(Esta sección de fotografía está coordinada por Rosa Muñoz y pretende ofrecer a nuestros lectores una visión panorámica, rica y diversa de la creación fotográfica actual a través de la obra de autores con una destacada mirada personal. Esta creación contempla todo tipo de fotografía e incluso mezclas con otras artes visuales como son el vídeo y medios electrónicos.)

La serie comienza con Mara León, que narra en texto e imágenes su vivencia de una mastectomía. 

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Sentí cerca la muerte. El cáncer se llevó una parte de mi cuerpo, un pecho, el izquierdo concretamente. Me dolieron las heridas emocionales mucho más que las físicas. Me enfrenté al adiós, a la ausencia y al duelo de la pérdida. El tiempo ha pasado, sigo aquí. Viviendo desde esa ausencia.

Unas 26.000 mujeres son diagnosticadas de cáncer de mama a lo largo del año en España, muchas son sometidas a una mastectomía radical, que consiste en la amputación de uno o ambos pechos. Una vez pasados los tratamientos, necesitamos sentir la integridad de nuestro cuerpo. Esta ausencia va mucho más allá de lo físico y  lo estético, las secuelas psíquicas son infinitas, sentimos y necesitamos vernos reconstruidas.

En España la política sanitaria y la sanidad pública no recogen la reconstrucción mamaría como una necesidad vital, por lo que las listas de espera para esta intervención se pueden alargar desde dos hasta cinco años superando en ocasiones estos plazos dependiendo de la provincia o la comunidad.

El reflejo que proyecta el espejo en el que nos miramos día a día se convierte en un compañero de camino difícil de aceptar.

Esta situación es la que me hizo contactar con mujeres de otras provincias donde por desgracia las experiencias y testimonios que me daban se alejan de protocolos sanitarios razonables y nos plantean listas de espera interminables. Esta no ha de ser una lucha, pues ya es un derecho que como mujeres tenemos. El problema ante esta situación es la falta de concienciación política y sanitaria ante la necesidad que como mujeres tenemos a ser reconstruidas en un plazo razonable tras la enfermedad.

Siempre he pensado que el arte es algo que va mucho más allá de lo que vemos, escuchamos, tocamos o saboreamos, es un paso más, que viaja desde lo formalmente establecido para adentrarse en mares de arenas resbaladizas que no nos dejan indiferentes.

Como artista siento la obligación personal y moral de contar la realidad, nuestra realidad --730-- es un proyecto que nace del compromiso con uno mismo, pero también con lo que nos rodea.

Dos años son 730 días.

El día 19 de octubre nace 730, un esfuerzo compartido.

Todos los días fotografío mi cuerpo mutilado.

Todos los días, un grupo de voluntarios pega una de esas imágenes junto con un texto de Angelina Delgado Librero en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla recordando así el duro olvido al que nos enfrentamos.

El final del texto resume el proyecto y dice así: “A las cicatrices hay que mirarlas de cerca para comprender su juego de distancias y magnitudes. Quiero hacer el esfuerzo de convertir una perdida en algo útil. Voy a mirarme cada día. Quiero que tú lo hagas conmigo”.