1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Clinton quiere ganar por el centro (derecha)

Superado el escollo de la rebelión Sanders, que la empujó hacia la izquierda durante las primarias, la selección de su equipo muestra que la exsecretaria de Estado opta por pescar en el río revuelto republicano

Álvaro Guzmán Bastida Nueva York , 24/08/2016

<p>Hillary Clinton</p>

Hillary Clinton

Luis Grañena

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Donald Trump necesitaba un empujón para hacerse el harakiri. Se lo dio su enemigo íntimo, el serpentino Ted Cruz, al negarle el apoyo en la Convención Republicana. “Voten con su conciencia”, dijo Cruz, utilizando la coronación de Trump como rampa de lanzamiento hacia las primarias de 2020. Desquiciado tras el feo de Cruz, Trump procedió a una extraordinaria campaña de autodestrucción: reabrió las heridas de la confrontación interna vilipendiando en público a republicanos críticos con su figura, se enzarzó durante días con los padres de un soldado caído en batalla, acusó a Obama de ser “el fundador de ISIS”, avivó las sospechas de un supuesto fraude electoral para arrebatarle la presidencia y, para rematar, sugirió que sus acólitos hicieran uso de la segunda enmienda y tomaran las armas si Hillary Clinton alcanzaba la presidencia y nombraba al sustituto del ultraconservador Antonin Scalia en el Tribunal Supremo.

En pocas semanas, Trump dilapidó la amplia ventaja de la que gozaba sobre Clinton antes de las convenciones demócrata y republicana. Trump había pasado de favorito en las encuestas a tener menos de un 20% de posibilidades de ganar en noviembre. Tal fue el tamaño de la debacle, que muchos, entre ellos el cineasta Michael Moore, empezaron a preguntarse si Trump no estaba boicoteando su propia campaña. Teorías esotéricas al margen, el constructor neoyorquino había otorgado a Clinton un balón de oxígeno en el momento decisivo. A escasos tres meses de las elecciones, la ex-secretaria de Estado recuperaba la iniciativa.

Con ese panorama afrontaba Clinton el nombramiento de su ‘equipo de transición’ la pasada semana. Dicho nombramiento marca el cambio de rumbo de las candidaturas, que se desdoblan para seguir haciendo campaña al tiempo que preparan el terreno para un hipotético gobierno. El nombramiento es una declaración de intenciones, así como una muestra del rumbo que tomará el futuro gobierno. Al equipo le corresponde planificar la transición de la campaña al gobierno, ultimando decisiones clave como nombramientos en el Ejecutivo, iniciativas legislativas y relaciones con el Parlamento. El grupo propone no sólo los nombre de los candidatos a ocupar ministerios, sino también casi 4.000 puestos en la administración pública que dependen de la presidencia. Superado el escollo de la rebelión Sanders, que le puso en jaque durante buena parte de las primarias y la empujó hacia la izquierda, a Clinton le tocaba hacer política. Y no ha dejado indiferente a nadie.

El equipo nombrado por Clinton cuenta con cinco mujeres y tres hombres y está plagado de nombres conocidos en el Partido Demócrata, la Administración pública y la Fundación Clinton. En su conjunto, la selección muestra a una Clinton contemporizadora, con vocación de presentarse como centrista, templada y estadista. “Es una lista cauta, predecible en cierta medida, llena de nombres con gran talento y décadas de experiencia, justo lo que se espera de un equipo como éste”, señala Tyler Gellasch, consultor político demócrata y abogado especializado en finanzas.

En lo superficial, el equipo nombrado por Clinton cumple con los trazos del liberalismo social del que ésta ha hecho bandera. Como se apresuró a recalcar Matthew Yglesias, columnista de la web VOX, en un artículo la preponderancia de mujeres va en línea con el compromiso de Clinton de formar el primer gobierno paritario de la historia del país si sale elegida en noviembre. Precisamente por ese lado vinieron los nombramientos más prometedores para el sector más progresista del partido, como el de Heather Bushey, economista especializada en desigualdad y conciliación familiar y laboral. Bushey, formada en la heterodoxa New School for Social Research, será la economista jefe del equipo de transición.

El equipo de la candidata demócrata está haciendo gestiones para sumar el apoyo de los mismísimos Henry Kissinger y Condoleezza Rice

Pero la inclusión de Bushey ha sido eclipsada por la elección del hombre que liderará el equipo de transición, que ha puesto de uñas a progresistas dentro y fuera del Partido Demócrata, en especial a ecologistas y defensores de los derechos laborales. Se trata de Ken Salazar, ex-secretario de Estado de interior, que en Estados Unidos se encarga de asuntos de medio ambiente, parques nacionales y geología. Salazar cumple, una vez más, el patrón del tan clintoniano liberalismo identitario: es latino, pero su pedigrí para la izquierda termina en su apellido. Como secretario de interior, Salazar abrió la puerta a las perforaciones petrolíferas en el Ártico y estuvo a cargo de la supervisión de la desastrosa respuesta al vertido de la empresa BP en el Golfo de México en 2010.

Salazar fue fiscal general y senador en su Colorado natal antes de que Obama le nombrara secretario de interior en 2009. Tras abandonar la administración, Salazar permaneció en Washington, donde trabajó como lobista del bufete WilmerHale, entre cuyos clientes se encuentran algunas de las empresas más poderosas del país.

“Los nombramientos, en especial el de Salazar, señalan que Clinton va a gobernar a favor de las grandes empresas”, lamenta desde California Norman Solomon, que fue delegado de Bernie Sanders en la Convención Demócrata el mes pasado. Solomon, que fundó la plataforma ciudadana RootsAction, es coordinador de la Red de Delegados de Bernie, un grupo de partidarios del senador de Vermont que se mantiene activo después de la retirada de la candidatura de Sanders, con el objetivo de mantener vivas sus propuestas.

“Salazar es un agente corporativo que ha ido escalando en política, primero en Colorado y luego en Washington, hasta volver a ser lobista. Es un entusiasta neoliberal que apoya tratados de libre comercio como el NAFTA, el TPP o el TTIP, cree en la ley del más fuerte en la economía y aboga por un modelo nacionalista-corporativista basado en el capitalismo sin límites y el dominio del mundo por parte de los Estados Unidos,” señala. “Es muy significativo que Hillary haya elegido a alguien así para un cargo tan importante”.

En lo superficial, el equipo nombrado por Clinton cumple con los trazos del liberalismo social del que ésta ha hecho bandera

El nombramiento de Salazar resulta problemático por un triple motivo: por un lado, su periplo del gobierno a la industria lobista para volver a la política institucional de la mano de Clinton chocan con la oposición retórica de la ex-secretaria de Estado al tráfico de influencias entre el sector privado y la administración pública. Hace un año, dos meses después de lanzar su candidatura a la presidencia, Clinton escribía un artículo de opinión en el que lamentaba como, “la confianza de los estadounidenses en su gobierno se está erosionando cada vez más… debido en gran parte a las llamadas ‘puertas giratorias’ entre el gobierno y el sector privado”.

Tratados de libre comercio y 'fracking'

Del mismo modo que el nombramiento de Tim Kaine como candidato a la vicepresidencia levantó ampollas entre el ala progresista del partido, Salazar siembra dudas sobre el viraje ideológico de Clinton en dos temas estrella de la campaña de las primarias: los acuerdos de libre comercio y la técnica de extracción de gas o petróleo por fracturación hidráulica, o fracking.

Como secretaria de Estado, Clinton apoyó sin quebrantos el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (conocido como TPP por sus siglas en inglés) impulsado por Obama. El TPP es considerado como la antesala del TTIP, un acuerdo comercial similar entre los países de la Unión Europea y EEUU. Aunque sus negociaciones se han mantenido en secreto, una serie de filtraciones han dado lugar a la presión por parte de activistas y la sociedad civil contra la aprobación del tratado.

Durante las primarias, bajo la presión asfixiante de un Sanders que encontraba un filón en el apoyo de Clinton a un tratado muy mal visto por sindicatos y ecologistas, la ahora candidata demócrata a la presidencia se posicionó contra el TPP, y llegó a decir que no permitiría su aprobación como presidenta. Algo parecido ocurrió con el fracking, Sanders proponía prohibirlo, y Clinton se comprometió a impulsar “unas regulaciones tan estrictas que no creo que haya muchos lugares en EEUU donde el fracking siga llevándose a cabo”.

Los cínicos vaticinaron entonces que dichas promesas serían agua de borrajas después de noviembre. A juzgar por los nombramientos de Kaine y Salazar –los dos más importantes que ha realizado hasta la fecha-- podrían serlo mucho antes.   

Salazar es un ferviente defensor del TPP desde su etapa en la administración. En 2015, cuando ya no era secretario de Estado sino lobista, firmó una carta al director del USA Today deshaciéndose en elogios hacia el tratado, “el acuerdo comercial más verde de la historia” del que escribió que “promueve y premia a las empresas estadounidenses que exportan nuestra energía limpia y nuestro ingenio, creando puestos de trabajo en nuestro país al tiempo que da forma al futuro de la energía renovable en el extranjero”.

La exsecretaria de Estado todavía se enfrenta a las revelaciones con cuentagotas de sus andanzas con el correo electrónico

Claro que a Salazar le iba en el sueldo defender el TPP: WilmerHale, el bufete para el que trabajaba como lobista, gastó 30.000 dólares en 2014 haciendo presión para otorgar al presidente la potestad de aprobar el tratado por la vía rápida, sin dar opción a que los congresistas –ni los ciudadanos-- lean el texto del acuerdo. (El candidato a vicepresidente demócrata, Tim Kaine, votó a favor de dicha reforma y defendió el TPP hasta dos días antes de su nombramiento). Quizá contento con el retorno de su inversión de 2014, WilmerHale volvió a la carga este año con otros 50.000 dólares dedicados a hacer lobby para la aprobación del TPP y otros tratados de libre comercio e inversiones por encargo de una gran compañía de materiales de construcción.

Con algo más de cautela que Solomon, otros grupos cercanos a Clinton muestran sus reticencias respecto del nombramiento de Salazar. “No ayuda” a acercar a los seguidores de Sanders que tengan dudas sobre Clinton, señala Neil Sroka, director de Comunicación del grupo de acción política progresista Democracy for America. “Supone un paso atrás después de haber dado dos pasos hacia delante en lo relativo al TPP,” añade. Sroka insiste en que Clinton debe renovar su promesa de no apoyar la aprobación del TPP bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en una sesión extraordinaria del congreso después de las elecciones. “Necesitamos que sea clara en eso”, remata.

En un fenómeno parecido al del TPP, la sombra del apoyo sin paliativos de Salazar al fracking puede perseguir a Clinton. Poco después de dejar su cargo en el gobierno de Obama, Salazar habló como invitado de honor en un congreso de la industria del petróleo y el gas –la misma que regulaba como secretario de interior--, en la que defendió con fervor el fracking: “Sabemos, por todo lo que hemos visto, que no hay ningún caso en el que el fracking haya causado problemas medioambientales para nadie. Tenemos que asegurarnos de que esa historia se cuenta”.

El apoyo de Salazar al fracking no queda ahí: el ex-secretario de interior es también uno de los líderes de un grupo empresarial en Colorado que lucha contra la aprobación de dos leyes que limitarían la práctica. El diario local Denver Post se ha referido al grupo como “el equivalente político a una unidad de reserva militar que la Cámara de Comercio de Colorado saca a combate cuando cree que los intereses corporativos del Estado están verdaderamente amenazados”.

Clintón está poniendo toda la carne en el asador en bastiones republicanos como Georgia, Utah y Arizona, donde pisa los talones  a Trump

Desde Nebraska, la líder demócrata y presidenta del grupo de activistas medioambientales Bold Alliance mostraba su desazón tras el nombramiento de Salazar: “Los defensores del clima y aquellos propietarios de tierra que están preocupados por el fracking estamos buscando pistas para saber si la secretaria Clinton nos toma en serio,” declaraba en la web Politico. “Hasta ahora, no ha nombrado a nadie para cargos de responsabilidad que vele por nuestros intereses”

Deserciones masivas en el bando republicano

El nombramiento del equipo de transición se produce en un contexto de deserciones masivas en el bando republicano. A la carta de hace unas semanas en la que 50 pesos pesados en la política exterior conservadora anunciaban que no votarían a Trump se suman el apoyo explícito a Clinton por parte de destacados neoconservadores, como Robert Kagan, el ‘hombre de Reagan en Tegucigalpa’, John Negroponte o el antiguo jefe de finanzas de Mitt Romney. En busca de redondear el pleno, el equipo Clinton está haciendo gestiones para sumar el apoyo de los mismísimos Henry Kissinger y Condoleezza Rice.

Clinton se ve por fin liberada del órdago de Sanders. Sólo le quedan las amenazas de las revelaciones con cuentagotas de sus andanzas con el correo electrónico y la gestión de la Fundación Clinton. Sobre las primeras, el FBI encontró esta semana otros 15.000 emails que Clinton no entregó al Departamento de Estado cuando éste investigaba su uso de un servidor privado para sus comunicaciones como Secretaria de Estado. Se espera que nuevos mensajes salgan a la luz pública en las próximas semanas. Además, este martes 23 agosto le surgió otro quebradero de cabeza, al revelarse que más de la mitad de las personas con las que tuvo conversaciones privadas como secretaria de Estado habían hecho donativos a la Fundación Clinton. De 154 conversaciones que tuvo Clinton, 85 fueron con sus donantes, de los que su fundación obtuvo 156 millones de dólares.

Ante la debilidad de Trump, la candidata demócrata podría optar por fortalecer su base progresista, pero prefiere acudir al centro para seguir hurgando en la herida de la desunión republicana. Quizá por eso está poniendo toda la carne en el asador en bastiones republicanos como Georgia, Utah y Arizona, donde pisa los talones  a Trump en las encuestas y donde ha abierto oficinas dedicadas a lograr la victoria en noviembre. Quizá por eso su campaña sigue eludiendo temas escabrosos como la pobreza y la falta de acceso a vivienda.

A 75 días de la cita con las urnas las elecciones sólo las podría perder Clinton. Una cosa parece clara: las quiere ganar por el centro.  

Donald Trump necesitaba un empujón para hacerse el harakiri. Se lo dio su enemigo íntimo, el serpentino Ted Cruz, al negarle el apoyo en la Convención Republicana. “Voten con su conciencia”, dijo Cruz, utilizando la coronación de Trump como rampa de lanzamiento hacia las primarias de 2020. Desquiciado tras el feo...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Álvaro Guzmán Bastida

Nacido en Pamplona en plenos Sanfermines, ha vivido en Barcelona, Londres, Misuri, Carolina del Norte, Macondo, Buenos Aires y, ahora, Nueva York. Dicen que estudió dos másteres, de Periodismo y Política, en Columbia, que trabajó en Al Jazeera, y que tiene los pies planos. Escribe sobre política, economía, cultura y movimientos sociales, pero en realidad, solo le importa el resultado de Osasuna el domingo.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. jose

    ¿Ganar por el centro bombardeando la periferia?

    Hace 5 años 5 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí