1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

Pouria Amirshahi / Diputado exsocialista

“Hollande y Valls han validado las ideas de la extrema derecha”

François Ralle Andreoli 4/11/2016

<p>Pouria Amirshahi.</p>

Pouria Amirshahi.

Cedida por el entrevistado

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

---------------------------------
CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agüeros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas a financiar este despliegue?

---------------------------------

“Abandono el Partido Socialista y el mundo de los partidos en general”. Así zanjaba en marzo Pouria Amirshahi (Teherán, 1972) su periodo de liderazgo de la oposición interna a François Hollande. Los partidos “se han vuelto unas máquinas electorales sin convicciones, sin una promesa de un porvenir feliz para el país”, criticaba el representante en el Parlamento de los franceses del extranjero en África del Norte y del Oeste.

Apenas unos meses después de la llegada de los socialistas al Elíseo, Amirshahi ya había roto la disciplina de voto oponiéndose a la ratificación del tratado de equilibrio presupuestario, el TSCG --el artículo 135 francés-, negociado por Sarkozy con Merkel y al que Hollande, incumpliendo su promesa, no había cambiado ni una coma. El que fuera el líder de los diputados rebeldes, los frondeurs (los contestatarios), tampoco dudó en votar en contra del proyecto de la pérdida de la nacionalidad, de la reforma laboral o de la prórroga del estado de emergencia.

Proveniente del sindicalismo estudiantil, como muchas de las figuras del ala izquierda del socialismo francés, Amirshahi busca ahora nuevas formas de hacer política, inspiradas en parte en las experiencias municipales españolas. Para este hombre de convicciones fuertes, las experiencias municipalistas de Madrid y Barcelona “construyen el optimismo mediante una demostración de posibilidad”, explica por teléfono a CTXT.

Su recorrido político parece representar el paradigma de las contradicciones de aquellos que descubren que cada vez es más difícil “influir desde dentro” en las formaciones socialdemócratas. Pregúntenselo si no a Pedro Sánchez.

En España acabamos de asistir a un movimiento palaciego, en el interior del aparato del PSOE, que ha provocado la dimisión de Pedro Sánchez. Pareciera que el ala conservadora del partido quería evitar la posibilidad de una coalición progresista, a la portuguesa, con Podemos y sus aliados. ¿Qué ocurre con la socialdemocracia y la familia socialista europea?

Los socialdemócratas están totalmente sobrepasados por la historia y la evolución del capitalismo, del que ya no comprenden ni los resortes, ni los límites, ni las nuevas formas de dominación. Esta constatación, por otro lado, es válida para todos los partidos. Vemos todos los días las consecuencias sociales de este sistema: tomamos consciencia de la deflagración ecológica que engendra el productivismo voraz; percibimos menos las consecuencias políticas de la confiscación de lo político por parte de los pudientes, un sistema de decisiones que escapa totalmente al control democrático. Es demasiado, los progresos técnicos y científicos jamás se habían desarrollado tanto para permitir el bien común. Esta es la gran contradicción que estos espasmos políticos despliegan bajo nuestros ojos: los dirigentes actuales no están a la altura de su época.

¿Los socialdemócratas han perdido entonces el norte?

La socialdemocracia está dividida en dos bloques: uno de derecha que dirige los partidos --excepto en Gran Bretaña-- y se acomoda a las tesis liberales y securitarias, por renuncia o por convicción.

Los socialdemócratas están totalmente sobrepasados por la historia y la evolución del capitalismo, del que ya no comprenden ni los resortes ni las nuevas formas de dominación

Este bloque ya no tiene mucho que ver con el socialismo. El otro, el minoritario, constituye una “ala izquierda” que permanece muy marcada por el keynesianismo en el plano económico y en el humanismo en cuanto a valores. Aparece hoy en día como incapaz de tomar el poder y, cuando consigue convertirse en mayoritario dentro de su formación política, a menudo en una alianza con el centro izquierda o un centro flojo, la derecha del partido activa una estrategia de bloqueo. Esto es lo que me parece que ha ocurrido con Pedro Sánchez.  Como imagen, diría que la derecha hizo hace más de veinte años su nido en el campo de la izquierda y ahora todo el antiguo ecosistema socialdemócrata se encuentra paralizado.

En Francia el triunvirato Hollande, Valls y Macron también ha llevado muy lejos la deriva hacia políticas liberales y de austeridad en contra de sus promesas electorales de 2012. ¿Esta es la razón por la que se impuso usted como una de las principales figuras críticas con el Gobierno dentro de la mayoría socialista?

Había que reaccionar rápido puesto que las señales de una grave traición política se anunciaron muy rápido, apenas unas semanas después de la elección presidencial. Ya en 2012 François Hollande aceptó el TSCG (tratado de estabilidad, coordinación y gobernanza) aunque todas las fuerzas progresistas y los pueblos europeos esperaban la renegociación que él mismo había anunciado, en particular con los alemanes. La prensa europea abordaba en sus páginas ese momento que estaba por llegar. Al renunciar, sin tan siquiera intentarlo, validaba la absurda y peligrosa regla de oro del 3% de déficit público autorizado, una norma paralizante para nuestros Estados y nuestras economías; aceptaba las órdenes de ‘reformas estructurales’: liberalizaciones, flexibilidad del mercado de trabajo, etcétera. Al mismo tiempo, permitía que los accionistas tuvieran el poder de cerrar las fábricas y despedir a los obreros. En 2013, en nombre de la competitividad --una noción absolutamente liberal--, movilizó dinero público para reflotar las finanzas de algunas empresas, sin poner condiciones ni exigir garantías. Había que invertir, el Gobierno prefirió organizar el robo del dinero público: 40.000 millones que los contribuyentes y los asalariados, que son los que cotizan, no volverán a ver. Lo nunca visto. Además, la famosa ley bancaria es solo una concha vacía de la que los especuladores aún se están riendo. Y la lista es todavía larga.

¿Era posible oponerse aun siendo del mismo partido?

Hubo que construir un frente interno rápidamente para que no toda la izquierda fuera a la deriva con Hollande. Teníamos que hacerle entender que rechazábamos las decisiones no debatidas y contrarias a nuestros compromisos --contrarias incluso, y sobre todo, a nuestras necesidades del momento-- y que contemplábamos la opción de impedírselas si era necesario. Pero nuestra Constitución da al presidente de la República un poder casi absoluto, lo que ha permitido a Hollande cometer todas estas traiciones sin tener que rendir cuentas a los diputados. Ninguna de las derrotas electorales de este quinquenio, y las ha habido en cada elección local, le ha hecho cambiar de rumbo. Ni la opinión del pueblo cuenta.

¿La izquierda del Partido Socialista, los frondeurs y otras personalidades críticas como el exministro Montebourg, piensa todavía que pueden ganar las primarias frente a Hollande o están enredadas en la idea de que basta con tener peso interno, como la izquierda del PSOE?

Los frondeurs muestran una lógica ontológicamente diferente de la izquierda del Partido Socialista, aunque los dos hayan estado articulados entre sí durante mucho tiempo.  El levantamiento es de entrada un proceso de emancipación parlamentaria frente al absolutismo presidencial y una ética de convicción que prima sobre la lógica disciplinaria de partido: “Respetamos a nuestros electores, mantenemos nuestros compromisos, permanecemos firmes frente a los poderosos”. La izquierda está en otra lógica, que también fue la mía: tener peso en el interior del partido, influir en su dirección, convencer a los afiliados. El problema es que estos, los militantes, han dado en su mayoría un portazo; el Partido Socialista se ha vaciado. Si todos los asqueados se van, pronto no quedarán más que los repugnantes. El partido es, por tanto, irrecuperable. No habrá un Jeremy Corbyn a la francesa. Es ilusorio querer influir sobre neoconservadores, como si hubiera que ablandarlos. Es un sinsentido, una pérdida de tiempo.

¿Pero hay que creer en las primarias?

Más vale defender directamente tus ideas al lado de los ciudadanos. Sobre las primarias solo tengo una certeza: incluso si la configuración puede ser diferente, en función de que Hollande sea candidato o incapaz políticamente de serlo, la izquierda atomizada no se recuperará con las presidenciales.

El Partido Socialista se ha vaciado. Si todos los asqueados se van, pronto no quedarán más que los repugnantes. El partido es, por tanto, irrecuperable

Es estructural: la base social es insuficiente y la influencia cultural es de baja intensidad. En cuanto a los antiguos ministros que han recuperado la lucidez, incluso si pelearon batallas importantes cuando estuvieron en el gobierno, están lastrados por algunas de sus elecciones: validación de la ratificación del TSCG, promoción de la política de disminución de las cargas patronales sin contrapartidas y maniobras políticas para permitir que Valls llegase a primer ministro, con  todas las consecuencias previsibles entonces y conocidas ahora.

Usted abandonó el Partido Socialista, una decisión difícil...

No, lo que era difícil, y desde hacía ya tiempo, para mí era quedarme. Cuando se planteó la posibilidad de crear un grupo de socialistas disidentes en el Parlamento, una mayoría de los frondeurs estaban dispuestos intelectualmente, pero algunos aún tenían dudas de tipo estratégico, además del miedo al gran salto, a perder cosas en el camino. La lentitud de los más atados, en todos los sentidos del término, al aparato acabó por retrasar el tema durante meses. Así, el día que yo me decidí, cambié de enfoque: informé de mi marcha sin intentar reabrir por enésima vez un debate del que ya conocía el desenlace: la inercia o más bien la espera… de una boya de salvamento provisional. El ala izquierda del partido, que durante dos años se caracterizó por la audacia colectiva de la rebeldía, se ha vuelto totalmente permeable al sistema presidencialista, a la solución vertical y a la protección de un hombre. Ahora se ha comprometido en unas primarias donde el ala izquierda se presenta dividido… hasta el punto de que cuatro de los candidatos salían de sus filas (Montebourg, Hamon, Filoche y Lieneman). En cierta forma, la lógica de partido, de un partido zombi, se ha impuesto sobre la del combate político renovado, tal y como me temía.

En este contexto de crisis económica y de los valores republicanos, ya iniciada en la era Sarkozy, asistimos a un retorno de la derecha más dura y al auge del Frente Nacional. ¿Es este el peor resultado del periodo Hollande?

Sí. Más pobres, más parados, un Frente Nacional más arriba. El balance es desastroso y más aún si pensamos que la pareja Hollande-Valls no ha admitido nunca este fracaso. La progresión de la extrema derecha no está solo ligada a la dureza del sistema económico, incluso si ésta es la principal fuente. Lo más inaudito es que el Ejecutivo ha validado sus tesis. En 2012, Manuel Valls declaró que los “gitanos rumanos no tenían intención de integrarse en Francia”, haciéndose eco de lo que decía Sarkozy antes. En múltiples ocasiones, incluso a veces sin darse cuenta, Valls ha culpabilizado a los musulmanes de Francia.

Los antiguos ministros de Hollande que han recuperado la lucidez, incluso si pelearon batallas importantes cuando estuvieron en el gobierno, están lastrados por algunas de sus elecciones

Actúa como caja de resonancia de las barbaridades mediáticas y del discurso del Frente Nacional. Además, el principal cambio entre Jean-Marie Le Pen y Marine Le Pen es que ésta ha blandido como solución frente al islam la laicidad. Una laicidad que, en un intento de corromper su sentido, pretende que signifique la eliminación de las religiones del espacio público. Valls además ha dado alas a la cultura del miedo y la desconfianza. Y François Hollande ha dejado hacer, hasta ser él mismo abogado de una de las ideas estrella del Frente Nacional: la constitucionalización de la posibilidad de privar de su nacionalidad francesa a los binacionales. Es decir, crear oficialmente dos categorías de ciudadanos. Una parte de la derecha y de la extrema derecha le aplaudieron.

También hemos visto recular el Estado de Derecho con la prolongación repetida del estado de emergencia, que usted rechazó. ¿Esta deriva securitaria es un simple cálculo político de Hollande o una deriva ideológica peligrosa?

El estado de emergencia, una ley de excepción en vigor desde noviembre de 2015, combinado con la privación de la nacionalidad, el liberalismo económico y las diferentes leyes de “vigilancia” han hecho que la dirección de los socialdemócratas caiga definitivamente en el neoconservadurismo. El Gobierno, y también una parte de los medios y, por supuesto, la derecha, están construyendo una sociedad de la sospecha generalizada. De hecho, es esta desconfianza la que ha justificado el fortalecimiento de las medidas para controlar a la población y dar poderes casi totales a la policía.  La lucha antiterrorista, usada a menudo como explicación, está siendo en realidad mal manejada, tanto en nuestra política exterior como en nuestro dispositivo policial y jurídico. Lo peor es que en nombre de la seguridad se teoriza desde hace tiempo “la gran limpieza”, “la gran selección” para extirpar al “enemigo interior”, los franceses magrebíes o negros en la mayoría de los casos. Los socialistas se están dando cuenta un poco tarde de que han abierto la puerta a los monstruos.

Usted es diputado de los franceses de África del Norte y del Oeste. ¿Este repliegue de Francia, el aumento de la islamofobia, es visto con preocupación allí?

Lo que se percibe es a la vez una mediocridad y un peligro, puesto que en África los repliegues identitarios también encuentran un cierto eco. El encuentro de estas dos lógicas europea y africana puede ser explosivo. Lo que se percibe es una alucinación, una tristeza y, a veces, un desamor...

Frente a esta crisis de los aparatos de los partidos progresistas en toda Europa, ¿se pueden proponer alternativas? Usted ha creado el Movimiento en común”, que no es un nuevo partido y que parece inspirarse en parte en las experiencias de la nueva política española y las victorias municipalistas en Madrid y Barcelona. ¿Este es el horizonte político del mañana?

Nadie conoce las formas políticas de la soberanía del mañana. Pero si las experiencias de Barcelona y Madrid son examinadas tan de cerca, es porque son empíricas. En cierto modo, construyen el optimismo mediante una demostración de posibilidad. La dinámica ciudadana que ha precedido a las elecciones municipales desde 2008 es una referencia. La idea de defender los bienes comunes y de poner en común las voluntades es la piedra angular del Movimiento en común, que solo está en sus inicios. Su suerte es que no ha sido devorado por las ambiciones personales ni las obsesiones electorales. El movimiento sólo es factible si aceptamos que su tiempo de construcción no puede ser marcado por las próximas elecciones.

 

Traducción de Amanda Andrades.

---------------------------------
CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agüeros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas a financiar este despliegue?

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

François Ralle Andreoli

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Flavio

    Y no ha comentado nada sobre los apoyos a los terroristas en Syria, a la creación de Francia del Ejército libre Sirio, aliado de Daesch y el Frente al Nusra. Quién les ha visto y quién les ve ahora, qué asco!

    Hace 8 años

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí