La mayoría de los sirios huyen de la violencia del régimen de Al-Assad
Entre los refugiados en Alemania solo el 32% nombra al ISIS como una de sus motivaciones para exiliarse, según un estudio de tres ONG y el Centro de Investigación Sociológica de Berlín
Laura Alzola Kirschgens Hamburgo , 28/10/2015
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Viktor y Sami regresarán a Alepo cuando dejen de caer bombas del cielo. Dicen que les da igual quién gobierne mientras haya paz. El ISIS da miedo pero las bombas, las bombas son lo peor, insisten. Ambos huyeron a través de Turquía y de los Balcanes, por países de cuyos nombres no se acuerdan. “Está lejos, todavía tengo las piernas azules de andar, ¿ves?”. Se conocieron en agosto en las tiendas de atención médica, frente a la estación de trenes de Múnich. Con el móvil en las manos heladas atrapan el wifi del Apple Store del centro de Hamburgo para chatear un poco con sus madres, preocupadas, y decirles que siguen bien, que hace frío, que aún no han recibido carnés de identidad. Tienen 19 y 20 años. Las bombas han matado a tres excompañeros de colegio de Sami. Ambos quieren reunirse aquí con sus familias, con sus hermanos pequeños que vienen de camino. Estar a salvo.
La extrema derecha alemana, minoritaria pero ruidosa, demuestra estos días en las calles y plazas germanas su falta de empatía, humildad y sentido de la justicia con los refugiados sirios. Sin embargo, la mayoría de los alemanes comprende las causas de aquellos que han emprendido la huida y buscan protección en su país, entre otras cosas, porque asume que para abandonar todo y correr el riesgo de morir ahogado, congelado, de hambre, encarcelado o maltratado, la desesperación tiene que ser más grande de lo que en la Europa actual alcanzamos a imaginar. Sobrevivir, vivir. Ése es el deseo que mueve a la mayoría de los refugiados, como Viktor y Sami, a cambiar todo lo que conocían por Alemania.
El éxodo sirio, flagrante y mediático como ningún otro, ha puesto la política europea contra las cuerdas. Ahora que la mitad de la población del país está desplazada y que podría hacer tambalear la estabilidad del oasis europeo, la complejidad del conflicto ya no sirve como excusa para no abordarlo. El debate sobre las causas y posibles soluciones de esta situación produce titulares desde hace meses; sin embargo, no ha sido hasta cuatro años después del comienzo de la guerra, este septiembre, cuando se les ha preguntado al respecto a los protagonistas, a las propias víctimas.
El debate sobre las causas y posibles soluciones de esta situación produce titulares desde hace meses; sin embargo, no ha sido hasta cuatro años después del comienzo de la guerra, este septiembre, cuando se les ha preguntado al respecto a los protagonistas, a las propias víctimas
El pasado 7 de octubre, tres organizaciones no gubernamentales y un centro de investigación sociológica presentaron en el Parlamento alemán los resultados del primer estudio realizado con refugiados sirios en los centros y hogares de acogida del país germano. Concretamente, entre el 24 de septiembre y el 2 de octubre de 2015, dieciocho personas de nacionalidad siria entrevistaron a 889 refugiados del mismo origen en cinco ciudades germanas: Berlín, Hannover, Bremen, Leipzig y Eisenhüttenstadt. La iniciativa de Adopt a Revolution, The Syria Campaign y Planet Syria contó con la colaboración del Centro de Investigación Sociológica de Berlín.
Para el estudio, los encuestados fueron abordados cuando entraban o salían de los centros y hogares de refugiados, lugares frecuentados por todos aquellos que llegan a Alemania en busca de asilo, independientemente de sus opiniones políticas o características sociales. Además, con el fin de asegurar la confianza y el anonimato de los entrevistados, y de no excluir del estudio a personas analfabetas, se utilizó una combinación de entrevistas cara a cara y de cuestionarios para autocompletar utilizando tabletas. Las preguntas habían sido traducidas al árabe.
El solo hecho de que, al fin, se preguntase a los afectados por las razones para huir y de que las respuestas de éstos se tratasen con el respeto y el rigor que merecen, es noticia. Pero los resultados que ofrece la encuesta tienen mucho más valor que el meramente simbólico, ya que ponen de manifiesto contradicciones entre la percepción de la crisis siria en el exterior, y la apreciación de las víctimas directas del mismo. La encuesta arroja, en definitiva, resultados sorprendentes.
Interrogados en formato multirrespuesta acerca de sus razones para abandonar el país, el 92% de los participantes afirmó haber huido de la violencia.
Interrogados en formato multirrespuesta acerca de sus razones para abandonar el país, el 92% de los sirios participantes afirmó haber huido de la violencia. De éstos, más de dos tercios, el 70%, arguyeron como principal amenaza la violencia organizada del régimen de Bashar al-Assad. Lo que llama la atención es que únicamente un tercio, el 32%, nombró al ISIS como una de sus motivaciones para refugiarse.
La segunda razón de peso para huir en busca de asilo es haberse visto en peligro de ser arrestado o secuestrado. El 86% de los entrevistados adujo este miedo como una de sus causas de huida. De este grupo, el 77% afirmó verse en peligro de ser arrestado por el régimen de al-Assad mientras el 42% temía un secuestro del ISIS.
Por otra parte, los resultados del estudio confirman que prácticamente la totalidad de refugiados sirios desea volver a casa, al país que conocen y sienten suyo. Así, solo el 8% afirmó pretender quedarse en Europa. Sin embargo, el 52% aseguró que únicamente regresaría a condición de que Bashar al-Assad abandone el poder.
“Mientras en la opinión pública alemana prevalece en un primer plano la indiscutible brutalidad del ISIS, de facto, es la violencia del régimen de al-Assad la que obliga a la mayoría de los sirios a huir”, afirmó en la rueda de prensa de presentación de los resultados Elías Peribo, cofundador de la asociación sirio-germana Adopt a Revolution En palabras de Peribo. “La batalla contra el terrorismo del ISIS no resolverá el problema según los resultados de la encuesta y éste es un mensaje que la diplomacia alemana debería tener en mente”.
El 58% de los encuestados afirmó que una zona de prohibición de vuelo ayudaría o incentivaría a los sirios a no abandonar su país, mientras sólo el 24% de los encuestados eligió el aumento de la ayuda humanitaria como una medida efectiva
Con un barril de petróleo, cilindros de gas o un depósito de agua, llenos de explosivos de gran potencia y chatarra para mejorar la fragmentación y causar el mayor daño posible, se logra aterrorizar a un pueblo entero. El 73% de los sirios encuestados afirma que estas “bombas barril”, explosivos no dirigidos/guiados lanzados desde helicópteros y de fabricación barata y producción local, eran “una amenaza para su seguridad personal”.
Desde la organización Human Rights Watch destacan que, a pesar de las presiones internacionales, el régimen de al-Assad “persiste en el lanzamiento de un gran número de bombas de barril altamente explosivas sobre la población civil, en contra de la resolución 2139 aprobada el 22 de febrero de 2014 por el Consejo de Seguridad de la ONU”.
Amnistía Internacional denuncia en su informe de 2014/15 que tanto las fuerzas gubernamentales como los grupos armados no estatales cometen con impunidad gran número de crímenes de guerra y abusos flagrantes contra los derechos humanos. Las fuerzas del Gobierno lanzan ataques deliberados contra civiles, “bombardeando indiscriminadamente zonas residenciales e instalaciones médicas civiles con artillería, morteros, bombas de barril y agentes químicos, y perpetrando homicidios ilegítimos de civiles”. Añaden que el régimen lleva a cabo ataques con bombas de barril u otras municiones con cloro, pese a estar prohibidas por el derecho internacional.
¿Y cuáles podrían ser las soluciones de un conflicto que va a comenzar su quinto año, exacerbado por la violencia del ISIS y la de un dictador encaramado al poder, así como por una de las peores crisis de refugiados del siglo? El 58% de los sirios encuestados en Alemania por las posibles soluciones al conflicto y el fin del éxodo afirmó que una zona de prohibición de vuelo ayudaría o incentivaría a los sirios a no abandonar su país, mientras sólo el 24% de los encuestados eligió el aumento de la ayuda humanitaria como una medida efectiva.
La mayoría cree que Bashar al-Assad es el responsable de la situación actual. Para el 79% de los encuestados, la decisión de al-Assad de usar la fuerza militar contra los manifestantes pacíficos que demandaban libertad y dignidad en 2011 es el desencadenante y la causa principal de la violencia actual.
Heiko Giebler, mentor científico de la encuesta y miembro del centro de investigación sociológico de Berlín, considera los resultados como válidos y matiza que “lo destacable no son tanto los porcentajes, sino las tendencias claras que estos muestran”. La percepción pública de que la mayoría de los refugiados que llegan a Alemania son varones de entre 16 y 25 años, se ha visto confirmada. La necesidad de preguntar más a menudo a los afectados, también.
Viktor y Sami regresarán a Alepo cuando dejen de caer bombas del cielo. Dicen que les da igual quién gobierne mientras haya paz. El ISIS da miedo pero las bombas, las bombas son lo peor, insisten. Ambos huyeron a través de Turquía y de los Balcanes, por países de cuyos nombres no se acuerdan. “Está...
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Laura Alzola Kirschgens
Reportera e investigadora. Migración, educación, discurso y cambio social. Múnich, Hamburgo y ahora, Barcelona. Periodista. Máster en Inmigración por la Pompeu Fabra. Extranjera, como lo son todos en algún lugar
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