Crónica
El PNV apoyaría un Gobierno PSOE-Podemos si se reconoce a Euskadi como nación
Los socialistas vascos respaldan al secretario general Pedro Sánchez, y volverán a defender su gestión en el Comité Federal
Isabel Camacho Bilbao , 26/12/2015
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En el frontispicio ideológico del PNV está escrito que Euskadi no forma parte de la nación española. Así que, llegado el momento, si cuajara en España el intento de Pedro Sánchez de formar un Gobierno de izquierdas PSOE-Podemos, los nacionalistas vascos establecerían ese reconocimiento como condición indispensable para respaldar al Ejecutivo. Sus seis votos necesarios para cualquier combinación no serán un cheque en blanco. “Estamos a la expectativa. Pero somos escépticos con que el PSOE atienda nuestra reclamación sobre el reconocimiento nacional de Euskadi. Nosotros exigimos un compromiso para la reforma constitucional, un cambio de sensibilidad. No nos fiamos”, afirma una fuente cualificada del EBB, la dirección del PNV, que prefiere no ser identificada.
Los nacionalistas vascos quieren que el próximo Gobierno español cambie su actitud con el País Vasco. La relación con el PP en los últimos años ha alcanzado cotas de desencuentro desconocidas. Son numerosas las veces que el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, han reclamado una atención de Madrid que nunca llegó.
El PNV no quiere a Rajoy en el Gobierno. Y tampoco apoyará a Ciudadanos, un partido que durante la pasada campaña electoral amenazó con acabar con el cupo vasco y retirar a Euskadi lo que entiende como “privilegios” y para el resto de partidos son derechos históricos reconocidos por la propia Constitución española.
La alternativa ahora buscada por Pedro Sánchez de conformar un Gobierno con Podemos avalado por otras fuerzas estaría bien vista por el PNV, que ve en esa posibilidad una oportunidad para la ciudadanía española y, desde luego, para Euskadi, según las mismas fuentes.
Con anterioridad a la llegada del PP a La Moncloa y a la consiguiente “regresión de la política española en la que todo lo que suene a discutir el statu quo madrileño es anatema”, el PNV mantuvo una estrecha colaboración con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tal y como ha destacado Ortuzar.
Ese espíritu de colaboración y respeto es el que demandarían los nacionalistas en el hipotético caso de que PSOE y Podemos lograran un hipotético acuerdo. El PNV está convencido de que la necesidad en política “manda mucho”. Y, actualmente, existe necesidad de llegar a acuerdos tras los resultados electorales que han configurado un mapa político muy fragmentado. “Lo que era impensable antes, ahora se puede plantear”, argumentan en el EBB.
Los resultados electorales han abierto una ventana que el PNV no está dispuesto a cerrar. Quiere dialogar, y lo hará también con Rajoy, si este se lo propusiera, pero tiene claro que el aire renovado que busca difícilmente procederá del PP. Su estrategia es que los partidos vascos se pongan de acuerdo primero, aunque no estén todos. Su aspiración es llegar a un consenso en el que puedan entrar los socialistas y la izquierda abertzale. De esta manera ampliarían el consenso de 1979. El siguiente paso sería la negociación con Madrid.
Una nueva mayoría absoluta del PP habría abortado cualquier posibilidad de acuerdo. Pero con los resultados del 20D nace una fase nueva que el PNV aprovechará para jugar sus cartas. Los nacionalistas quieren otro modelo de Estado. Y ello significa el ya citado reconocimiento nacional de Euskadi, una modificación del marco jurídico político que conceda a los vascos un nuevo estatus; la transferencia de las competencias pendientes que viene reclamando el Gobierno vasco (prisiones y control de puertos, entre otras); respeto al autogobierno y a las decisiones adoptadas por el Parlamento vasco y al concierto económico. El foco está colocado sobre el derecho a decidir. Podemos lo considera irrenunciable, y Sánchez lo incluye, con otras palabras, en la propuesta que ha trasladado a Pablo Iglesias. “Reforma constitucional: derecho a decidir de todos los españoles su propio futuro”. Eso sí, “sin romper la soberanía nacional”.
Las relaciones de los nacionalistas con Podemos-Ahal dugu son pésimas. Las acusaciones de clientelismo tras la irrupción de la marca morada en las elecciones del 24M son una constante en ayuntamientos y diputaciones vascas. Pero comparten la defensa del derecho a decidir, fundamental para suscribir acuerdos.
