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Un titular tiene que ser atractivo. Cuanto más mejor. En esta caza mayor donde la pieza abatida es la escurridiza atención del receptor, no hay que desdeñar ninguna de las armas disponibles, desde el guiño cómplice o la insinuación, el juego de palabras equívoco e incluso una mentirijilla venial. O directamente, una trampa para osos. “Sexy”, lo llaman.
Quienes saben de ese oficio de tinieblas que es el periodismo moderno han declarado obsoletas las apelaciones a la ética y las acusaciones de sensacionalismo (¿qué es eso?) ante la urgencia digital, y culpan a las redes sociales, con su fiebre cinegética por el like y el retweet, de la invasión del titular tentador y anglófono.
Como este de La Razón: “El ‘cardenal Richelieu’ tiene despacho junto a Carmena en el Palacio de Cibeles”. Nuria Platón. La Razón (21-3-2016)
El cebo resulta muy suculento, el lector o espectador (perdón por el arcaísmo: ahora “usuario”) de las innumerables versiones para el cine o la televisión de la novela Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas. La imaginación vuela: ¿acaso el Ayuntamiento de Madrid habrá adquirido un retrato –como los de Philippe de Champaigne-- del más famoso cardenal de la historia de la literatura? Rara noticia sería esa, dada la austeridad en la gestión del consistorio madrileño.
“La fiambrera de Carmena”. “Carmena ha renunciado a los 30.000 euros anuales que tiene asignados para gastos de representación y se niega a gastar ni un euro de las arcas municipales en invitaciones a comidas. La semana pasada, un alto mando militar quiso comer con la alcaldesa para despedirse por cambio de destino, y Manuela Carmena le propuso compartir mantel en el comedor del Ayuntamiento. Crema de calabaza y pollo en salsa fue el menú que el militar degustó con la alcaldesa y que ella misma había cocinado el día antes en su casa”. LA VANGUARDIA (20-3-2016).
Claro que también podría haber salido gratis y la pintura que decorase el despacho de la alcaldía proviniera de algún desván ignoto, víctima de un funcionario indolente o desaprensivo: “Un informe del Tribunal de Cuentas destapa graves irregularidades en Patrimonio Nacional”. El PAÍS (17-3-2016). Pero ya Patrimonio Nacional ha corrido a negar con rotundidad tal posibilidad (“En relación a la información publicada hoy en el diario El País, la Institución quiere manifestar que no existe, hasta el momento, ningún informe de fiscalización aprobado sobre ese Organismo.” 17/03/2016), así que quizá la información de LA RAZÓN se refiera a un rodaje cinematográfico y es por eso que de nuevo Richelieu pasea sus púrpuras por la capital, piensa el disciplinado lector/a y usuario/a. No sería la primera vez: Los tres mosqueteros de Richard Lester –la mejor adaptación de todas-- fue rodada en España en 1974 con Charlton Heston como Richelieu; un malo como Dios manda. Los malvados siempre son atractivos –sexys--, mucho más que el héroe. Bien lo sabía Alejandro Dumas (padre), posiblemente, uno de los escritores más sexys de la Historia. Y no por sus encantos mulatos, sino por su habilidad legendaria –también la de sus “negros”-- para crear historias seductoras, verdadero inventor del best seller.
El cebo de la mención a Richelieu y la posibilidad de un remake con los inmortales D’Artagnan, Athos, Porthos y Aramis surten efecto: no hay más remedio que leer el cuerpo de la noticia para poder confirmar las altas expectativas que ha creado el titular:
“El extenso currículum de Luis Cueto y sus largos años de servicio al ciudadano en la Administración Pública hace tiempo que quedaron empañados por la sombra del nepotismo que, desde su nombramiento, planea sobre él. No importa que en anteriores legislaturas hubiese sido designado como cargo de confianza por otros partidos, porque es el sobrino político de la alcaldesa, Manuela Carmena.
Por si esto fuese poco, le puso al frente de Ifema –sin sueldo, eso sí–, una de las instituciones más importantes y cuya gestión comparte con la Comunidad de Madrid. Y, ahora, delega en él uno de los capítulos más espinosos a los que se ha enfrentado la regidora, porque al margen de los desaciertos con la programación de Navidad o del Carnaval, la aplicación de Memoria Histórica ha expuesto como nadie el revanchismo e inexperiencia de sus ediles”.
La información-opinión (género emergente) no deja lugar a dudas: se trata de una muy confusa denuncia sobre la gestión del Ayuntamiento de Madrid (una más). Entonces, ¿qué ha pasado con el malvado cardenal? ¿Dónde está? Solo en la frase final se desvela la trampa de la seducción: “Dejar en manos de Cueto la aplicación de esta ley es la forma de Carmena de ocuparse personalmente del asunto, porque juntos forman un tándem imparable, como Luis XIII y el cardenal Richelieu.”
No habíamos reparado en el entrecomillado, ese invento del Averno periodístico. Antes, las comillas eran usadas en un titular únicamente para reproducir una cita textual; ahora nadie sabe hasta dónde puede llegar este signo de puntuación, casi emparentado con los efectos especiales cinematográficos. Las comillas se han convertido en el croma de la expresividad tituladora, una pantalla verde sobre la cual superponer cualquier imagen --a conveniencia--, mejor cuanto más fantástica, en una escalada armamentística de lo sexy.
“Refugiados sexys: la cuenta de Instagram que indigna a las redes sociales”
“Hot Migrants recoge imágenes de decenas de solicitantes de asilo. Según reza el lema de su perfil, allí pueden encontrarse imágenes de "hombres guapos de camino a Europa. Sus países pueden estar derrumbándose pero su sex appeal continúa fuerte".
Terrible, sí, pero, al fin y al cabo, consecuencia de los malos usos de Internet, que todo lo frivoliza. Nada que ver con la prensa llamada “seria”.
“Podemos deja de correr” Francesco Manetto, web de El PAÍS (19-3-2016).
Ni al intrigante Richelieu se le hubiera ocurrido tan enjundioso titular. Junto al texto, la imagen de Pablo Echenique, candidato a secretario de Organización de Podemos tras una crisis en su partido, y su líder, Pablo Iglesias. La fotografía, con un recorte burdo, no muestra que está en silla de ruedas. Todo el mundo sabe que Echenique sufre desde niño una enfermedad degenerativa (atrofia muscular espinal) y que usa silla de ruedas por su discapacidad (del 88 %); pero el título pretende pasar por metáfora política. El estupor nos obliga a pulsar, con un dedo tembloroso, sobre la noticia, incrédulos, pero también mesmerizados por la combinación de imagen y texto, sin poder dar crédito a lo que leemos/vemos/usamos. ¿Estamos ante el titular más sexy de la Historia reciente del Novísimo Periodismo? ¿O quizá todo lo contrario? No hay tiempo de reflexionar sobre ello: el espejismo de lo digital hace que el titular mute a los pocos minutos. Las webs periodísticas son sueños o pesadillas y alguna vez hemos de despertar: “Rectificación”, lo llaman los defensores del lector, ignorantes de la naturaleza fantasmagórica del titular sexy.
Un titular tiene que ser atractivo. Cuanto más mejor. En esta caza mayor donde la pieza abatida es la escurridiza atención del receptor, no hay que desdeñar ninguna de las armas disponibles, desde el guiño cómplice o la insinuación, el juego de palabras equívoco e incluso una mentirijilla venial. O...
Autor >
Pilar Ruiz
Periodista a veces y guionista el resto del tiempo. En una ocasión dirigió una película (Los nombres de Alicia, 2005) y cada tanto publica novelas. Su último libro es "La Virgen sin Cabeza" (Roca, 2003).
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