En los últimos años la fuga de talentos ha marcado fuertemente la sociedad española. En muchas áreas, muchos españoles destacados tuvieron que hacer las maletas ante la falta de oportunidades en su país para que otros países explotasen la excelencia que habían adquirido en España. El balonmano no se mantiene al margen de la sociedad española y por eso son muchos los jugadores que han tenido que salir del país para vivir de un deporte donde destacaban a nivel mundial.

Julen Aginagalde (Irun, Gipuzkoa, 1982) es uno de ellos. Hace menos de una década era impensable que un jugador español, de prestigio internacional, tuviese que dejar la Liga ASOBAL rumbo a Polonia para ganarse la vida. Por desgracia los tiempos son los que son y el irundarra, uno de los mejore pivotes del mundo (por no decir el mejor), fichó en el verano de 2013 por el KS Vive Tauron Kielce, equipo más destacado de Polonia.

Durante una semana de descanso para él, oasis dentro del infernal calendario del balonmano actual, Aginagalde atiende a CTXT través de Skype para contarnos cómo ha cambiado su vida en los últimos años. Símil de lo que le ha ocurrido a millones de españoles durante estos años de crisis.

Descanso necesitado ¿no?

Sí, la verdad que no paramos. Esta semana sí que tenemos algo de descanso pero a partir de ahora sin parar.

Tal y como está el balonmano actual, con el nuevo formato de la Champions y con torneo internacional de selecciones cada año, ¿se hace difícil compaginar la selección con los clubes?

Puede ser. Está claro que cuando te llama la selección no hay ningún problema pero sí que es cierto que actualmente cada partido es como una final y es complicado en ese aspecto. Hay muy poco descanso.

Centrándonos en su equipo, ¿cómo lo ve? ¿preparado para ganar la Champions después de caer la pasada temporada en semifinales?

Sí, estamos capacitados para ganar el título. Tal y como está la competición tenemos que pensar que es un torneo a largo plazo. Equipos que ahora están muy bien pueden estar mal cuando haya que jugárselo todo. Sabemos que hay equipos durísimos pero sabemos que podemos luchar contra ellos.

En su carrera lo ha ganado prácticamente todo pero se le resiste la EHF Champions League. ¿Es una espina que tiene clavada?

Está claro. He jugado dos finales y no he podido ganar ninguna. La verdad es que me gustaría mucho ganar esta competición, como a cualquier jugador, pues es la más importante a nivel de clubes.

En el verano de 2013 ficha por KS Vive Tauron Kielce. ¿Cómo fue llegar a un país tan distinto como Polonia?

Me adapté bien. Soy una persona que siempre intento integrarme lo más rápido posible en cada sitio que voy y hago todo lo posible para que sea así. Está claro que llegaba a un país con una cultura y con una forma de jugar al balonmano diferentes pero creo que desde el principio me adapté bien. Siempre intentó pensar en la parte positiva que tienen las cosas y eso es algo que te refuerza cuando empiezas una nueva aventura.

El día a día en Polonia, ¿es muy distinto al que llevaba en España?

Extradeportivamente sí. En Kielce todo es mucho más tranquilo. Pero en definitiva aquí estamos entrenando, viajando, jugando partidos y podemos decir que la mayor parte del tiempo se nos va en la competición.

El paso que da al marcharse a Kielce fue motivado por la desaparición del BM Atlético de Madrid. Ante aquella circunstancia todo fue muy repentino y de un dia para otro tuvo que hacer las maletas. ¿Cómo vivió esta difícil situación?

Fue un verano complicado por muchas cosas. Cuando nos quedamos sin equipo en pleno mes de julio evidentemente no fue fácil. Por suerte a mí me quedaba un año de contrato y ya había equipos que estaban interesados en ficharme para el verano de 2014. Entonces fue un poco más fácil buscar una salida, no tuve que empezar de cero.

¿Cómo fue la adaptación a un nuevo idioma como es el polaco?

El idioma es muy complicado pero fue una de las cosas en las que más me interesé desde el principio. Sabía que para adaptarse a un sitio es imprescindible conocer el idioma. Aún me queda muchísimo pero para entenderme con los compañeros lo domino perfectamente. Creo que es algo valoran mis compañeros.

Es cierto que desde hace tiempo se le ve completamente adaptado al equipo, al país. Incluso durante los tiempos muertos se le ve hablar en polaco con Talant Dujshebaev (llegó al club polaco en enero de 2014). En frío, ¿qué se le pasa por la cabeza al pensar que está hablando en polaco con un español?

Sí, es curioso. Nosotros mismos nos damos cuenta y nos sorprendemos. No durante un partido, donde no tienes tanto tiempo para pensarlo. Pero en alguna conversación fuera del vestuario nos vemos hablando en polaco. Además intentamos que sea así para facilitar la conversación al resto del equipo. Sí que es cierto que cuando se dirige a mí especialmente sí que lo hace en castellano. Pero cuando hay más gente alrededor intentamos hablar en polaco.

¿Qué significa tener a Talant Dujshebaev de entrenador?

Para mí es importante. Es el entrenador con el que llevo los últimos seis años. Entiendo perfectamente su forma de pensar, su forma de entender el juego. Además me ayudó con el idioma porque él lo aprendió rápido. Cuando llegó él hablaba en alemán e incluso, sin tener ni idea, le entendía porque sé más o menos lo que quiere decir en cada momento.

Que un jugador español esté fuera de la Liga ASOBAL hoy en día es lo normal. Estar en Polonia no es una excepción. Quizás es una metáfora de la situación actual de España.

Sí, somos un reflejo de la sociedad. No somos una profesión aislada. Mucha gente se está yendo fuera a buscarse las castañas. Ojalá se pueda dar la vuelta a la situación y en un futuro podamos disfrutar de lo que haces pero en un entorno más cercano, en el natural.

En los últimos años se ha convertido en un hombre mediático. Ha hecho campañas publicitarias con varias firmas comerciales. ¿Es la demostración de que se puede? ¿De que un deporte como el balonmano puede tener su hueco mediático?

Sí, y se puede hacer mucho más todavía. Tenemos mimbres para poder explotar este tipo de cosas. En el balonmano somos gente que nos adaptamos a todo tipo de cosas. En los clubes o en este tipo de asuntos somos gente que nos adaptamos a lo que nos pida. Creo que esto la gente lo valora y ojalá nos sigan dando oportunidades como éstas y las podamos aprovechar para ampliar a todo el mundo nuestro deporte.

Ahora que conoce otra liga como la polaca y ha participado durante tantos años en la Champions League, ¿qué debe hacer la liga española para recuperar el estatus que ha perdido en los últimos años?

Hay que poner unas bases sólidas, de captación de chavales, de marketing, de todo. Los clubes tienen que darse cuenta de que, aunque sea a menor escala, es necesario profesionalizar los clubes. El sistema de los últimos años se ha quedado obsoleto, no se ha evolucionado nada. Hay que cambiar muchas cosas, hay que trabajar mejor en las canteras, conseguir que los niños vayan a los pabellones desde pequeños. Además es imprescindible saber venderlo. Hoy en día hay herramientas fáciles para hacerlo y parece que nos quedamos en el pasado y no queremos evolucionar en este aspecto.

Como uno de los mejores pivotes del mundo siempre es objeto de muchas faltas. ¿Cómo se llevan aquellos partidos en los que recibe faltas el minuto uno al pitido final?

Cada vez intento llevarlo mejor. Quizás hace años me calentaba más. Está claro que uno siempre acaba calentándose un poco. No por los contactos en sí. Cuando ves acciones claras y criterios diferentes uno puede desesperarse un poco. Pero es mi trabajo. Soy consciente de la forma de jugar que tengo y cómo pitan. Intento evolucionar para adaptarme a esos arbitrajes pero sí que es cierto que uno puede desesperarse un poco cuando le perjudican. A veces debería haber cierta igualdad entre lo que puede hacer un defensor y lo que puede hacer un atacante porque si no nos convertimos en meras marionetas.

¿Puede ser que los primera línea estén sobreprotegidos en comparación con los pivotes?

Yo protección no pido. Lo que pido es que no se puede hacer todo. Yo no quiero que un árbitro me ayude, quiero que sea ecuánime. No quiero que me den nada, pero tampoco quiero que me quiten. Muchos pivotes pensarán que es injusta la diferencia que hay entre lo que te pueden hacer y lo que tú puedas hacer. En ocasiones a los defensores les permiten de todo y tú no puedes moverte porque te pitan falta en ataque. Al fin y al cabo todos jugamos con el mismo balón y al mismo juego.

Esa desigualdad de trato de la que habla perjudica a un tipo de equipo en concreto, como podría ser la selección española. A diferencia de otras selecciones, España no tiene un gran lanzador que sea capaz de meter goles con facilidad desde 10 metros pero sí tiene a uno de los pivotes más desequilibrantes del mundo. Es un hándicap muy grande ¿no?

Desde hace muchos años la selección española ha tenido grandes pivotes y en él ha basado mucho su juego. Incluso mi equipo, donde hay grandes lanzadores, el pivote tiene mucha importancia, trabajamos para poder aprovechar el trabajo que hacemos en el pivote. Quizás sí que es cierto que puede haber un hándicap porque no podemos explotar todo lo que creemos que podríamos. Pero qué quieres que te diga, ya estoy un poco resignado. Lo que toca es trabajar y adaptarse a lo que hay, si no fuera así ya me habría comido los hígados.

¿Y cómo acaba un partido duro de esos en los que hay muchos contactos? ¿Con la necesidad de meterse en hielo nada más acabar?

No te creas. El cuerpo se acostumbra a todo. Casi hasta cuando no tienes esa sensación de que te han repartido parece que no has jugado. Sí que hay partidos duros pero es más cansancio que golpes.

En el futuro más inmediato, ¿cuáles son los objetivos que ve con mayor ilusión?

En el momento en el que estamos podría decir que es la Champions, es el sueño del equipo. A nivel de selecciones solo me centro en el Europeo, que puede darnos una plaza para los Juegos y que me hace especial ilusión porque se jugará en Polonia. Hay que intentar hacer un gran Europeo, además quizás hemos conseguido mejores resultados en Mundiales que en Europeos y hay ganas de hacerlos bien en Polonia.