Análisis
El Niza resurge en la liga francesa
Tras muchas décadas, el equipo de la Costa Azul ha conseguido recuperar su espíritu de los años cincuenta para codearse con los mejores equipos de la Ligue 1
Carlos Castellanos 15/02/2017
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Era la Francia de los años 50, la Francia de la Cuarta República que emergía de los escombros de la II Guerra Mundial y vivía un reflorecimiento social y cultural con figuras como François Truffaut, Jacques Tati, Jules Dassin, Yves Montand,Yves Klein o Edith Piaf. Esa Francia, deportivamente hablando, era la Francia de Just Fontaine, que alcanzó la semifinal del Mundial de fútbol de Suecia en 1958, con una generación dorada que incluía también a Raymond Kopa y Roger Piantoni.
En la Liga francesa, dos equipos se disputaban la hegemonía del fútbol nacional: Stade de Reims y Niza. Desde 1951 hasta 1960 se repartieron ocho de los diez campeonatos disputados: cuatro para cada uno. Desde entonces, ambos cayeron en un alarmante espiral decadente que pareció no tener fin. Por eso, ver al Niza como tercer clasificado –ha liderado la clasificación durante muchas jornadas– de la Ligue 1 esta temporada traslada a otra época, a una era en la que el equipo de la Costa Azul se codeaba con los mejores.
El renacimiento del Niza se confirmó bajo la batuta de Claude Puel en la temporada 2015-16, en la que acabó en cuarta posición tras varios años de buen trabajo
El renacimiento del Niza se confirmó bajo la batuta de Claude Puel en la temporada 2015-16, en la que acabó en cuarta posición tras varios años de buen trabajo. La estrella rutilante del equipo la campaña pasada fue el talentoso pero inconstante Hatem Ben Arfa, que antes había maravillado y frustrado en igual medida a los aficionados del Newcastle United. Como suele ocurrir en los equipos más modestos, el éxito del Niza y la admiración que causó su juego atrajo a los ojeadores de clubes más adinerados, con la consiguiente pérdida de los puntales de la formación habitual. Así fue que Ben Arfa marchó al Paris Saint Germain y Nampalys Mendy recaló en el sorprendente campeón de Inglaterra, el Leicester City. La sangría sufrida por el Niza no acabó ahí, porque además de éstos y otros jugadores, el club se quedó sin Puel, su estratega de los últimos cuatro años, que recibió y aceptó una oferta del Southampton inglés. La elección del sustituto sería clave.
Tras varios meses de competición, el Niza parece haber encontrado en el técnico suizo Lucien Favre tanto la continuidad como la evolución que pretendía. La contratación de jugadores –y no solo de un nuevo entrenador– también ha sido fundamental para que la reaparición del Niza en los lugares de privilegio de la clasificación no fuera efímera. En este apartado parece que se ha acertado con la llegada de Dalbert Henrique, Wylan Cyprien, Younes Belhanda, el sorprendente fichaje del exBayern Munich, Dante, y la extravagante idea de incorporar a un aparentemente desterrado Mario Balotelli.
El sistema preferido de Favre es el 4-3-3, aunque en ocasiones ha recurrido al uso de tres centrales, por lo que la defensa queda conformada habitualmente por Cardinale bajo palo y Pereira, Dante, Sarr y Dalbert en la última línea, alternando en ocasiones con Souquet y Le Marchand. En todos los casos, el equipo procura salir desde atrás con la pelota dominada, empleando principalmente a Dante como primer recurso y al mediocentro Cyprien como prolongación del inicio de la jugada, con ambos laterales bastante adelantados.
El desarrollo de la jugada generalmente cumple varias etapas de acciones controladas en las que los jugadores de banda, Eysseric o Pléa, por derecha, y Belhanda por izquierda prestan apoyos interiores para lograr una superioridad en tres cuartos de campo. Las zonas exteriores son atacadas principalmente por los laterales defensivos. La posición de delantero centro tiene un dueño claro, el italiano Mario Balotelli, quien parece haber encontrado una beneficiosa tranquilidad en la Costa Azul que le ha permitido rendir por encima de lo previsto. Sus 9 goles en 11 partidos ligueros atestiguan su inesperada buena forma. Sin embargo, las frecuentes ausencias del italiano por lesión han sido resueltas por Favre con el traslado de Pléa al medio y la inclusión de Valentin Eysseric en la banda derecha. El costado izquierdo lo suele ocupar Younes Belhanda, cuya progresión pareció estancarse hasta el punto de haber llegar al Niza esta temporada cedido por el Dinamo de Kiev. Belhanda, un habilidoso pero quizás excesivamente frío futbolista, fue integrante del Montpellier campeón en 2012 junto a jugadores como Olivier Giroud y Remy Cabella.
El mediocampo del Niza combina un alto volumen de trabajo, buena marca, paciencia con la pelota y llegada al área rival
El mediocampo del Niza combina un alto volumen de trabajo, buena marca, paciencia con la pelota y llegada al área rival. Los ocupantes de los tres puestos en esa zona suelen ser Vincent Koziello, Cyprien y Jean Seri; o Seri, Cyprien y Remi Walter. La piedra angular del trío del medio es, sin duda, Wylan Cyprien, un jugador de un futuro prometedor. A sus casi 22 años juega con temple, sabiduría táctica y calidad y mejora la buena aportación de Mendy durante la temporada pasada. Koziello y Seri son las máquinas de movimiento perpetuo que permiten al Niza disponer de suficientes efectivos y equilibrio en situaciones tanto de defensa como de ataque. Ambos tienen la capacidad necesaria en este equipo de mover el balón con velocidad y saben ser verticales.
El Niza de Favre cuida la pelota, pero sus posesiones no suelen eternizarse. Su idea es tener la pelota para buscar la forma de sorprender y superar a la defensa rival con velocidad. El movimiento con paciencia debe ser el preludio del ataque explosivo y para eso están esencialmente Balotelli y Pléa, con el respaldo desde la segunda línea de Koziello, Cyprien y Seri.
Trece victorias, cuatro empates y tan solo una derrota era la cosecha del Niza cuando visitó el estadio Matmut Atlantique, en Burdeos, para cerrar ante el Girondins la primera vuelta de la liga francesa. Pese al empate a cero, culminó el ecuador de la competición como líder. Tres empates, dos victorias, y una derrota desde entonces han dado la oportunidad a sus rivales para superarle. Los 16 puntos sumados por el Mónaco en esas 6 jornadas lo han llevado a situarse como líder, seguido por un PSG que ha sumado al mismo ritmo que el equipo del principado. Pese a ello, con 25 jornadas disputadas, el Niza sigue viendo el liderato a cinco puntos. ¿Será capaz de seguir su buen hacer para competir por el título ante sus rivales, más poderosos y acaudalados? Lo que parece casi seguro es que, como mínimo, su gran inicio de temporada le servirá para jugar la previa de la próxima Champions League. Algo que, pese a no saber tan dulce como alzarse con Le Championnat, devolverá al club una parte de los lejanos días felices de los años 50.
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Carlos Castellanos
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