José María Gutiérrez, alias Guti, un maravilloso jugador de fútbol que pudo haber sido mucho más de lo que fue, dijo antes del derbi que ningún jugador de este Atlético podría ser titular en este Real Madrid.  Hubo quien interpretó que la intención de Guti era hacerle un feo al equipo que ahora manda en la capital e incluso algunos aficionados atléticos decidieron irritarse con la frase del de Torrejón de Ardoz. La realidad es que los atléticos deberían estar muy agradecidos a Guti por su reflexión, esa que comparten otros muchos aficionados e incluso ilustres madridistas, porque ese tipo de pensamientos es el que forma parte de la gasolina competitiva del Atlético, ese equipo que no tiene tanto dinero pero sí más ilusión y que, gracias a ese tipo de combustible verbal, jaleado y secundado por diferentes medios de (in)comunicación, sigue creciendo de manera imparable.  Gracias Guti porque con tu particular gusto futbolístico, lejos de depreciar la marca atlética, la has elevado en todo su esplendor. Gracias Guti por decir que ningún atlético podría jugar como titular en tu Madrid porque, de estar en lo cierto, resulta doblemente meritorio que un equipo donde ningún futbolista cabría en su rival haya sido capaz de derrotarle, en su propio campo, con apenas 58 horas de descanso.

Gracias Guti porque, después de tu reflexión y viendo las estadísticas oficiales de la Liga –el Madrid con una semana entera para preparar el duelo corrió 11 kilómetros menos que el Atlético, que sólo tuvo un par de días--, el fútbol te ha dado la razón, porque ningún jugador de Simeone podría jugar, de titular, en un equipo que, como el propio Zidane reconoció, no tuvo actitud, ni ganas, ni voracidad, ni rebeldía, ni ardor guerrero para meter más la pierna. Gracias Guti porque, desde tu sabiduría y experiencia, has fomentado el caldo de cultivo ideal para que los atléticos estén orgulloso de unos jugadores que, aunque a ti no te encajen en el Madrid, son una digna alternativa de poder que aventaja a tu equipo en el campeonato doméstico, en cuatro puntos y con 400 millones menos de presupuesto. Gracias Guti por tu discurso, porque, gracias a que muchos piensan como tú, el Madrid sigue mentalmente en Lisboa y el Atlético, que debería haber desaparecido después de aquella fatalidad, apenas ha perdido un partido de los últimos diez frente al Madrid.

Gracias Guti, porque mientras algunos te han prestado atención cuando has dicho que ningún jugador del Atlético podría jugar en el Madrid,  otros han preferido responderte, desde la victoria, pero con humildad, con la misma elegancia con la que tú tratabas el balón. Gracias Guti de parte de todos los atléticos por tu incuestionable contribución a espolear a un grupo humano que compitió en desigualdad, que no apeló a la falta de descanso y que se fue del Bernabéu con la mirada limpia y el deber cumplido. Gracias Guti por ser una voz autorizada en la materia, porque después de que varios entrenadores, periodistas y aficionados pensasen, durante años e injustamente, que no podías ser titular en ese Madrid, ahora consideras que, en ese mismo equipo, que ahora marcha tercero, no podría jugar ningún jugador del segundo clasificado.  Gracias Guti, por motivar a unos jugadores que, aunque no podrían ser titulares en el Madrid según tu criterio, han demostrado que no les hace falta, porque saben qué camiseta llevan, qué escudo defiende y a quién representan. Gracias Guti, porque con tus palabras, fuesen desde el desprecio o desde el rigor, has sido parte activa del motor indesmayable de un equipo que no tiene ni el sistema ni la calidad del Madrid, ni falta que, por lo visto en el campo, le hace.  En nombre de todos los atléticos, gracias, Guti.