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Rajoy no irá a San Fernando. Por lo menos no a la sede de la Audiencia Nacional como testigo en el juicio. "Por el momento", remató el presidente del tribunal. Parece un mundo pero la del lunes fue la tercera jornada del juicio de la trama Gürtel en su primera etapa, llamada "Época I: 1999-2005".

En Gürtel-Toma 1 no sólo se juzga a Don Vito, El Bigotes o Luis "El Cabrón". No sólo es la secuela del casamiento de la hija de Aznar en El Escorial. Gürtel-Toma 1 ejemplifica el enquistamiento de una democracia a la que dieron forma con las goteras propias de las cosas que se hacen deprisa. Sin reparar en que los seres humanos adoptamos como definitivo lo que inicialmente es temporal. 

Han bajado las temperaturas. En la calle y en la sala de vistas. Pero El Bigotes sigue calzando los mismos zapatos de piel y hebillas doradas sin calcetines. Quizás lleve pinquis. Álvaro Pérez es un tipo que cuida su imagen aunque vista a diario como un ejecutivo en fin de semana, estilo casual que diría un pijo: pantalón claro al tobillo, polo oscuro y jersey a la cintura. Por delante va hecho un pincel aunque huya de la rigidez del traje con corbata. Por detrás ya es otra cosa. Porque lleva la seña de quien plancha el polo todo junto, sin que la tabla quede en medio de las dos caras de la prenda.

La noticia del día fue la decisión del tribunal de que el Partido Popular continúe sentado donde está, defendiéndose de la responsabilidad civil de la que se le acusa. No coló lo de que eso lo hacían los grupos municipales al margen de Génova 13. La fiscala Sabadell lo dijo así: "El Partido Popular es quien se vio beneficiado de más de 245.000 euros".

Una cifra muy alejada de lo que cobran algunos de los acusados en sus puestos actuales. Las defensas intentan que sus patrocinados no tengan que acudir a todas las sesiones del juicio. Porque un proceso así te parte la vida y te chupa el alma. Pero un defensor lo justificó alegando que su defendido sobrevive con 1.000 pavos al mes. Y como su familia no puede ayudarle tampoco se podrá permitir un abogado con nómina de cinco cifras largas.

Pero Ángel Hurtado, el presidente, es más largo que esas cifras y le dijo que por ahí no. Que no hay que preocuparse de nada y que con un abogado de oficio va que chuta.

Otro abogado se lastimó de que su cliente "tiene la necesidad económica de ir a trabajar todos los días", lo que puede derivar en tres hipótesis. La primera es que no le gusta su trabajo pero necesita el dinero. La segunda es que hasta ahora no había tenido que trabajar para ganar dinero. Y la tercera es que nunca había trabajado todos los días.

En España nos va la tradición. Lo demostró el tribunal cuando dijo que el martes no habrá sesión de tarde por ser la previa de la Pilarica. Y de la Hispanidad. En cada parte del país celebran lo que más les gusta. Más de uno se encomendará a la virgen que quiere ser capitana de la tropa aragonesa en vez de francesa.

Gürtel es España. La cara sucia de un país en el que se utiliza el poder en forma de pago por un favor. La España de la triquiñuela ida de las manos. Cuentan que Gürtel-Toma 1 tiene tanto de todo que si lo transformas en aprendizaje sales de San Fernando con birrete. Por eso, cada día, acuden a la sala de vistas alumnos de Derecho y jóvenes en prácticas de los despachos de las defensas. Para empaparse bien de todo.  

Aunque el martes empiece el trámite de declaración de los acusados, no será hasta el jueves cuando declare Francisco Correa, alma mater del asunto. 

Pasan los días y los acusados siguen recibiendo insultos a la entrada de la Audiencia Nacional. La competencia del tribunal está dentro, no fuera, recordó Hurtado. Es parte de la libertad de expresión, la misma que se utiliza para aplaudir a alguien, pero al revés.