En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Me casé con un tipo discreto. Porque a los del afán de protagonismo, a los arrolladores (que diría mi madre), ya se les ve venir. Y deslumbran de inmediato, pero también corren el peligro de decepción inmediata. Así que, después de más de una década compartiendo sofá y manta con un discreto patológico, comprenderán el cariño que les tengo a los del segundo plano. Los ‘segundones’, dirán algunos. Larga vida.
Hasta las madres del colegio, en esas triviales conversaciones que se dan a la salida de clase de las criaturas, comentan que no pueden más de candidatis (que suena a infección de las zonas íntimas), como si yo pudiera hacer algo. Temen despertarse por las mañanas y que su compañero de cama sea alguno de los votables, con el consiguiente susto. Y el hartazgo de esa sobreexposición es tan contraproducente que va siendo hora de que les demos a los hombres y mujeres de plata (ya saben, esos que dejan al torero todo el protagonismo y las luces) el lugar que merecen.
A Pablo ya le hemos oído cantar, pero si Rivera es el yerno que casi todos hemos querido tener, Errejón es el hijo no biológico que me haría feliz. El que vocaliza, el tipo con cara de buena persona que ha decidido pensarse los discursos y no pasar por el aro del Tu cara me suena de esta campaña. A Íñigo le haría un hueco en mi casa si no fuera porque tengo sólo dos habitaciones. Te lo imaginas ayudando a una señora mayor a cruzar la calle mientras le lee a Gramsci y le pide participar en un Change.org por salvar la Filosofía en nuestro sistema educativo. Íñigo, no te dejes corromper por una performance. Nos gustas así.
Nos gustas incluso cuando te aparecen espontáneos. Espontáneas en este caso. Y aprovecho la ocasión que me brindan para mostrar todo mi apoyo a Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez. Porque estamos llamando trol y chusma periférica a un gesto que no va más allá de la coña. Me recuerda a esa ola de periodismo rancio que asomó con el famoso “Déjame hablar” de la hoy reina Letizia, cuando sólo era la prometida con nariz aguileña de un príncipe que quiso sacar chispa y poco más, y que acabó convirtiéndola en Maléfica (gracias por tanto, Jaime Peñafiel).
También mi pleitesía a Andrea Levy, por cuyos gestos parece que está eternamente saliendo de un after, pero que ha demostrado más campechanía que la partida al futbolín de su jefe con Bertín. Andrea y sus rasgos de bello anfibio hacen bien a un partido como el PP, al que le pesan demasiado losas como los sobres de Bárcenas y las señoras con pelo cardado de toda la vida. Ahora que los menores de 40 quieren ser Albert, Andrea y la mochila de Moragas (cómo olvidar los flirteos y la guasa con Thais Villas en El Intermedio), nos reconfortan. No todo está perdido, presidente.
Y ahora dos segundones que no debieran serlo, pero el Ibex y los medios han querido que sea así. Alberto Garzón y Andrés Herzog también se presentan. ¡Sorpresa! Pero no lo sabe casi nadie. No tienen atril ni un Barrancas que llevarse a la boca. Nos manifestamos absolutamente indignados porque Rajoy no acude al debate de El País pero ahí tenía que haber habido seis atriles. Imagino la desolación de ambos, con sus fotos de pequeños preparadas, sus recetas ensayadas para acudir a los programas. Y que el teléfono no suena y no llega un correo con peticiones. De eso que os libráis, de que las mujeres sueñen con que se despiertan a vuestro lado como una vulgar pesadilla y porque así mantenéis el misterio que todo ser humano debiera para tener las mínimas posibilidades de ser interesante. Lo dicho, larga vida al segundón (y más en campaña electoral).
Me casé con un tipo discreto. Porque a los del afán de protagonismo, a los arrolladores (que diría mi madre), ya se les ve venir. Y deslumbran de inmediato, pero también corren el peligro de decepción inmediata. Así que, después de más de una década compartiendo sofá y manta con un discreto patológico,...
Autor >
Ángeles Caballero
Es periodista, especializada en economía. Ha trabajado en Actualidad Económica, Qué y El Economista. Pertenece al Consejo Editorial de CTXT. Madre conciliadora de dos criaturas, en sus ratos libres, se suelta el pelo y se convierte en Norma Brutal.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí