1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

Análisis

Els Comuns nacen. O casi

Las izquierdas catalanas, nuevas y viejas, deberán seguir hablando, incluso discutir de forma pública, si no se quieren refundar dinámicas más viejas que discutir de forma pública

Guillem Martínez 14/04/2017

<p>Ada Colau y Xavier Domènech en 2015</p>

Ada Colau y Xavier Domènech en 2015

En comú podem

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El buen rollo BCN

Pavelló de la Vall d'Hebron, Barcelona. Me voy pitando a la asamblea fundacional de algo que tiene el nombre provisional de Un País en Comú. En la puerta de la cosa me encuentro a Roger, un exniño de mi pueblo, al que tuve en brazos, que me presenta a su hija recién nacida. La madre de Roger es una chica PSUC, Roger un chico ICV, y nuestro abrazo sentido una metáfora de las izquierdas catalanas. Metáfora de las izquierdas etc. Por aquí, las izquierdas, muy diversas, nos caemos bien. El eje indepe/no indepe no es, relativamente, importante. Gastamos cierto respeto y afecto mutuo. Molamos. Hemos construido amplias regiones de la vida cotidiana. Y muy pocas de la vida institucional y política. Carecemos del espíritu cainita que la disciplina ha desarrollado en Madrid, donde todas las izquierdas, tradicionalmente, están a la greña. Aquí, comparativamente, no nos discutimos ni para atrás. Algo que igual urge, pues desde 1931 las izquierdas sólo han gobernado las instituciones cat en un par de emisiones, y no muy lucidas. Quizás las izquierdas por aquí abajo no discuten desde la posguerra por tradición, o por carácter. O, quizás, no ponen las cartas sobre la mesa porque, igual, no hay mesa. Hummm. Debería de haber un punto medio, entre el gritar y el callar, entre Barcelona y Madrid, al respecto. Y no, ese punto medio no es Zaragoza. Anyway. Un País en Comú tiene el aspecto de la ulterior unificación de izquierdas local, una tradición más catalana, a su vez, que no verbalizar problemas en voz alta. Es importante la creación de un partido en un sistema de partidos que parece hundirse o, al menos, cambiar con más rapidez de la que desean los partidos. Les explico.

Glu-glu-glu

Catalunya empezó la crisis de Régimen y de partidos unos años antes que el resto de la cartelera, durante el maragallato. Los partidos de la Transi catalanes, como en cualquier otra zona del Estado, se desmoronan. Pero ya empiezan a reconstruirse o, al menos, se empiezan a ver sus itinerarios futuros. Las únicas certezas, esta mañana a primera hora, son los últimos en llegar. C's --que parece recoger el electorado del PSC y del PP-- y ERC --que parece ser el nuevo modulador del próximo Procés / el catalanismo conservador--. Por lo demás, UDC ha desaparecido. Zas.

Frente a la socialdemocracia, estatalista/’game ove’r, lo Común mezclaría cierto estatalismo y cierta iniciativa social

El PSC, en cierta manera, también. Ahora es una suerte de federación del PSOE, con canciones regionales propias. PP sigue menguando. Esta mañana a primera hora era pequeño, pero gracias a Albiol, ese tipo tan largo, daba sensación de más alto y proclive al chillo. CDC, a su vez, ha dado paso al PDeCat, otro partido, todo apunta a ello, menguante. Y al que le crecen los enanos. Recientemente se ha registrado como partido la formación Lliures, que aspira a rivalizar en catalanismo conservador con la ex CDC cuando la cosa Procés se muera de risa, que será más pronto que tarde. El futuro de la CUP es incierto, tras su momento Procés. Es posible que baje en votos. Las izquierdas no procesistas, a su vez, están, tachán-tachán, en proceso de unificación. Este acto de hoy, en teoría, debería ser el punto y final de la unificación entre las izquierdas viejas --ICV, EUiA-- y las nuevas --Barcelona en Comú y Podem--. No lo será. Les explico. Por el principio. Els Comuns.

Lo nuevo

Hola. Ya estoy en el pabellón, desde el que les saludo con la manita. El caso de la cosa es la formulación del nuevo sujeto político. Sinopsis. Se trata de algo cuya palabra mágica es Común. ¿Qué es lo Común? Hablo con el politólogo Joan Subirats, que está en el ajo. No es la socialdemocracia, que ha dejado de emitir. Frente a la socialdemocracia, estatalista/game over, lo Común mezclaría cierto estatalismo y cierta iniciativa social. Consistiría en dejar a la sociedad que solvente la crisis estatalista --el Estado, y parece ser que esto durará décadas, tiene como función principal el pago de deuda--, asociándose. Lo común sería, por tanto, formas de participación y de democracia nuevas, y la primera respuesta --supongo que no la última-- al ciclo de crisis económica y democrática iniciado en Europa en el siglo XXI. Políticamente hablando, la cosa programática Común, que se discute hoy, pasa por dos puntos calientes. Definir la cosa nacional y la cosa europea. Se preveía que habría ciertas rozaduras en esos dos temas. Pero la asamblea ha tirado millas, tan campante, al respecto. La cosa nacional: Els Comuns se definen por una república catalana, que comparta la soberanía con el Estado. Se opta, vamos, por una vía no indepe, pero rupturista, netamente republicana, la tradición política catalana en activo más longeva. Si se me permite, se trata de un republicanismo federalista, partidario de dividir soberanías, de manera que se miren con cara de póquer y se controlen, muy parecido al primer republicanismo catalán y peninsular. Ojo: se trata de la primera autodefinición de un partido nuevo sobre la forma del Estado. Y es netamente republicana.

Se opta, vamos, por una vía no indepe, pero rupturista, netamente republicana, la tradición política catalana en activo más longeva

Había sobre el tapete otra propuesta, también republicana, pero más indepe. Subestimada. Republicanismo, nota mental: la política --la catalana, si bien el ámbito es más amplio, me temo, es quizás ya una época-- se está volviendo my autodeclarativa. Se declaran cosas que nunca se sabe cómo se aplicarán. El Procés es, en fin, una muestra de ese chollo que ofrece la ulterior política. Será interesante ver cómo se vertebra, o no, un republicanismo, en ese sentido, no declarativo. Real, cotidiano y con hambre de gol. La cosa europea. Se da como en crisis la UE, y se opta por su reformulación. Es decir, se ubica la instancia de la crisis democrática, social y económica en Europa. Es importante, si bien volvemos otra vez a, por ahora, lo declarativo. El objeto final es, en fin, sexy, y aún en periodo work in progress. No es un mal inicio. Hablo con personas involucradas en la génesis del 15M --para mí, autoridades políticas fiables--, que me explican que esto de hoy es la continuidad lógica del ciclo iniciado en 2011. Un comienzo. Pero, sorprendentemente, no es, propiamente, un comienzo. El pabellón no está lleno. Hay huecos en los que cabrían unas mil personas. Faltan chicos y chicas con camisetas lilas, los dientes torcidos, propios de esa clase media por los pelos que no accedió la ortodoncia, vestidos con camisetas lilas, como en el fútbol. Se trata de Podem, que se ha descolgado del asunto en los días previos. Lo de hoy no es, por tanto, una fundación, sino un apunte. Los procesos de unificación de las izquierdas, por aquí, de hecho, siempre han sido, en fin, chachis, pero no pirulis. Me explico.

Unificación, the movie

Igual me voy muy lejos, pero los experimentos unificadores nacen muy pronto. En 1931 se crea a toda leche ERC, una unificación de las izquierdas no marxistas. Era importante que no fuera marxista por dos razones. A) Por aquí no había muchos marxistas, pero sí, B), una colosal tradición libertaria, que por los datos estadísticos tuvo que votar, en alguno de sus tramos, esa formación, al menos en 1931 y 1936. ERC no integró ninguna política que pudiera satisfacer B), lo que dejó a ERC un poco en el aire. En 1936 se crea, también a toda castaña, el PSUC, un partido de unificación históricamente e internacionalmente importante --fue el modelo que exportó Stalin a las Democracias Populares post-45--. En su momento fundacional --no podía ser de otra manera-- el PSUC no aceptó en su seno otros marxismos que el autoritario, lo que fue un lastre que copó amplios tramos de su vida. De una escisión suya, posteriormente reintegrada, nace la tradición gramsciana por aquí abajo, por cierto. Y cierta la ocurrencia divertida de consumir marxismo y tripis. Mola. El PSUC, que hizo un papelón cuestionable en la Transi, tuvo una muerte digna. Es, junto al PCI, el único PC autodisuelto cuando el muro se fue al garete, dando lugar a otro proceso de unificación, que dio paso --esto es un no parar de unificarse-- a ICV, un pequeño partido ecosocialista, en su penúltima autodefinición. Se trata de un partido cuco, pequeño, con más jefe que indio e, intelectualmente, resultón. Sabe leer su época. Y tras el 15M comprendió que su ciclo de las últimas décadas, en las que se asoció tempranamente con el PSC en el Ajuntament de BCN, por ejemplo, había finalizado. ICV fue, en cierta manera, el motor de las unificaciones post-15M. O, al menos, no fue el lastre y el hueso más difícil de roer. Apostó, y fue decisiva, en el nacimiento de Barcelona en Comú. Fue, de hecho, un partido muy generoso al respecto, en lo que es un indicio de que sabía que en ese ensayo de unificación le iba la vida.

¿Qué ha pasado?

La génesis de la unificación y el modelo de lo intentado hoy parece ser el de Barcelona en Comú. Se lo explico. Barcelona en Comú surgió de un núcleo reducido, que plantea el invento. En su origen, personas vinculadas a movimientos y al 15M, y no tanto a partidos. Esto es, personas cercanas a la cosmovisión Comú. Con una idea de lo posible, el núcleo se amplía y adopta la forma de Grup Promotor, también sin partidos, o con personas de partidos que no son muy del partido. Siempre las hay. Molan. Ese grupo elabora un manifiesto ético-estético, y amplía la cosa programática, que empieza a ser discutida, con discreción o no, en/con los partidos.

ICV fue, en cierta manera, el motor de las unificaciones post-15M. O, al menos, no fue el lastre y el hueso más difícil de roer

Tras un proceso negociador con los partidos, se cierra la cosa en una asamblea. El resultado final es algo que no son ya sus partidos integrantes, y que tiene un censo propio. Todo el mundo ha cedido. Si bien también ha cedido, un tanto, la horizontalización inicial. Algo, no obstante, asumible por todos, en tanto que el producto final queda mono, responde a un cambio de época, y en tanto que, como ya les dije, aquí, por lo que sea, nunca planteamos los conflictos de forma frontal, sino que nos los comemos con patatas. Con Un País en Comú ha sucedido el mismo itinerario. Pero, importante, en tanto que todos los integrantes en esta confluencia ya eran partidos, todas las diferentes etapas se han realizado entre cuadros de partidos.

Cuadros para una exposición

Las desavenencias, por tanto, se han producido en el momento cuadro, se diría. Se intuyen, por tanto, unas negociaciones duras. Crear un partido, en fin, se parece a fabricar salchichas en que siempre es preferible no ver cómo se hacen. Y, lo poco que se ha visto --verbigracia, un mensajito de un dirigente de EUiA en WhatsApp, en el que anunciaba que Podem quedaría "triturado", apunta a ello. El caso de la cosa es que Podem se descolgó en dos ocasiones antes de la tercera y final. Siempre aduciendo motivos de praxis democrática, y aludiendo al censo utilizado para las votaciones y al código ético de la formación. Desde los tres partidos confluyentes restantes --recuerden: Comuns, ICV y EUiA--, se explica el asunto desde diversos puntos de vista desordenados, pero que tienden a explicar que a) Podem quería más cuota --vamos, otra vez problemas de cuadros--, que b) el secretario de Podem actuó con desconocimiento y torpeza, o que c) Podem ha practicado un póquer que no le ha salido bien. Sobre el póquer. Se aduce que Podem tenía miedo de desaparecer en una nueva formación, por lo que ha hecho todo lo posible para no hacerlo, todo ello con conocimiento y participación del secretario de Organización, Pablo Echenique. Desde Podem se aduce que todo ha sido un enfrentamiento entre cuadros, y la consecuencia de un proceso rápido, que se temía que fuera, básicamente, una refundación de ICV. También se aduce que el aparato de Comuns forzó la máquina. Es posible --es muy posible-- que en diversa proporción coexistieran en el desenlace de la historia todos estos ingredientes y puntos de vista. De hecho, aun practicando el off-the-record, ninguna de las partes se desautoriza o se deja verde. Todas las partes parecen tirarse cables y, en cierta manera, realizar autocríticas. La sensación es que llegarán a un acuerdo. Pinta que habrá elecciones catalanas en otoño. Y pinta que para entonces habrá una solución, que no será la coalición, descartada, por ahora, por Comuns. Se apunta que en septiembre puede haber otra asamblea fundacional, el retonno, en la que se engarce Podem al nuevo partido. Lo que supondrá, se supone, una anticatalanada. Hablar claro. Algo que no ocurre en esta asamblea. En la asamblea todo el mundo se comporta como si no pasara nada. Hay, de hecho, diversos miembros de Podem en la asamblea. Hay miembros de Podem en listas para los cargos, y hay listas en las que aparece el palabro Podem, si bien Podem como tal, no así Podemos, no ha sido invitado al acto. ¿Qué es Podem, esa cosa presente, pero a la inversa? ¿Quién es su secretario general?

¿Y quién es él?

Podem es, literalmente, un lío. Es difícil describirlo. De hecho, oficialmente no existe. En Vistalegre II no se trató el tema de las federaciones, por lo que Podem es un objeto real, pero no oficial. Con los estatutos en la mano, la confluencia tendría que tratar directamente con Madrid. Lo que tiene guasa. Por otra parte, y para liarlo más, hay varios Podem. Por ejemplo, el virtual y el analógico. El virtual parece estar formado por universitarios, clases medias y un sector trotskista. Diría que, en general, no difiere mucho en cosmovisión de la cosa Comuns. Pero está el analógico, el real, más difícil de describir. Son los Círculos, formados por clases populares que, diría, no se habían interesado por la política hasta 2011. Son lo nuevo, algo contradictorio, algo sin lo que no se puede formar un nuevo partido que quiera desbordar y ganar. Algo, por otra parte, y a pesar de la bajuna de lo nuevo desde 2014, vigoroso. No son clase media. No tienen a Ada Colau como referente. Diría que les importa un pito, por otra parte, la República Catalana propuesta. No son errejonistas, no son pablistas, se diría, o no participan en esos debates emitidos desde Madrid. Importante. En ocasiones son conmovedoramente vehementes, en ocasiones, hablas con algunos y percibes la fantasía de poder vivir de un cargo.

Se apunta que en septiembre puede haber otra asamblea fundacional, el ‘retonno’, en la que se engarce Podem al nuevo partido

Se dice que Bescansa dispone de una encuesta en la que aparece que la marca Podem es fuerte en Catalunya. Más, en algunos sectores y en territorios fuera de Barcelona, que la marca del partido nuevo, o de los anteriores. Lo que orientaría, de ser cierto, hacia el hecho de que Podemos, en efecto, sabe que tiene un problema en Catalunya. El staff madrileño de Podemos, verbigracia, quiere confluir, pero debe de saber que puede modular la confluencia más de lo que la ha modulado. Todo este grupo humano difícil de ser descrito es conocido a la perfección por Albano Dante Fachín, el líder de Podem. Periodista y activista, Albano accedió a la política, vía Procés Constituent, un grupo que se disolvió en Comuns y en CUP, nacido en el calentón posterior a 2011. Junto a su compañera, Marta Sibila --actualmente, diputada en el Congreso por En Comú Podem-., publicaba Café amb llet, una revista que se especializó en el tema sanitario posrecortes. Albano ganó con holgura las primarias de Podem, y ha defendido la participación de los círculos en el proceso de unificación que, por otra parte, defiende. Habla raro, no habla como un político y, se diría, carece de tácticas políticas al uso. Por otra parte, y quizás por ello, está ampliando los temas de los que se puede hablar en una entrevista. En ese sentido, ha hablado públicamente del Procés, en términos más beligerantes que sus compañeros de viaje --o de no viaje, por ahora--. Diría que, no obstante, si quería plantear un conflicto democrático en su negativa a apoyar la confluencia, o no lo ha conseguido, o no se ha empleado a fondo. En ese sentido, ha hablado públicamente con mucha precaución antes de la asamblea. Por sus evoluciones en la cosa confluencia, tendría haber sido desautorizado por Podemos Madrid. O esa, diría, sería la tradición. Pero si bien Podemos ha evaluado públicamente su voluntad de confluir, no ha emitido ninguna desautorización ad-hoc. Actualmente, Albano es el Elvis de los círculos --esa cosa inquietante, importante, por describir--, una persona que ha posibilitado que pase algo que nunca había pasado en los procesos de confluencias habidos o, incluso, en los procesos internos de Podemos, también dados a las listas únicas. Paralizarlas. Lo que explica la importancia y el dramatismo del caso. Albano, en fin, diría, ha ganado importancia en esta partida. En la que, francamente, no se puede evaluar, en su totalidad y en su proporción, si estaba en juego la democracia interna y la horizontalidad de la nueva formación, o la relevancia en el interior del nuevo partido de las formaciones previas.

Y la partida sigue

En la asamblea se proyecta un vídeo de Pablo Iglesias. Habla de unidad. Pablo Echenique habla en live. Previamente, se ha reunido en un bar próximo con Albano y con Jessica Albiach, la segunda en las primarias de Podem y absolutamente resuelta por la confluencia. Ahora, en el atrio pinta en blanco, y habla de unidad. Unitat, gritan los asistentes. La jornada acaba por todo lo alto, de manera por fin épica. El escenario está copado por todos los nuevos cargos. Personas que ocuparán sus instituciones consultivas y ejecutivas. Sólo unos días después trasciende la letra pequeña de las votaciones. Han votado menos personas que en las primarias de Podem, si bien más que en la votación interna de Podem en la que se le eligió no confluir. Además, parece ser, ICV ha votado en plancha a sus candidatos. Su candidata Laia Ortiz, ha sacado más votos que Ada Colau. Lo que orienta en la dirección de que todo esto puede llegar a ser, tácitamente, la refundación de ICV. Es decir, algo menos importante y amplio de lo esperado. Sí, las izquierdas catalanas, nuevas y viejas, deberán seguir hablando, incluso discutir de forma pública, si no se quieren refundar dinámicas más viejas que discutir de forma pública.

El buen rollo BCN

Pavelló de la Vall d'Hebron, Barcelona. Me voy pitando a la asamblea fundacional de algo que tiene el nombre provisional de Un País en Comú. En la puerta de la cosa me encuentro a Roger, un exniño de mi pueblo, al que tuve en brazos, que me presenta a su hija recién...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

9 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Miguel Mayol i Tur

    PODEM se equivocó no presentándose a municipales (donde podría haber ganado) y se equivocará si no se presenta a las futuras AUTONÓMICAS, con otro discurso, distinto al de Els Comuns (IU, ICV travestida, con algunos aditivos) aunque sea para perder. En autonómicas en Calalunya, la última candidatura recibió poco mas o menos los antiguos votos de ICV, y la CUP los nuevos votos izquierdistas independentistas, Podem, puede aspirar a los nuevos votos izquierdistas no independentistas, y estar en el parlament mucho mas de acuerdo con la CUP que con Els Comuns. Y como en este caso no influyen tanto las circunscripciones (que algo si) el voto dividido no será muy diferente de si se suma, e igual es mayor, porque ya se vio con IU (Aunque no en Catalunya) que a sus votantes no les gusta votar coaliciones.

