Análisis
Campofrío, Osborne y Globalia: Marca China
La segunda economía del mundo ha decidido sacar la chequera en España. Sólo se le resiste el sector bancario. Por ahora
Javier Santacruz Cano 9/12/2015
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La historia de la segunda mayor economía del mundo arroja momentos extraordinarios. Muchos de ellos protagonizados por Ming, la penúltima de las dinastías de gobernantes que conformó el embrión de lo que hoy conocemos como China. Forman parte de la Historia por ser los gobernantes que llevaron a cabo la mayor expansión geográfica de todas las dinastías chinas anteriores, combinándolo con una etapa de estabilidad tanto política como institucional.
A pesar de que desaparecieron hace cuatro siglos, los Ming han vuelto en forma de inversores chinos que salen de forma masiva de su país para conquistar el mundo. La internacionalización del tejido productivo chino pasa por una etapa de consolidación y búsqueda de nuevos destinos estratégicos y en esta coyuntura, España se ha convertido en un lugar receptor neto de inversiones de China con una importante diversificación sectorial. En 2014 invirtieron 600 millones de euros, un 49% más que el año anterior. Y parece que este año a punto de terminar volverán a subir esa inversión otros dos dígitos, en torno a 12 puntos porcentuales.
Las últimas operaciones empresariales se centran en sectores como el turístico, el inmobiliario y el fútbol con valoraciones más que atractivas. Precisamente, este último sector es el que ha protagonizado la última gran transacción: la compra del 45,1% del Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona por 45 millones de euros por parte del grupo chino juguetero Rastar Group, basado en la provincia de Cantón. La compra se ha hecho a 1,1 veces valor en libros, algo superior a los precios pagados por otros equipos.
La inversión en fútbol español no sólo se centra en la compra de participaciones accionariales en equipos. También se está haciendo un fuerte despliegue de inversión publicitaria, tal como puede verse con marcas como la de telefonía móvil OPPO, patrocinadora del Fútbol Club Barcelona; Huawei en equipos como el Atlético de Madrid, Rayo Vallecano y la Real Sociedad, y también la firma informática Qbao.com, con la peculiaridad de que en sus camisetas muestran incluso caracteres en mandarín, comprensibles sólo para los espectadores chinos.
Aparte del negocio del fútbol, otra de las grandes operaciones corporativas es la entrada del grupo Shuanghui en el accionariado de Campofrío –como una de las fuerzas financiadoras indirectas de la reconstrucción de la fábrica incendiada de Burgos– en un movimiento de concentración del negocio del productor chino de carne de porcino más importante del mundo. Llegó a tener hasta el 37% de la matriz, pero una buena parte la cedió a otros inversores.
El sector agroalimentario en España cuenta con importantes grupos inversores de China como Fosun, propietario del 20% del Grupo Osborne (además de un puesto en su Consejo de Administración); Changyu con la mayoría accionarial de las Bodegas Marqués de Atrio, una de las principales bodegas de la Denominación Rioja, mientras que el grupo SSCW, filial del Grupo Bright Food, compró hace escasamente dos meses el 72% de la cadena de distribución alimentaria Miquel Alimentació por 110 millones de euros, pagando 23,4 veces beneficio por acción.
Por el lado inmobiliario y turístico, el agente chino más activo es el Grupo HNA con dos importantes operaciones: la compra del 29,5% de NH Hoteles y del 49% del holding turístico Globalia. Este grupo turístico, que comenzó hace décadas con la aerolínea Hainan Airlines localizada en la isla de Hainan, se ha consolidado como la cuarta aerolínea de China por tamaño de flota solamente por detrás de las tres competidoras estatales. HNA gestiona 16 aerolíneas, 15 aeropuertos, 11 hoteles de lujo y decenas de centros comerciales con una cifra de negocios de 170.000 millones de yuanes (23.600 millones de euros).
Otras operaciones destacadas se encuentran dentro del sector industrial, como la consolidación de China National Bluestar dentro del mercado de los sintéticos o la expansión de la naviera China Shipping en el tráfico de contenedores, en especial, en el puerto de Barcelona, a la que se ha añadido la nueva terminal de contenedores gestionada por el grupo chino Hutchison Harbour.
El contexto inversor actual en España abre la puerta a otras operaciones que están en marcha o en una primera fase de desarrollo entre China y España. El sector bancario es una de las asignaturas pendientes en el ámbito de la inversión china, donde bancos como Bank of China todavía no han desembarcado. Destacan casos como el de ICBC o el China Construction Bank (el nuevo miembro de la lista europea de bancos too big to fail) que ya han establecido operativa en España.
Precisamente, uno de los posibles impulsos a la inversión china en España es la denominada Golden Visa, que consiste en la obtención de un permiso de residencia permanente en España a cambio de invertir a partir de 500.000 euros en inmobiliario, 2 millones de euros en deuda pública española o un millón de euros en acciones o participaciones sociales de empresas españolas, o en depósitos bancarios en entidades financieras españolas.
Sin embargo, instrumentos como éste no están siendo todo lo operativos que cabía esperar. La obligación de depositar previamente el capital que se va a invertir provoca que muchos inversores chinos prefieran la Golden Visa de Portugal que tiene un límite inferior para menores de 30 años (350.000 euros) y no exige un depósito previo en frontera. Así, no es extraño que por cada Golden Visa española se concedan tres en Portugal.
En este tipo de regulaciones es conveniente tener en cuenta que, cuanto más faciliten el trabajo a los no residentes, mayor es la probabilidad de que estos identifiquen posibles inversiones capaces de generar riqueza para el país. España puede resultar particularmente atractiva por su posición de intermediaria ante Latinoamérica y como foco de atracción de inversiones hacia Europa. A España le falta muy poco para ser un Marina D’Or, ciudad de vacaciones al completo, mientras se cierran los flecos de la venta de este complejo al grupo Wanda, dueño del Edificio España y del 20% del Club de fútbol Atlético de Madrid. Pagaría 1.200 millones por este polo hotelero, peanuts, viendo las cifras que manejan.
La historia de la segunda mayor economía del mundo arroja momentos extraordinarios. Muchos de ellos protagonizados por Ming, la penúltima de las dinastías de gobernantes que conformó el embrión de lo que hoy conocemos como China. Forman parte de la Historia por ser los gobernantes que llevaron a cabo la mayor...
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Javier Santacruz Cano
Es economista y socio de China Capital.
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