En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
El fiscal y el juez que mandaron a la cárcel a los titiriteros ya aparecieron juntos en las revelaciones derivadas de las filtraciones de Wikileaks. El diario El País documentó en noviembre de 2010 los contactos entre la Embajada de EEUU en Madrid y el entonces fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y el todavía fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza. Ambos son citados, en informes de la legación diplomática, como colaboradores con los que habló la Embajada para presionar sobre el archivo de causas judiciales abiertas en España contra militares y políticos estadounidenses.
Concretamente, El País señalaba que, en abril de 2009, el fiscal Javier Zaragoza llamó por teléfono a la embajada para contar que él haría “todo lo posible para que el caso de Guantánamo no cayera en manos de Garzón, sino en las del juez Ismael Moreno”. Zaragoza se habría comprometido a que, según afirmaba la información, "si Garzón se empeñaba en quedarse con el caso, él mismo airearía que ese juez optó por no investigar nada al respecto cuando tuvo datos para hacerlo años antes".
Hubo más. Los cables de Wikileaks revelaron que la Embajada de EE.UU. también presionó en el caso José Couso, cámara de Tele 5 y un ser humano que adoraba el periodismo y se arriesgaba por que la sociedad viera lo que él mismo veía a través del visor de su cámara. José Couso murió en el Hotel Palestina de Bagdad en 2003 (durante la ilegal invasión de Irak) por fuego norteamericano. Al lado de sus compañeros, que se salvaron de casualidad.
El fiscal Zaragoza también había prestado oídos para lograr el fin de la jurisdicción universal que formaba parte del sistema jurídico español. Le molestaba a EE.UU. Y a Israel. Ya no disponemos de esa competencia. El PSOE la mermó y finalmente la liquidó por completo el Gobierno de Mariano Rajoy.
Zaragoza confirmó los contactos, y argumentó que se habían producido en la más estricta legalidad.
El caso es que en la desorbitada actuación judicial sobre los titiriteros, a los dos artistas se les ha aplicado el régimen especial de colaboración con banda armada, según informa la SER.
Jueces para la Democracia cree que este caso atenta contra derechos fundamentales, alerta de´”abuso de detenciones” y expresa su temor a que “se consolide en la judicatura una doctrina expansiva de la limitación de la libertad”. Amnistía Internacional ha pedido hoy la retirada de todos los cargos contra los titiriteros.
Los que están imprimiendo esas directrices cuentan en su trayectoria con actitudes como las que se revelaban a raíz de Wikileaks. Javier Zaragoza es el fiscal jefe de la Audiencia Nacional. El sábado se encontraba de guardia la fiscal Carmen Monfort. Fue relevada en el caso por otro, Pedro Rubira, quien firmó el auto de libertad con cargos de los titiriteros. Fuentes de la Audiencia Nacional han informado a @eldiarioes que “quien ha estado tutelando la postura del Ministerio Público desde el primer momento es el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza”.
Los viejos textos salen del pasado porque las noticias no mueren, al menos de momento.
--------------------------------------
Artículo publicado en el Periscopio, blog de la autora.
El fiscal y el juez que mandaron a la cárcel a los titiriteros ya aparecieron juntos en las revelaciones derivadas de las filtraciones de Wikileaks. El diario El País documentó en noviembre de 2010 los contactos entre la...
Autor >
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí