Tribuna
Castilla-La Mancha no es región para jóvenes
Cristina García Pérez 20/05/2015
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Ser joven y natural de Castilla-La Mancha es una verdadera desdicha en nuestros días. En las yermas llanuras del sur de la capital, la tierra de las contradicciones sociales y el buen vino, se extiende como una lacra el efecto de los recortes de María Dolores de Cospedal.
Ante todo La Mancha ha sido una región obediente y ejemplar. Tras cuatro años de mandato del Partido Popular, ha logrado reducir el déficit al 1,76%, a cambio de convertirse en la comunidad autónoma que más ayudas sociales ha perdido en España y de duplicar su deuda pública. Pero eso es lo de menos. El mal dato supone para muchos habitantes un daño colateral soportable, la consiguiente resaca tras la fiesta frenética del recorte.
Solo así se explica que tras congelar el empleo público, perder 20.000 puestos en servicios sociales, deteriorar la sanidad pública o menguar las ayudas a los dependientes, la actual presidenta de la comunidad mantenga un 37,9% en intención de voto, según la última encuesta publicada en El Mundo, rozando una nueva mayoría absoluta para las elecciones del 24 de mayo.
Consciente de que gran parte del electorado habitual es inmune a su propia miseria, Cospedal aún no ha presentado su programa formalmente. Tan solo ha desglosado en algunos actos ideas generales que pasan por bajar los impuestos o mejorar las ayudas sociales que su partido recortó durante la última legislatura.
Porque la presidenta ya no necesita aparentar que es la mejor opción, es la candidata peor valorada en las encuestas para Castilla-La Mancha, con un 4,14 de media, y sin embargo se sitúa a un paso de renovar el cargo una legislatura más. Un verdadero despropósito.
La tasa de desempleo juvenil cerraba 2014 en un 62,32%, la más alta registrada en España
Es por eso que ser joven y castellano-manchego es problemático por partida doble. En primer lugar, por el pegajoso conformismo que contrasta con la rebeldía propia de la juventud y, en segundo, porque la tasa de desempleo juvenil cerraba 2014 en un 62,32%, la más alta registrada en España. El mandato popular ha logrado que se sienta forastera en su comunidad una generación carente de oportunidades en esa tierra.
En tan áridas circunstancias, los nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos, y otros viejos conocidos, PSOE, IU y UPyD, han situado en este segmento gran parte de su esperanza electoral. Hay 77.401 nuevos electores, que representan un 5% de los llamados a las urnas, pero que unidos al resto de jóvenes de hasta 25 años suman un total de 217.000 votantes, un 14% de la población.
María Dolores de Cospedal, consciente de esta posibilidad adversa, ha arremetido con premura contra las nuevas formaciones políticas que amenazan su hegemonía. Sobre Ciudadanos, ha recordado que su candidato para las elecciones generales, Albert Rivera, es de origen catalán y desconoce la región autónoma.
Un argumento firme de la candidata nacida en Madrid, pero veraneante habitual de El Bonillo (Albacete), de donde procede parte de su familia. Ella, que ha adoptado su cargo en Castilla-La Mancha también como un tránsito casi vacacional cuando ser secretaria general del PP le deja algo de tiempo.
Los otros razonamientos contra Ciudadanos pasan por criticar su plan para reducir la presencia del AVE, que ya no pasaría por Talavera de la Reina (Toledo), y de paso argumentar que ella no quiere legalizar la droga en la región. Cospedal ataca frontalmente los miedos y las inseguridades del manchego, quijotesco por antonomasia, que ve cómo la zanahoria de la alta velocidad, sujetada con un palo, podría desaparecer definitivamente.
Sobre Podemos, Cospedal arguye que es una amenaza para el sistema de libertades, opaco en su procedencia, cercano al chavismo y con un funcionamiento rancio y antiguo. Todo ello, recordando que no es su intención provocar miedo en el electorado sobre la formación política de Pablo Iglesias.
Entretanto, el candidato de Podemos a la Presidencia de Castilla-La Mancha, José García Molina, se ha aventurado a firmar ante notario las propuestas de su partido para la comunidad. Y ha dicho que si no cumple, se marchará. Inaudito.
Todos desean calar hondo en los votantes indecisos y los jóvenes electores. Por primera vez, son uno de los principales focos de atención. Sufridores de un Gobierno que no han elegido, agobiados por las cifras kilométricas de paro y llamados a dar un giro a la política bipartidista en las urnas o dar la razón a las encuestas que encumbran a Cospedal.
Ser joven y natural de Castilla-La Mancha es una verdadera desdicha en nuestros días. En las yermas llanuras del sur de la capital, la tierra de las contradicciones sociales y el buen vino, se extiende como una lacra el efecto de los recortes de María Dolores de Cospedal.
Ante todo...
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Cristina García Pérez
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