El verano es uno de esos pocos momentos en el año en que el español medio recibe una inyección extra de liquidez proveniente de diversas fuentes tanto públicas como privadas, coincidiendo con el gasto extraordinario en vacaciones y la reducción estacional de la tasa de ahorro de las familias.

Principalmente, esta liquidez extra proviene de dos fuentes: por un lado, la paga extra de verano para asalariados y pensionistas y, por otro lado, el grueso del reparto de dividendos de las compañías cotizadas en la Bolsa española. Mientras que el primero es un hecho generalizado en España, el segundo está empezando a extenderse poco a poco conforme las familias españolas van introduciéndose en el mercado financiero a través de la compra directa de acciones o a través de fondos de inversión.

Así se constata en el último informe de distribución de la propiedad de las acciones realizado por el gestor bursátil español, Bolsas y Mercados Españoles (BME). La bajísima rentabilidad de los tradicionales productos bancarios de ahorro ha llevado a que el 26,2% del total de acciones en la Bolsa española estén en manos de las familias. En términos absolutos, el valor total de su participación asciende a más de 170.000 millones de euros, más del doble que la media de la UE y máximo de 12 años.

Con estos mimbres, el reparto de dividendos inyectará sólo en el mes de julio 2.500 millones de euros en su equivalente en efectivo. Esta cantidad es aproximada, ya que cada vez son más las compañías que pagan sus dividendos tanto en efectivo como en acciones bajo fórmulas como la del script dividend, a la cual están abonados casi todos los blue chips (las compañías de mayor capitalización bursátil). En el mes de agosto, Santander pagará 5 céntimos por acción a cuenta de este ejercicio. Meliá repartirá 3 céntimos como dividendo en único pago.

Concretamente, dentro de la esfera de las blue chips, tres de ellas han efectuado o efectuarán en breve el pago de sus dividendos a cuenta de los resultados de este año: Santander (próxima que pagará el 1 de agosto), BBVA e Iberdrola. A ellas se suma Repsol, cuyo pago se efectuó el 8 de julio para aquellos accionistas que prefirieron el efectivo, mientras que los que se han quedado con acciones nuevas, éstas salieron a cotizar el pasado 15 de julio.

El resto de blue chips (Telefónica e Inditex) pagaron dividendo en el mes de mayo y no prevén hacerlo hasta finales del presente ejercicio. En este sentido, cada vez son más los inversores pequeños y medianos que invierten en Bolsa sólo en compañías de alta capitalización, estables y que cuentan con una alta rentabilidad por dividendo. Incluso, muchos cometen el error de comprar una acción pocos días antes de que reparta dividendo solo para cobrarlo, sin caer en la cuenta de que el dividendo se descuenta del precio de la acción en el momento que se cobra.

A pesar de estos típicos errores en Bolsa, las blue chips se sitúan a la cabeza de la rentabilidad por dividendo junto a otras como Endesa, Enagás o Mapfre, que superan el 5% anual. El top 3 lo forman Repsol, que ofrece una rentabilidad por dividendo a precios actuales del 6,87% seguido de Telefónica con un 5,35% y Santander con un 3% anual.

Aparte de la inyección de liquidez que esto supone para las familias españolas, varias instituciones y agentes financieros recibirán el Gordo de los dividendos; la mayoría de ellos son inversores extranjeros que poseen un 43% de las acciones que se compran y se venden todos los días en la Bolsa española. Éste es, precisamente, uno de los síntomas del grado de apertura al exterior del mercado de capitales en España, que aun siendo todavía muy estrecho, se va haciendo hueco poco a poco y a trompicones en medio de la hegemonía de la financiación bancaria.

Entre todos estos agentes financieros, Blackrock, una compañía de gestión de fondos de inversión de origen norteamericano se ha convertido en la protagonista absoluta el ser la mayor accionista individual del IBEX 35. Con los dividendos próximos de Santander y los ya recibidos de BBVA, Iberdrola y Repsol, Blackrock se ha embolsado una suma nada despreciable: 86,33 millones de euros brutos. Si a eso sumamos los 70,9 millones de euros brutos percibidos en mayo por los dividendos de Telefónica, Blackrock ha percibido en menos de tres meses 157,23 millones de euros solo en dividendos.

Tomando la participación actual en las blue chips (salvo Inditex donde no tiene participación directa), el valor de la inversión de Blackrock es de 11.217 millones de euros considerando el precio medio en la horquilla de máximos y mínimos de las últimas 52 sesiones, a lo que habría que sumar su participación en otras entidades como Popular o Bankinter. Así, la rentabilidad por dividendo obtenida en las blue chips en estos tres meses es equivalente al 1,4%.

Además de Blackrock, otras instituciones financieras también saldrán beneficiadas este verano gracias al pago de dividendos. Tal como puede verse en la siguiente tabla, el fondo de pensiones de Noruega, Vanguard, la familia real de Qatar (reciente dueña de un 10% de El Corte Inglés) o Caixabank también recibirán dividendos que reforzarán sus cuentas de resultados. En el caso de Inditex, por último, tanto Amancio Ortega como su hija son los principales beneficiarios de los 0,54 euros por acción que repartirá este año la compañía de Arteixo.

Tabla: Distribución del accionariado de las “blue chips” excepto Inditex
 

SANTANDER

BBVA

REPSOL

BLACKROCK

5,01

BLACKROCK

4,99

CAIXABANK

11,69

VANGUARD

1,92

BNP PARIBAS

2,81

SACYR VALLEHER.

8,89

NORGES BANK

1,48

HARBOR CAPITAL

1,89

TEMASEK

6,03

BNY MELLON

0,89

VANGUARD

1,85

BLACKROCK

2,98

JAVIER BOTÍN

0,52

NORGES BANK

1,36

VANGUARD

1,34

CALIFORNIA EMP

0,28

BNY MELLON

1,35

NORGES BANK

0,98

IBERDROLA

TELEFÓNICA

QATAR IA

9,52

BBVA

5,9

KUTXA

4,01

CAIXABANK

4,95

BLACKROCK

3,04

BLACKROCK

3,59

ACS CONSTRUCCIÓN

3,04

JPMORGAN

3,47

NATIXIS

2,63

TELEFÓNICA

2,72

NORGES BANK

2,52

NORGES BANK

1,66

Fuente: Bloomberg. Fecha a 8 de julio de 2015

Llama poderosamente la atención, en suma, cómo las propias compañías se reparten dividendos a sí mismas, dado que los porcentajes de autocartera (acciones que una compañía posee de sí misma) son elevados. Es el caso de Telefónica con un 2,72% de autocartera (que amortizará en breve) seguida de Iberdrola con un 2,38%. Aparte de este hecho singular, la Bolsa sirve como forma de aumentar las posibilidades de consumo para las familias y de inversión para las empresas, las cuales por el esfuerzo que realizan, reciben esta compensación en forma de dividendo en el cual hay otro gran ganador: Hacienda, siempre y cuando el dividendo se cobre en efectivo y no en acciones.