la cadena me dieron una nueva. Además el equipo está muy unido, donde va una vamos todas. Desde el primer día me trataron como a una más", añade reconociendo su sorpresa inicial.
Pese a que los problemas burocráticos, casi impensables en el fútbol masculino, impidieron que pudiera jugar hasta febrero, ha entrado en todas las convocatorias desde entonces, debutó en la goleada (0-4) que les endosó el potentísimo París Saint Germain, jugando 86 minutos debido a la lesión de una compañera, y jugó casi diez minutos en la última derrota del equipo contra el Saint-Etienne (2-0). "Solo me dio para tocar una bola y casi entra", afirma antes de puntualizar: "Pero los casi no cuentan".
Aunque sueña con la absoluta y seguir creciendo como futbolista, ahora solo tiene un objetivo: "Meter el mayor número de goles posibles y ayudar a salvar al equipo". Por ahora, su entrenador le tiene que parar un poco su ímpetu y reconoce que todavía tiene que adaptarse al fútbol galo, mucho más físico, pero la tranquiliza afirmando que "lo que importa es que aprenda y entienda lo que esperamos de ella. De todas formas, tanto con su presencia y su trabajo como también estando con el grupo los días de partido contribuye al éxito del equipo".
El regalo de navidades de Patricia Martínez Augusto en 2014 llegó con dos días de retraso: los siguientes seis meses jugaría en el ASPTT Albi de la Primera División del fútbol femenino francés, uno de los campeonatos más potentes y difíciles de Europa. Martínez Augusto, nacida en Ponferrada hace 24...
Autor >
Martín Álvarez
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí