1. Y Rivera (Cs) caminó sobre las aguas...Un ejemplo. Febrero de 2015. Provincia de Huelva. Las encuestas no encuentran ni rastro de intención de votar a Ciudadanos en los onubenses. Tres semanas después la formación se anota un 11,4% en la capital y consigue un diputado provincial. Divinum mysterium.

2. Mientras esperamos (al estudio postelectoral del CIS), algunos nos ponemos a mirar votos municipio a municipio [si lo desean pueden ver algunos gráficos en la cuenta de twitter @fraypoll2015]. A Ciudadanos, además de los núcleos urbanos, le sentaron bien los sitios de mayor renta y nivel de vida. ¿Será por eso que dicen que Rivera es el «chico de oro» del IBEX35?

3. Donde caen PSOE e IU, mejor resultado saca Podemos. Donde más cae el PP, más sube Ciudadanos. Nada sorprendente. Es la ley de la conservación de la energía aplicada a lo electoral.

4. Ya comentamos que Susana, con el 35,4% de los votos, consiguió el 43,2% de los escaños. Desde 1986 no pasaba algo así en Andalucía. El otro día denominamos a esto, tal vez inapropiadamente, efecto del “ganador solitario” ¿Podría pasar lo mismo a nivel estatal? Pues sí. Veamos dos ejemplos.

UCD. Años 70. Con el 35% de los votos, consigue el 48% de los escaños del Congreso de los Diputados.

PP. Años 2012-2013. Según el CIS, en torno a un 35% de electores votaría a esta formación en unas elecciones generales. Las proyecciones de escaños le dan un 45-47% de los asientos. Mismas reglas, similares efectos.

5. Cambiando de tema, este fin de semana celebra primarias abiertas “Ahora Madrid” (sí, ya sabéis, la candidatura en la que Podemos postula a Manuela Carmena para la alcaldía de la villa).

Llama la atención el sistema electoral que emplean: el «recuento Dowdall», un sistema importado de la pequeña Nauru (isla del Pacífico conocida por los navegantes como «Isla Agradable» y por los frikis de la política como «ese país que usa un recuento Borda modificado»).

6. Lo explicamos brevemente. El recuento Dowdall es un sistema para votar repartiendo puntos. Sí, sí, como en Eurovisión. Emplea como puntuaciones los mismos coeficientes que D’Hondt. Al final, funciona como una fórmula de reparto proporcional, con la ventaja de que permite al elector emplear una papeleta completamente abierta (en realidad, una especie de panachage preferencial), donde puede incluir los nombres que quiera, independientemente del partido que los haya propuesto. ¿A que no suena mal?

7. Que nadie se equivoque. Este sistema no es una aportación de Podemos a la humanidad. Como es de dominio público, los movimientos sociales de Madrid exigieron (de manera poco amistosa, por cierto) que se usara el recuento Dowdall como conditio sine qua non para pactar con Podemos. Visto lo visto en los procesos internos de Podemos, toda prevención era poca.

8. Pensando en las elecciones generales… ¿Se imaginan ustedes usando una papeleta completamente abierta que les permita elegir con total libertad y que respete criterios de proporcionalidad? Pues sigan soñando… 

Glosa final: Nauru, Primarias, Madrid. Me lo anoto como título para una próxima película. Oremos.