Manifestación del Hogar Social Madrid el pasado 21 de mayo
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Hace unos días, un grupo de miembros del colectivo nazi Hogar Social Madrid subieron al mirador del Ayuntamiento de la capital para descolgar de él una pancarta que decía: “Españoles Welcome”. Españoles, bienvenidos. Españoles, bienvenidos a España. A los viandantes que en ese momento pasaban y observaban la escena desde alguna de las aceras de la plaza podríamos dividirlos en cuatro grupos, según la reacción. El primero y más abundante, el de quienes, al ver la pancarta, luego miraron alrededor para comprobar que no estaban en Alemania o Inglaterra. Tras verificar que aquello era tan España que allí estaba La Cibeles, volvían a levantar la vista hacia el mirador y se rascaban la cabeza intentando entender algo. El segundo grupo fue el de quienes debieron de pensar inmediatamente “ya está Carmena gastándose el presupuesto de cultura en performances y gilipolleces. Donde se pongan Gila o Tip y Coll que se quite cualquier artistucho de Lavapiés aficionado al surrealismo”. El tercero de los grupos fue el de quienes vieron claro que se trataba de un mensaje político y electoralista de los chicos de Ahora Madrid, pensando en el millón de emigrados por la crisis. Un llamamiento para que pillaran un Ryanair y se pasaran por casa el 26J, bienvenidos de vuelta, para ayudar a dar el empujón en las urnas. El cuarto grupo eran nazis vestidos de transversalidad que, con el tatuaje de la esvástica en el tobillo, tapado por un calcetín alto, aplaudían a los compañeros, héroes que habían pagado los dos euros por subir al mirador y marcar un gol en nombre de España para empatar con el cartel de bienvenida a los refugiados que huyen de la guerra.
La estrategia de movimientos neonazis como Hogar Social Madrid es más simple que la tabla del cero: copiar los usos y costumbres de movimientos activistas del entorno del 15M y añadirles un anexo racista disfrazado del vacío “los españoles primero”, lema que lo mismo sirve para patear a un vagabundo entre diez rapados, que para, aprovechando que la crisis pasa por España, darle cobijo en la casa ocupada, porque el vagabundo es español. Y foto compartida en Facebook, por supuesto. Si Carmena da la bienvenida a los refugiados, ellos nos dan la bienvenida a los españoles. En mi caso llevo viviendo aquí desde que nací, así que llegan unas décadas tarde, pero supongo que mejor eso que una paliza por rojo, es un detalle a agradecer. Si las plataformas sociales del 15M van a la puerta de supermercados a recoger alimentos para repartirlos entre los vecinos del barrio en apuros, allá que va Hogar Social Madrid a recoger alimentos a la puerta de supermercados para repartirlos a bombo y platillo entre los vecinos, siempre y cuando, por supuesto, sean españoles. “A veces, cuando nadie les da nada, porque la gente del barrio ya sabe que es propaganda nazi, ellos mismos compran la comida en un chino para no hacer el ridículo con el carro vacío, son gente con pasta”, me cuenta una amiga. El odio nunca fue muy creativo. Excepto para crear categorías entre quienes peor lo pasan. El dolor que crea la crisis es un dulce al que el racismo no puede resistirse.
Hace unos días, un grupo de miembros del colectivo nazi Hogar Social Madrid subieron al mirador del Ayuntamiento de la capital para descolgar de él una pancarta que decía: “Españoles Welcome”. Españoles, bienvenidos. Españoles, bienvenidos a España. A los viandantes que en ese momento pasaban y observaban la...
Autor >
Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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