El 8 de agosto, el Girona CF se convertía en la comidilla del mercado veraniego de traspasos al decidir poner fin al contrato del futbolista Álex Menéndez una semana después de su fichaje. El motivo, la rotura del ligamento cruzado del jugador gijonés durante uno de sus primeros entrenamientos. La noticia corría como la pólvora y las redes sociales no tardaron en tomar partido y pronunciarse en contra de la decisión del club gerundense. El posicionamiento de los diarios regionales y nacionales tampoco se hizo esperar. Aunque la primera en manifestar públicamente el apoyo al jugador fue la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), que a través de Luis Rubiales –su máximo representante-- anunciaba que ponían el caso en manos de sus servicios jurídicos. Desde la ciudad natal del jugador, diarios regionales de referencia como La Nueva España y La Voz de Asturias alimentaban el conflicto acusando a la entidad catalana de practicar el antifútbol con el jugador, y calificando de puñalada inadmisible la rescisión del contrato.

Por contra, diarios catalanes como Sport o Mundo Deportivo pasaban de puntillas por el caso remitiéndose al escueto comunicado en el que el club ofrecía su postura. Según el Girona, la lesión del jugador fue previa a su llegada al equipo y se remitía al convenio colectivo que establece “que, en el transcurso de los 15 días preceptivos para la realización de las pruebas médicas que determinan la aptitud física del Jugador, el club puede rescindir el contrato del jugador si lo estima oportuno”.

Pasados los primeros coletazos y el efecto bola de nieve que tuvo la noticia en Twitter, la luz en torno al caso Álex Menéndez sigue siendo escasa. En las únicas declaraciones que el exjugador del Girona ha querido realizar a los medios, concretamente al diario Marca, relata cómo se produjo la lesión: "El lunes día 1 fui presentado. Me hicieron el reconocimiento médico y me dijeron que estaba todo bien, que llegaba como un avión. El martes empecé a entrenar. Por la mañana completé todo el entrenamiento sin problemas. Por la tarde, en la segunda sesión, se me resbaló el pie al presionar en un rondo. Se oyó un crujido y me levanté con dolor, aunque no me impidió acabar los últimos 15 minutos. Al terminar, me puse hielo y esperé al día siguiente. El club me dijo que probara en el entrenamiento, pero tenía mucho dolor y me fue imposible". En sus declaraciones, Álex Menéndez carga también contra el trato recibido por el doctor del club: “Me echó en cara que ya venía lesionado y me llegó a decir que se la había metido doblada. Redactó el informe a su manera. Al día siguiente, estando en la Ciudad Deportiva, recibo una llamada que me dice que ha llegado un burofax al hotel con la rescisión del contrato".

Para el Girona CF, el ruido generado a través de redes sociales ha provocado la distorsión de la historia: “Es el jugador el que decide irse después de que le ofreciéramos recuperarse en Girona. Hemos recibido insultos de toda clase en redes sociales sin que se tengan en cuenta los informes de expertos independientes. No es nuestra palabra contra la suya, otros dos informes médicos coinciden en que existía una lesión anterior”, afirman a CTXT fuentes del club que prefieren mantener el anonimato. Los informes que menciona el club, efectuados por el prestigioso doctor Ramón Cugat, considerado el mayor experto en lesiones de rodilla, y el Hospital General de Catalunya coinciden en que la lesión era anterior a la firma del contrato. La duda queda en el aire: ¿por qué los servicios médicos del conjunto rojiblanco no detectaron en el reconocimiento médico, una semana antes, los problemas de rodilla del futbolista?

No faltan las voces que critican la falta de credibilidad de los servicios médicos del club. Desde Diari de Girona apuntan a otros casos previos como el del futbolista vizcaíno Joseba Garmendia. El jugador se lesionaba en septiembre de 2012 del ligamento lateral interno de la rodilla. Los responsables médicos determinaron que la recuperación se alargaría tres semanas, pero Garmendia estuvo 16 meses en Girona en el dique seco sin jugar un solo partido. En mayo de 2013, era operado por segunda vez y un mes más tarde el Girona prescindía de sus servicios. Una vez iniciada una nueva etapa en Mirandés, Joseba Garmendia cargaba duramente contra su antiguo club: “Fue una sensación de abandono total. Me tuve que pagar la operación, mi propio fisioterapeuta y un gimnasio aparte porque en el club no tenían lo que necesitaba. La gota que colmó el vaso fue que me prometieron un mes antes que me renovarían. No sé quién es el más retrasado mental de todos, no es un club sino un puticlub". Pero el de Garmendia no es un caso aislado, hasta un total de seis jugadores han sufrido la falta de rigor de los servicios médicos gerundenses en los últimos cuatro años.

En el caso de Álex Menéndez cuentan como agravante los problemas que atravesó en su rodilla derecha, la misma que tendrá que operarse ahora, en el último tramo de la pasada temporada con el Sporting de Gijón. Para Diari de Girona, en el caso del jugador gijonés hay negligencia por las dos partes: “Cuando hacen un chequeo médico en un club profesional tienen que ver que el jugador tiene algún problema. No pueden achacarlo a que le hicieron cuatro preguntas y les dijo que todo iba bien. Y el jugador que venía tocado, no dijo que le revisaran bien la rodilla, le ofrecen quedarse aquí, recuperarse y dice que no. Esa actitud tampoco creo que sea la mejor del mundo. En todo caso, es el club el que siempre debe curarse en salud ante estos casos”.

El conflicto que protagonizan Álex Menéndez y el Girona CF no es nuevo. De un tiempo a esta parte, se ha puesto de moda ‘cortar’ a los jugadores que no pasan los exámenes médicos. El pasado verano, el Valencia CF descartaba el fichaje del brasileño del Sao Paulo Rodrigo Caio después de detectar en el reconocimiento médico problemas de rodilla derivados de una rotura del ligamento cruzado previa. Estos conflictos se derivan de una peculiaridad del fútbol español: la cláusula cuarta, del Anexo I del Convenio Colectivo para la Actividad del Fútbol Profesional. Esta disposición obliga al futbolista, en el plazo de 15 días a partir de la firma del contrato, a someterse a un examen médico para determinar su aptitud para jugar al fútbol. De ser negativo el resultado, el club puede considerar no suscrito el contrato, sin tener que pagar indemnización alguna. Consecuentemente, si el examen médico comprueba de forma fehaciente y definitiva la falta de aptitud física del jugador, como ocurre con Álex Menéndez y Rodrigo Caio, será suficiente para no continuar el vínculo laboral.

Aunque el caso más conocido en el mundo del fútbol es el del guardameta del FC Barcelona Víctor Valdés. El 26 de marzo de 2014 se rompía el ligamento cruzado. Poco después decidía poner fin a su relación contractual con el conjunto blaugrana y firmaba por el Mónaco para cuatro temporadas. El varapalo llegaba a principios de julio, cuando una vez realizado el chequeo médico el Mónaco decide echar por tierra el contrato. El asunto, que trascendió el ámbito nacional, quedó sometido al artículo 18.4 Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA.

Finalmente, en enero de 2015 la FIFA obligaba al Mónaco a pagar la ficha íntegra a Víctor Valdés estipulada en el contrato. “El Reglamento de FIFA siempre va a resolver a favor del jugador porque establece que la validez de un contrato no puede supeditarse a los resultados positivos de un examen médico. Porque el club que pretende contratar a un futbolista debe adoptar todas las medidas que considere adecuadas antes de firmar el contrato. Por lo tanto, en virtud de la contundencia de la norma, un club no deberá rescindir un contrato laboral celebrado con un futbolista. De lo contrario, el club incurre en una rescisión contractual injustificada y deberá indemnizar al futbolista, pudiendo inclusive asumir sanciones deportivas”, explica Iván Palazzo -abogado especializado en Derecho del Fútbol-.

Según asegura Palazzo, el conflicto entre el Girona y Álex Menéndez tendrá un largo recorrido judicial a tenor de las diferentes versiones dadas por el club, el jugador, los medios masivos de comunicación y la AFE: “Se tendrá que dirimir si el reconocimiento médico del jugador fue satisfactorio, si se lesionó en un entrenamiento; o si, por el contrario, el jugador estaba ya lesionado y acabó de romperse en Girona”. Para el director del Diari de Girona, Jordi Xargay, quien aporta un poco de luz sobre los servicios médicos del club en una columna de opinión del pasado 15 de agosto, “la batalla mediática ya la tiene perdida. La judicial, ya veremos. Incluso dando por buena la versión del club que dice que Menéndez llegó lesionado, el Girona se ha equivocado. Es de suponer que cuando se ficha un futbolista se mira hasta el último detalle. Con una sencilla búsqueda en Google, habría sabido que Menéndez sufrió dos lesiones de rodilla el año pasado”.

Desde que se produjera la lesión, el futbolista afronta su recuperación en su ciudad natal y será operado por el prestigioso Ramón Cugat. A pesar de declinar la invitación para participar en este reportaje, el caso ya está en manos de los abogados de la AFE quienes se han pronunciado en los siguientes términos: “El jugador ha estado jugando con regularidad entre septiembre de 2015 y mayo de 2016 con el Sporting de Gijón, por lo que la Asociación de Futbolistas entiende que no es aceptable la tesis alegada por el club de que la lesión es preexistente". Como hemos explicado anteriormente, el futbolista tuvo dos lesiones en la misma rodilla que se tendrá que operar entre los meses de marzo y mayo de 2015.