Lo ha repetido muchas veces Simeone: “En el Atlético importa la calidad de los minutos que juegues y no la cantidad. El que no lo entienda, sale. El que lo entienda, sigue en el Atlético de Madrid. Es así de fácil”. Y poco a poco parece que sus hombres van entendiendo esa filosofía que se está convirtiendo tan importante como el famoso “partido a partido”. Un ejemplo de ello lo tuvimos en el derbi ante el Real Madrid. Los tres jugadores que salieron en la segunda mitad, Carrasco, Jackson y Vietto, fueron los protagonistas de la jugada del gol. No partieron como titulares pero su concurso terminó siendo decisivo para el equipo. Y es que, como señaló Fernando Torres hace unos días: “Desde el lugar que nos toque participar hay que estar preparados. Muchos partidos se deciden en los últimos 15 minutos y si no estás enchufado…”

De la cantidad nace la competitividad. Y con ella se genera el esfuerzo individual que debe tener como consecuencia el bien para el equipo. Es evidente que esa situación se va a dar este año especialmente en los puestos de ataque, donde el Cholo tiene muchas alternativas para elegir. En otras zonas del equipo, como la defensa y el centro del campo, los roles están más definidos. Parece claro que Oblak, Juanfran, Godín, Giménez, Filipe, Gabi, Tiago, Koke y Griezmann van a jugar casi siempre. En el caso del doble pivote, al menos hasta que venga Kranevitter en enero. En la zaga, las oportunidades para Gámez, Savic y Siqueira serán escasas, aunque deben estar listos porque cualquier día pasan de la grada a ser titulares, como ya ha ocurrido en alguna ocasión. Sin embargo, nos encontramos con que para los dos puestos restantes del equipo hay nada menos que siete candidatos. Y miren qué nombres: Oliver, Saúl, Carrasco, Jackson Martínez, Vietto, Fernando Torres y Correa. Cualquiera sería titular en 16 clubes de Primera división. Y en el Atleti se van a tener que matar por jugar, a veces, quince minutos.

A la larga es muy probable que esta abundancia de alternativas sea beneficiosa. Pero a corto plazo es complicado, porque el técnico debe sacar desde ya el mayor rendimiento de ellos al mismo tiempo que los nuevos se están adaptando a las características y las exigencias de este equipo. Y es lógico que aún esté comprobando cómo casan entre sí las piezas de este puzle y quién se adapta mejor a las necesidades de cada momento. Para gestionar esta tarea, que a veces conlleva tomar decisiones difíciles, el Cholo tiene la ventaja del ascendiente que posee sobre  la parroquia y la plantilla colchonera. A otro técnico sin ese aval le exigirían que hombres como Jackson y Vietto, que han costado entre ambos 55 millones de euros, fueran titulares. Y no se le perdonaría que quitara a Griezmann o Correa de los partidos. O que deje a Oliver a veces en el banquillo. Y en el vestuario se podría crear mal ambiente. Pero estamos hablando del Cholo. Y si alguien se ha ganado en el Atleti el respeto y la confianza de la hinchada y los futbolistas es él. Y el que no lo ha sabido entender, como Cerci, se ha tenido que ir.

Es cierto que hay gente que piensa “debería apostar por un once y darle continuidad” o “tiene mareados a los delanteros con tanto cambio. Juegan con ansiedad y es difícil que cojan confianza”. Quizá ese once habitual que los aficionados se aprendan de memoria llegue con el tiempo pero, de momento, cada uno de los aspirantes a esos puestos debe hacer méritos para ganarse la titularidad. ¿Por qué juega Griezmann? Porque se lo ha ganado. ¿Han justificado hasta el momento ser titulares Jackson y Vietto (que ahora deberá estar un mes parado a causa de una apendicitis)? Parece claro que no. ¿Necesita darles minutos Simeone para que cojan la forma y la confianza? Obviamente, sí. Por eso juegan, a veces desde el inicio y a veces en las segundas partes. Correa empezó la temporada siendo suplente y a veces uno de los descartados. Tuvo su oportunidad. La aprovechó. Y ha disputado los últimos partidos desde el inicio. Carrasco jugó la primera parte ante el Getafe. No le salieron las cosas y ante el Villarreal se quedó fuera. ¿Se ha venido abajo? Por lo visto en el derbi, donde tuvo buenos minutos, todo lo contrario. Seguro que el Cholo lo tendrá en cuenta.

¿Es cruel esta situación? Quizá un poco, porque apenas puedes permitirte un bajón. Pero es justa. Porque premia el esfuerzo, los méritos y no otros factores, como el coste del jugador. El Atleti, y entendemos que Simeone también, han querido tener este año esta situación al formar esta plantilla con tantos efectivos para la zona del ataque, lo que obliga en cierto modo a reinventar el equipo. Y todos tienen que amoldarse. Simeone es el primero que lo hace. En su etapa en el Atleti, hasta ahora, nunca solía realizar cambios en el descanso. Pero la realidad es que lleva varios partidos haciendo sustituciones en el medio tiempo. ¿Porque las cosas no han salido bien en el primer periodo? Seguramente. Pero también porque este año tiene unas alternativas que de las que no disponía en pasadas campañas.

Tener tal cantidad de variantes también le está llevando al entrenador argentino a tener que cambiar en algunos momentos el dibujo del equipo ya que, para disponer de una plaza más para los atacantes, está colocando en determinados partidos a Griezmann en una banda, haciendo que el equipo forme con un 4-3-3 en ataque. Es cierto que eso aleja al francés de la portería y del gol, lo cual es un problema teniendo en cuenta que es el jugador con más capacidad anotadora en los últimos tiempos. Simeone deberá valorar a corto plazo si le compensa esa situación.

Igual que los jugadores se metieron en la cabeza el lema del partido a partido y lo hicieron suyo, este año son muchos los que van a tener que asimilar que igual de importante y beneficioso puede ser, para sí mismo y para el equipo, salir de inicio que jugar una parte o un rato de partido. La calidad antes que la cantidad. Siempre fue un buen principio. De que lo acepten y lo sepan llevar bien los jugadores puede depender en buena medida la suerte que corra el Atleti esta temporada.