Sueldos de los altos cargos del Estado: juntos, revueltos y no del todo claros
Un estudio de la Fundación ¿Hay Derecho? denuncia la falta de coherencia en las retribuciones de los máximos responsables de la Administración General del Estado (AGE) y la opacidad de datos en el Portal de Transparencia del Gobierno
Héctor Asensio Gómez 27/01/2016
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La retribución anual bruta que el director general de Acuamed (actualmente de máxima actualidad) percibió en 2014 duplicaba a la de la ministra de Empleo (128.893,85 euros frente a 68.981,88); aunque ambos se encontraban lejos de lo que percibió el presidente de Segittur (Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas), con un bruto anual de 139.622,65 euros. Y los tres estaban aún más lejos de la remuneración del presidente de Enusa (empresa pública que diseña y abastece de combustible nuclear a las centrales españolas y extranjeras), cuyo sueldo fue de 210.000 euros. Y, mirándoles desde muy lejos a los cuatro, se encontraba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con ‘apenas’ 78.000 euros anuales, según los últimos datos disponibles del Portal de Transparencia del Gobierno. El jefe de la empresa España S.A gana bastante menos que algunos de sus subordinados.
Retribuciones confusas y no del todo transparentes. Ésta es la principal conclusión del Análisis de los sueldos de los máximos responsables y altos cargos de la Administración General del Estado y las empresas y entes del sector público estatal, elaborado por la Fundación ¿Hay Derecho?, que además denuncia la falta de coherencia en la asignación de dichos sueldos.
El estudio analiza los salarios de los cargos electos (presidente del Gobierno, los 350 diputados y 266 senadores); y cargos no electos. En esta última categoría se incluyen, por una parte, los altos cargos de la Asministración General del Estado (ministros, secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales y asimilados), y, por otra, los máximos responsables de los entes y empresas públicas estatales. Según el inventario de entes del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, hay 409 organismos públicos a nivel estatal además de la propia Administración General del Estado.
Quien se aventure en el proceloso mundo de las retribuciones públicas en la Administración española descubrirá que la claridad brilla por su ausencia. Frente a otros países como EEUU, donde los sueldos de estos altos funcionarios están publicados y desgranados hasta el más mínimo detalle, el informe defiende las serias dificultades existentes a la hora de designar lo que se entiende por “sueldo”, y que sería más acertado hablar de “paquete retributivo”, compuesto por una parte fija, otra variable “y un conjunto de prestaciones sociales”.
“Conocer el paquete retributivo de los máximos dirigentes no es una tarea fácil. Lo más sencillo de encontrar es la retribución fija (el salario fijo) y, en el mejor de los casos, la retribución variable”, reconoce Jaime Castellano –autor del análisis sobre los sueldos de los altos cargos--, quien sentencia que “la coherencia no está muy clara al analizar los sueldos públicos”, ya que las webs de las empresas públicas y el Portal de Transparencia sólo recogen el salario anual en bruto, sin contar otros pluses o, como suele decirse en el mundillo empresarial, “intangibles”.
El estudio recoge en sus conclusiones que las retribuciones de los altos cargos de la Administración General del Estado deberían estar vinculadas a la responsabilidad y las funciones que se desempeñan. Para ello, Castellano defiende una reestructuración de la pirámide salarial, vinculando las retribuciones a la responsabilidad y funciones desempeñadas donde, lógicamente, el presidente del Gobierno ocuparía el peldaño más alto.
Pero no basta con ello, ya que la medida debería ir acompañada de otros cambios a otros niveles, como la mejora de la democracia interna de los partidos y la profesionalización de los puestos directivos de los entes públicos. La editora de la web Sueldos Públicos, Inés Calderón, apuntilla esta reivindicación, subrayando que en algunos casos el único mérito para ocupar un alto cargo en la Administración General del Estado es sencillamente haber ido moviéndose por las bambalinas del partido político de turno, haciendo méritos no siempre vinculados necesariamente a la cualificación profesional.
¿Bien pagados?
La gran pregunta: al margen de problemas de transparencia y de definir lo que se entiende por “retribución”: ¿los altos cargos están bien pagados en comparación con los países de nuestro entorno y de la OCDE? Castellano considera que “los límites están bien establecidos pero no bien asignados”. “Los cargos más codiciados son los del sector público estatal, no los de la Administración General del Estado”, recalca, y lo atribuye a la cantidad de complementos e intangibles que elevan considerablemente las cantidades iniciales.
En el caso del presidente del Gobierno, el informe recoge amplia disparidad entre lo que cobran otros líderes europeos y mundiales. Así, el sueldo del presidente de EE.UU es de 400.000 dólares al año (367.500 euros), mientras que el del primer ministro del Reino Unido es de 142.000 libras (186.000 euros). El sueldo de Angela Merkel se aproxima a 270.000 euros al año, mientras que el presidente de Francia percibe 178.000 y el de Italia, casi 115.000 euros.
Las retribuciones varían en buena medida porque la economía y la riqueza de los países son diferentes. Por este motivo, a la hora de comparar el sueldo del presidente de España con el de otros líderes mundiales, conviene utilizar ratios y no fijarse en las cifras absolutas. Así, por ejemplo, atendiendo al PIB per cápita de cada país, el sueldo del jefe del Ejecutivo español es 3,4 veces superior, frente al 7,6 de Alemania y el 5,2 de Grecia.
Aunque el sueldo del presidente español se sitúa a la cola en todas las comparativas internacionales, el estudio recalca que el jefe del Ejecutivo dispone de “un amplio abanico de prestaciones sociales” (durante su mandato no tiene prácticamente que asumir ningún gasto, ya que lo tiene cubierto por cuenta del Estado: residencia oficial, vacaciones, desplazamientos y gastos diversos).
Qué hacer
En este sentido, una de las conclusiones del informe es la delimitación de los gastos de tipo personal que tiene cubierto el presidente durante su mandato y, como mínimo, excluir las vacaciones con cargo a los PGE (David Cameron viaja en aerolíneas low cost); y, en función de lo anterior, ajustar al alza la retribución que percibe. “Sin conocer lo que tiene cubierto el presidente y la cuantía del ajuste a realizar, resulta complicado proponer una nueva cifra de retribución del presidente”, sentencia el estudio.
En relación con la transparencia en general de los altos cargos, el informe recomienda un mayor desglose en la retribución, que el Portal de Transparencia recoja los salarios de los máximos responsables de todos los entes del Inventario del Sector Público Estatal (INVESPE), y que “la política retributiva de los altos cargos públicos garantice que aquellos con más funciones y nivel de responsabilidad sean los que más cobren. Esto implica dar la vuelta al actual esquema retributivo, en el que los que menos cobran son el presidente y los ministros”.
La retribución anual bruta que el director general de Acuamed (actualmente de máxima actualidad) percibió en 2014 duplicaba a la de la ministra de Empleo (128.893,85 euros frente a 68.981,88); aunque ambos se encontraban lejos de lo que percibió el presidente de Segittur (Sociedad Estatal para la...
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