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Desvanecidas ya las últimas posibilidades de Gobierno. En un impredecible giro en los acontecimientos nos abocamos a un segundo sufragio para decidir el futuro de don España. ¡Sorpresa! Se han puesto todos de acuerdo en no ponerse de acuerdo. Lo que parecía que iba a suceder, ocurrió. Recuerda mucho la situación a la famosa película de Billy Wilder, Con faldas y a lo loco (1959), sobre todo la última escena, la más mítica. “No soy rubia natural. No me importa. Fumo, fumo muchísimo. Me es igual. Tengo un horrible pasado. Te lo perdono. Nunca podré tener hijos. Los adoptaremos. Soy un hombre. Nadie es perfecto”. Esta maravillosa escena que sin duda ha provocado risas en muchas generaciones se asemeja bastante bien a mi visión de estos momentos de desgobierno. España tenía la misma pinta de conseguir un Gobierno que Jack Lemmon (Jerry) la tenía de ser la encantadora Daphné. Sin mayoría clara por ningún lado, el español miraba sorprendido a un lado y a otro del hemiciclo sin encontrar solución a este rompecabezas. Pactos con nombres de países, acuerdos sin apoyos, ofensas a diestro y siniestro pero, como era de prever, de formar gobierno nada de nada. A pesar de esta situación nuestro optimismo no temblaba y como el multimillonario Osgood Fielding (Joe E. Brown) al timón de su lancha, seguíamos esperando con credulidad levantarnos una mañana y tener un gobierno calentito para acompañar el café. No solo no hay Gobierno, tampoco hay una taza limpia.
“Soy casta. No me importa. Soy una mafia popular. Me es igual. Tengo un pasado manchado de cal viva. Te lo perdono. No tengo principios. Los adoptaremos”. Así pasaban nuestros días hasta que ya la peluca se ha caído y mientras caía al suelo a cámara lenta hemos vislumbrado la verdad: toca volver a votar.
No podemos decir que no nos lo esperábamos, Daphné es un hombre. Solo nos falta volver a nuestra mesa electoral con el calor de un 26 de junio, cara de resignación y en la mente el “nadie es perfecto” que llevamos asimilando ya unas semanas.
Desvanecidas ya las últimas posibilidades de Gobierno. En un impredecible giro en los acontecimientos nos abocamos a un segundo sufragio para decidir el futuro de don España. ¡Sorpresa! Se han puesto todos de acuerdo en no ponerse de acuerdo. Lo que parecía que iba a suceder, ocurrió. Recuerda mucho la...
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