En cuanto a EH Bildu, su debacle electoral ha abierto una profunda reflexión repleta de autocrítica, en la que es insoslayable la pérdida de su tradicional suelo social en favor de Podemos. Ambas formaciones no están demasiado alejadas desde una óptica de izquierdas. Aunque sólo son dos votos, y viendo cuáles son los temas que PSOE y Podemos han puesto sobre la mesa (derecho a decidir y política social) no quieren convertirse en un obstáculo, conscientes de que un Gobierno de amplia base progresista acelerará la desaparición ordenada de ETA que reclaman.
En cuanto a Sánchez, este no se ha puesto todavía en contacto con el PNV. Tampoco Rajoy, indican en el PNV. Pero habrá tiempo: las negociaciones entre partidos en Madrid van para largo, sospechan en el EBB.
El acercamiento entre el PNV y Sánchez no debería ser muy difícil dadas las buenas relaciones con los socialistas vascos. Los pactos con el PSE permiten la gobernabilidad nacionalista en las instituciones. “Son dos partidos históricos diferentes pero con trayectorias paralelas, que han tenido claro el sentido de la democracia”, resalta un dirigente vasco del PSE que prefiere no ser identificado. En medios de este partido no dudan de que el PNV avalaría un Gobierno de izquierdas en España liderado por el PSOE.
Los socialistas vascos, con Sánchez
Los socialistas vascos respaldan a Sánchez sin fisuras y volverán a defender su gestión en el Comité Federal del lunes, según han asegurado estos días en medios del socialismo vasco. En el encuentro se enfrentará la apuesta del secretario general por Podemos con la de Susana Díaz, que exige al partido de Iglesias que renuncie a su defensa del derecho a la autodeterminación. La opinión de la federación vasca siempre ha sido respetada y valorada en el Comité Federal.
La presidenta de la Junta de Andalucía no goza de simpatías no ya en Euskadi sino en la dirección vasca de su partido. Aún se recuerdan sus palabras de que “habría que modular” el cupo vasco porque los vascos reciben más dinero que otras comunidades autónomas.
Su declaración provocó que la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, le corrigiera afirmando que el País Vasco no tiene "un régimen privilegiado" sino "un sistema de riesgo", y que no recibe dinero de la Administración General del Estado (AGE). Por el contrario, lo aporta.
El liderazgo de Pedro Sánchez está respaldado en Euskadi por el 49,77% de los votos, frente al 34,31% que logró Eduardo Madina y el 15,09% de José Antonio Pérez Tapias en las primarias de julio pasado.
Las diferencias entre Sánchez y Díaz no tendrían por qué impedir que el PSOE salga “fortalecido”, resaltan fuentes del PSE. A lo largo de la historia del PSOE “siempre ha habido dos almas, una combativa y otra reflexiva. Ahí están los casos de Felipe González y Alfonso Guerra o Ramón Jáuregui y Nicolás Redondo en el País Vasco”, recuerdan.
Los socialistas vascos están viviendo los peores resultados de su historia en la comunidad autónoma. “En Euskadi no se tomado en serio dirigir un partido que está en sus horas más bajas. Somos una sucursal de Madrid, alineados con Pedro Sánchez. El problema de los socialistas vascos es que no tienen posición propia”, critica un histórico militante.
El PSE tiene que subsistir y la colaboración existente entre socialistas vascos y nacionalistas facilitaría en gran medida el apoyo del PNV al intento de Sánchez de formar un gobierno progresista. La reforma de la Constitución, el derecho a decidir y otros aspectos como una renta básica para toda España, que en Euskadi ya existe (la Renta General de Ingresos), y completar las transferencias contentaría a un PNV deseoso de aprovechar ese viento fresco que se anuncia. “Pero no nos fiamos. Escucharemos cuando nos llamen. Aunque no vamos a renunciar a que se reconozca que Euskadi es una nación”, insisten desde la dirección del PNV.
En el frontispicio ideológico del PNV está escrito que Euskadi no forma parte de la nación española. Así que, llegado el momento, si cuajara en España el intento de Pedro Sánchez de formar un Gobierno de izquierdas PSOE-Podemos, los nacionalistas vascos establecerían ese reconocimiento como condición...
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Isabel Camacho
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