Premier League
Las vidas paralelas de Jamie Vardy y Garry Birtles
Carlos Castellanos 19/04/2016
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Desde que Leicester City lanzó su atrevido desafío a los grandes aspirantes a la Premier League no han cesado las comparaciones con la mayor de las hazañas del fútbol inglés: la conquista del título de liga por parte del Nottingham Forest en 1978.
Existen varios puntos de coincidencia entre las gloriosas temporadas de estos vecinos de los Midlands ingleses, como el tamaño de la entidad, su modesta historia, un pasado reciente en la segunda división y, quizás olvidado por muchos, la irrupción de un goleador surgido de las ligas regionales del país.
En mayo de 2012, Jamie Vardy, de 25 años, fichó por el Leicester City, entonces de la segunda categoría de Inglaterra, por un millón de libras, procedente del Fleetwood Town de la Conference League, la más importante de las ligas regionales. Antes había pasado por Stocksbridge Park Steels y Halifax Town.
En 1976, Garry Birtles, de 20 años, delantero del club semiprofesional Long Eaton, fue contratado por el Nottingham Forest de la segunda division por 2.000 libras esterlinas. Dos años más tarde era campeón de liga con su nuevo equipo.
Tres años después de dar el salto al profesionalismo, Jamie Vardy debutó con la selección inglesa en un amistoso frente a la República de Irlanda en Dublín, encuentro que terminó con empate a cero. Su primer gol con la camiseta de los tres leones llegó en Múnich en una espectacular victoria desde atrás por 3-2 frente a Alemania. Tres días después y en su sexto encuentro internacional, Vardy abrió el marcador ante Holanda en Wembley en una derrota inglesa por 2-1.
Birtles necesitó un año más que Vardy para completar la transición de fútbol regional a internacional pero la espera mereció la pena y no pudo tener mejor escenario ni mejor rival. Su estreno tuvo lugar en Wembley en un triunfo por 3-1 ante la Argentina campeona del mundo de Diego Maradona. A pesar de ese bautismo halagüeño el delantero del Forest solo jugaría tres veces con el combinado nacional y nunca conseguiría batir al portero rival.
La primera temporada de Jamie Vardy con los Foxes no fue nada auspiciosa y el jugador incluso se planteó dejar la práctica del fútbol, pero en el curso siguiente fue clave en el ascenso de su equipo a la Premier League con una contribución de 16 goles. Vardy, además, fue elegido jugador del año por sus compañeros.
Los comienzos de Birtles fueron incluso más complicados que los de su “gemelo”. El delantero jugó un solo partido en segunda división en la temporada del ascenso del Nottingham Forest y no disputó ni un minuto en la campaña siguiente en la que los hombres del mítico Brian Clough dejaron a todo un país boquiabierto proclamándose campeones. El segundo partido de Birtles llegó en su tercera temporada, la 78-79, y en apenas su tercera aparición consiguió un gol en el triunfo por 2-0 en primera ronda de la Copa de Europa ante el vigente campeón, el Liverpool. Esa campaña acabaría con un Birtles titular en el puesto de delantero centro y con un Nottingham Forest campeón de Europa.
Además de unos inicios similares, una fase intermedia parecida y una consagración semejante como profesionales, existen aspectos comparables en el juego de estos dos futbolistas, como la preferencia por arrancar desde posiciones alejadas del área, la capacidad de tirarse a las bandas y arrastrar la marca y una carrera potente y persistente que no concede ni un segundo de descanso a sus rivales. Vardy, sin embargo, supera a Birtles en su tenaz y constante atosigamiento del contrincante cuando no tiene la pelota, una de sus principales características y cualidades, y además lo aventaja en autoconfianza y desparpajo. Tanto es así que en el momento de dejar el Fleetwood y fichar por el Leicester insistió en la inclusión de una cláusula que le daba derecho a un premio en metálico si debutaba con la selección inglesa. En ese momento, la posibilidad de vestir la camiseta de Inglaterra era tan remota que solo en la cabeza de Vardy no sonaba a pura fantasía.
En el último año y medio, el tiempo que lleva en la Premier League, Vardy se ha doctorado en fútbol. Atrás ha quedado su etapa de jugador “non league” y su fase de novato en una de las grandes ligas mundiales. Ahora, Jamie Vardy, considerado uno de los dos mejores delanteros ingleses del momento, tiene la oportunidad de dejar atrás a Garry Birtles con una prolongada y exitosa carrera internacional. El siguiente capítulo de esa historia le aguarda en la Eurocopa de Francia a partir del mes de junio ya que nadie duda de que el goleador del Leicester estará en la lista de Roy Hodgson.
Vardy ya no es ese delantero limitado que corría mucho y no daba una pelota por perdida en su temporada de presentación en el fútbol de élite. Sin haber abandonado el entusiasmo y la generosidad en el esfuerzo del que juega por amor al arte, Vardy ha aprovechado el roce semanal con los mejores defensas del mundo para pegar un salto cualitativo tan inesperado como asombroso. Ha incluido en su repertorio la capacidad de reducir oportunamente la velocidad, casi siempre vertiginosa, para pensar y elegir la mejor opción. Esa nueva virtud le ha permitido dar y marcar más goles. Sin embargo, sigue destacando por los porfiados desmarques, los constantes desbordes y el alto ritmo, provocando así desgaste e inestabilidad en los defensas rivales. Vardy es un jugador de movimiento perpetuo.
Quizás la mayor cualidad del delantero del Leicester es que exprime al máximo lo que sabe hacer y no comete el error de intentar lo que más le cuesta. Es plenamente consciente de que debe dar el 100 por cien durante todo el partido porque solo de esa manera alcanza la excelencia de esta temporada.
A sus 29 años, quizás esté cerca de su techo y el objetivo, más que progresar, sea ahora mantener el nivel durante el mayor tiempo posible.
Birtles terminó su carrera con un título de liga, dos Copas de Europa y una Supercopa de Europa y aunque Vardy todavía no sabe lo que es conquistar un titulo, está a cinco partidos de emular al Nottingham Forest campeón de 1978. Una vez acabada la temporada es probable que Vardy sea tentado por las ofertas de equipos grandes y glamurosos de Inglaterra y el extranjero. A Garry Birtles le sucedió eso mismo en 1980 y tras 87 partidos y 32 goles dejó el equipo con el que saltó a la fama para fichar por el Manchester United; Vardy podría seguir pisando las huellas de Birtles con el traspaso a un club grande pero antes de abandonar el Leicester City deberá consagrarse campeón de liga para cerrar el círculo de esas vidas paralelas.
Desde que Leicester City lanzó su atrevido desafío a los grandes aspirantes a la Premier League no han cesado las comparaciones con la mayor de las hazañas del fútbol inglés: la conquista del título de liga por parte del Nottingham Forest en 1978.
Existen varios puntos de coincidencia entre las gloriosas...
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Carlos Castellanos
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