La jornada en la que Luis Bárcenas declaró ante el juez por primera vez, casi todos los informativos del mediodía en España eligieron aquellas imágenes y aquellos sonidos como portada. Los de La 1, el primer canal de Radiotelevisión Española, las postergaron hasta la segunda mitad de su programa y dedicaron 15 segundos a la pieza, relacionada con la trama de dinero negro del partido en el Gobierno. Contra episodios como este, el martes 24 de noviembre, en el madrileño Palacio de Cibeles, un acto por la imparcialidad de la cadena reunió a más de 200 personas; la mayoría, trabajadores del ente público.

El encuentro llega dos semanas después de que los consejos de informativos de RTVE lamentaran que el principal debate electoral, en horario de máxima audiencia, excluirá a Pablo Iglesias y a Albert Rivera. El jueves 19, otro texto advertía una “enorme desproporción” en la presencia en pantalla del presidente del Gobierno, que al tiempo es el candidato popular para las próximas elecciones.

También fue el martes 24 cuando, con orgullo, los miembros de los consejos de informativos de RTVE presumieron de tener de su parte a grandes rostros de la cultura y la comunicación. El actor José Sacristán, los escritores Arturo Pérez Reverte y Elvira Lindo, el dúo Amaral, la directora Icíar Bollaín, algunos componentes del grupo Vetusta Morla, el humorista Joaquín Reyes, la periodista Mercedes Milá o el juez Santiago Pedraz, entre otros, habían accedido a mostrar, en un vídeo, su apoyo a los trabajadores de la cadena pública.

Son los empleados de RTVE quienes recogen firmas en un manifiesto pidiendo un tratamiento más justo de la información: el que suscriben representantes del PSOE, Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida. “Algunos, creyendo en la causa. Otros, por postureo”, valoraba, desde el atril, Alejandra Martínez, al frente del consejo de informativos de Radio Nacional de España. Otras adhesiones llegarían en las redes a través de la etiqueta #defiendeRTVE, como la de la presentadora del informativo de La 2 Mara Torres.

Queremos seguir las elecciones con transparencia, y aún estamos a tiempo de hacerlo

En un acto en el que intervinieron los periodistas Soledad Gallego-Díaz, Gervasio Sánchez y la veterana de los informativos de La 1 Rosa María Calaf, y por el que también asomó el rostro de Carlos del Amor, reconocido firmante de piezas de cultura y voz de la narración de los premios Goya o de los Oscar, la cadena se dirigía, de hecho, a sí misma. Los consejos de informativos no son estructuras ajenas al organismo público, sino oficiales, creadas por la ley que reformó RTVE en 2006. Estos grupos, elegidos entre los miembros de la redacción, deben velar por una información honesta y equilibrada.

Sus portavoces llevan meses, en cambio, denunciando una “redacción paralela”, que es como hablan de las 11 contrataciones realizadas en RTVE el pasado febrero, y que la dirección de informativos de la corporación presentó “ante el denso año electoral”. Solo una de las contratadas entonces figuraba en la bolsa de trabajo de la casa, compuesta por un millar de nombres. Cuatro de aquellos redactores habían estado trabajando previamente en Intereconomía.

Todo empezó en 2012

Aquella ley aprobada durante el primer Gobierno de Zapatero también estableció que serían dos tercios del Parlamento quienes elegirían la cabeza de la corporación y marcó mandatos de cinco años, y no de cuatro, en la cadena, a fin de evitar que la dirección se renovara, como hasta entonces, al inicio de cada legislatura. Durante la segunda legislatura de mayoría socialista, RTVE suprimió la publicidad de todos sus canales, tanto en la radio como en la pequeña pantalla.

La norma de 2006 trajo a España medidas presentes en organismos similares europeos y el martes 24 fue alabada, “con sus claros y sus sombras”, por el vicepresidente de los consejos de informativos de RTVE, Xabier Forte. En 2012, por decreto real, y sin pasar por el Parlamento, el Gobierno popular volvía a dejar la dirección de la cadena en manos de su mayoría absoluta en las Cortes. El pasado enero, RTVE dejó de contar con representación en la Unión Europea de Radiodifusión.

Quieren dejarlo caer, que nos preguntemos para qué sirve aquello que se paga con nuestro dinero

Un reciente informe del OSCE (Observatorio Europeo de Cooperación y Seguridad) encuentra en aquel decreto un paso atrás, en detrimento de la cobertura mediática de la siguiente campaña electoral. “Queremos seguir las elecciones con transparencia, y aún estamos a tiempo de hacerlo”, anota Alejandro Caballero, presidente de los consejos de informativos. El redactor lamenta que, desde que el Gobierno impusiera en solitario una nueva dirección, los tiempos y las escaletas vienen marcados desde arriba. Aunque esta publicación ha contactado con miembros de la ejecutiva de RTVE, estos no han realizado declaraciones.

“Quieren dejarlo caer, que nos preguntemos para qué sirve aquello que se paga con nuestro dinero”, clamaba el director de infoLibre, Jesús Maraña. Mientras los empleados de la británica BBC lamentan los recortes del Ejecutivo de Cameron, esa fue la referencia de buena parte de quienes tomaron la palabra el martes 24. Encontrarse en un acto como el del auditorio de Cibeles, así como significarse en los minutos de silencio que, a lo largo de estos años, han tenido lugar en la redacción, pueden devenir, según Caballero, en una “llamada al orden”.

“Día a día, quienes alzan la voz se quedan a un lado: le dan el trabajo a otro”, comenta uno de los más de 6.300 empleados de RTVE, para quien nacional es la sección más dura a este respecto. “Yo ya estoy de vuelta y me toca dar la cara”, responde Calaf. Sus llamamientos a la transparencia continuaban el miércoles 25 por la mañana, durante una entrevista en La cafetera, junto a Fernando Berlín. Una campaña para jugar limpio en la otra campaña: aquella en la que los partidos de la oposición han prometido retomar y mejorar la ley de 2006.