José María González, Kichi, en la foto de su avatar de Twitter.
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Tres semanas en la historia de una ciudad que resistió 30 meses de asedio de las tropas napoleónicas, con las gaditanas haciéndose tirabuzones con las bombas de los fanfarrones, no son nada. Pero esta otra batalla de Cádiz, la de la alcaldía, ha sido de las más largas que se han librado tras las elecciones del 24 de mayo. Y completamente nueva en democracia.
Nunca desde Sevilla ni desde Madrid se miró tanto a Cádiz. 35 años de bipartidismo, 15 del PSOE y 20 del PP. Cinco legislaturas de mayorías absolutas. Una larguísima calma chicha. Hasta que llegó Podemos --ya en las autonómicas de marzo fue la fuerza más votada en la capital-- y mandó parar.
Teófila Martínez Sainz (Santander, 1948), de formación arquitecta técnica y de vocación alcaldesa vitalicia de Cádiz --"Hemos sido la lista más votada, tenemos la responsabilidad de formar gobierno"--, debe ceder el mando del Ayuntamiento después de cuatro lustros. Le sustituye José María González, Kichi (Rotterdam, 1975), candidato de Podemos, licenciado en Geografía e Historia y con plaza de profesor, aunque está liberado como delegado sindical y no ejerce desde hace tres años. González nació en Holanda porque sus padres fueron allí a trabajar. Y llegó a Cádiz con cuatro años siendo ya Kichi. Su madre le llamaba "mi niño kichitito", de ahí el apodo.
González no hablará con la prensa hasta que sea alcalde. "Tenemos los teléfonos...". De momento, deja un tuit: "Honrado e ilusionado. Ahora a trabajar duro. Como decía Diamantino Garcia [conocido como el cura de los pobres], 'el primero en el oficio y el ultimo en el beneficio'". Y también un comunicado de agradecimiento: "La fuerza de la gente es la que nos ha traído hasta aquí y la fuerza de la gente es la que tiene que cambiar la ciudad".
Han sido muchos días de tensar la cuerda. De declaraciones y encuentros con aires de sainete. De demostraciones de poder propias de los que olvidan que son los ciudadanos los que deciden en las urnas. El PP perdió siete concejales el 24 de mayo y se quedó a cuatro de la mayoría absoluta. Por Cádiz sí se puede (Podemos) y Ganar Cádiz en común (IU y Equo) sumaron 1.760 votos más y los mismos ediles, 10. La cuenta parecía fácil. Pero Susana Díaz, lideresa del PSOE de Despeñaperros para abajo, aún no había conseguido apoyos para ser investida presidenta de la Junta.
Las negociaciones por la alcaldía de Cádiz han sido paralelas a las de Andalucía. Tanto, que el desencuentro de Díaz con Podemos --"El PSOE no está obligado a dar apoyo a Podemos en Cádiz; ellos a nosotros nos tienen que pasar la prueba del algodón para saber si somos merecedores de su apoyo" -- hizo planear el fantasma de la gran coalición y otros cuatro años de Martínez. Más aún cuando Ciudadanos anunció dos apoyos casi a la par: PSOE, en Andalucía, y PP, en la Comunidad de Madrid. "Voto útil", que le llaman ellos.
El PSOE de Cádiz hizo público su apoyo a González a 24 horas de la investidura, tras una reunión la víspera que se celebró en un barrio humilde de la capital aunque con la vista puesta en Triana. El candidato socialista, Fran González, explicó que van a "facilitar el cambio" porque la ciudad necesita "una respuesta a sus problemas", pero que lo harán desde la oposición. Pocas horas después, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, reprochó al PSOE la falta de "coherencia" al pactar con formaciones situadas en la "izquierda radical". "A ese partido", dijo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, "le llamo a la reflexión sobre apoyar a partidos con pactos que puedan debilitar esa recuperación que los españoles merecen".
Teófila Martínez deja como gran legado el soterramiento de las vías del tren, que partían Cádiz en dos, y un segundo puente de acceso a la ciudad que se abre en agosto y no podrá inaugurar. También deja una deuda viva, lo que se debe a los bancos, de más de 200 millones de euros. Hace un año, el Diario de Cádiz publicaba: "Será la peor herencia que ponga sobre la mesa el Partido Popular cuando se celebren las próximas elecciones municipales".
Martínez fue de los pocos dirigentes del PP que dio la cara por Rodrigo Rato tras su detención. Es amiga personal del expresidente de Bankia, ella y su marido, Santiago Cobo, que preside una de las sicav que están siendo investigadas en el caso. Aunque si por algo la exalcadesa saltó a las redes sociales fue por aquellas declaraciones sobre Twitter y la crisis. Un despropósito. "Tanto Twitter y tanta opinión, oiga, que aquí lo que más llamativo es para esta alcaldesa que [sic] hay gente que viene a pedir ayudas para comer y resulta que tienen una cuenta en el Twitter. Que sepa yo eso cuesta dinero, ¿no?".
González llega al ayuntamiento de una de las capitales más castigadas por el paro de España, con una pérdida constante de población -la ciudad se ha dejado 40.000 habitantes en tres décadas-, con un desempleo joven que alcanza el 65% y una economía basada en los servicios. El programa de Por Cádiz sí se puede comparte la música de otras agrupaciones de electores. 30 folios organizados en tres áreas: participación y transparencia, modelo de ciudad y bienestar ciudadano. A la lucha contra el paro aún le queda mucha definición en esa hoja de ruta. Y eso es lo difícil.
Teófila Martínez vive en una urbanización del Puerto de Santa María. González en el barrio de la Viña, en el centro histórico de Cádiz, en el que se asentaron las clases más populares que subsistían de la pesca en la playa de La Caleta. Comparte piso con su pareja, Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos Andalucía. Y también comparten devoción por el carnaval. La noche de la casi victoria, sus compañeros de comparsa le dedicaron la cuarteta del popurrí "Si yo fuera el alcalde de Cádiz, sería un alcalde como Salvochea". Fermín Salvochea. Socialista utópico. Alcalde anarquista de Cádiz en 1873. Profeta en su tierra.
En Cádiz ya hay quien saluda con un "Hello Kichi". Y una chirigota ha anunciado que el año que viene se llamarán Los Kichis. Cuántas veces habrá escuchado Martínez el clásico: "Teo, Teo, Teo, que hasta el nombre lo tienes feo". Los poetas tienen trabajo, hay que cambiar de rima.
Tres semanas en la historia de una ciudad que resistió 30 meses de asedio de las tropas napoleónicas, con las gaditanas haciéndose tirabuzones con las bombas de los fanfarrones, no son nada. Pero esta otra batalla de Cádiz, la de la alcaldía, ha sido de las más largas que se han librado tras las...
Autor >
Vanesa Jiménez
Periodista desde hace casi 25 años, cinturón negro de Tan-Gue (arte marcial gaditano) y experta en bricolajes varios. Es directora adjunta de CTXT. Antes, en El Mundo, El País y lainformacion.com.
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