    Hace 7 años 7 meses

  2. Un sueño enorme

    Creo necesario también 'federalizar' el mundo rural y el mundo urbano. Es decir, repartir por igual la soberanía entre pueblo y ciudad. La propia Ada hablaba hace poco por aquí sobre los intereses y funcionamiento comunes entre ciudades.

    Hace 7 años 7 meses

  3. Piacuto

    Pues es bien sencillo, Libertad, Igualdad y Solidaridad en horizontal. Entiendo q a los marxistas y derivados les cueste entenderlo, pero es otra cosa.

    Hace 7 años 7 meses

  4. Uno

    Se nota que Guillem intenta con ganas emocionarse con este tinglao y ver con buenos ojos ese engendro "genuinamente federalista" que se supone que sería (y nunca será, porque lo que ni puede ser ni tiene sentido que sea es, por definición, imposible) una no-república dentro de la monarquía del 78. Diría que sólo tiene un éxito muy moderado en la noble tarea de engañarse a sí mismo. Respecto a la muy innoble de engañarnos a los demás, que no sufra: nos damos perfecta cuenta de que no le gusta un cagao.

    Hace 7 años 7 meses

  5. Galeno1

    Cándida: Coincido contigo, y que Podemos debe de ser Podemos, solo Podemos, sin apellidos. Este Podemos: https://www.youtube.com/watch?v=a2RpjStPw7M&feature=youtu.be&t=6024 Que es el Podemos de los millones de votos, el Podemos de los círculos, el Podemos de la boina (barretina) frente a los cuatro gatos del Podemos del birrete universitario y de aparato partitocrático que todo lo añaña entre cúpulas alejadas de la gente comun, de las personas de a pie. Los culos de hierro tienen que orse a casita porque tanto ellos como sus ideas refundadores, han demostrado hasta la saciedad que son un fracaso, salvo para ellos que disfrutan de su momento de gloria en su carguito en un dolce far niente para la ciudadanía de a pie. Saludos cordiales. Nota: "aparatos, algunos de los cuales están dirigidos por lo que en el Chile de Allende se llamaban los “culos de hierro”, que estaban pegados a su sillón, del cual era imposible sacarlos. Es urgente que esta realidad y esta imagen cambien, pues recuerdan demasiado a la vieja política."

    Hace 7 años 7 meses

  6. candida

    mientras los partidos caducos (cumplieron su papel en otro tiempo y debe respetarse pero no están dispuestos a entender que su tiempo ya pasó) no den un paso al lado y dejen de contaminar todo lo que pueda aparecer como algo nuevo, esto no cambiará demasiado. las direcciones y jerarcas de los viejos partidos como euia o icv (que no las bases, gente hornada y trabajadora donde las haya) no dejarán de pegarse como una lapa a cualquier posibilidad que les permita sobrevivir. una pena. que se vayan a trabajar y dejen paso a lo que parece que puede venir, que no pongan palos a las ruedas por mantener su estatus personal.

    Hace 7 años 7 meses

  7. Giorgio Romano

    La Colau, acabarà como las derechas catalanas de junts pel circ, que miedo que me da. Pronto la veremos con los derechistas Rahola y Rufian, que poca cultura tienen,

    Hace 7 años 7 meses

  8. Giorgio Romano

    Ojo con la Colau, cada vez la veo mas cerca de la derecha catalana, o sea junt pel circ, (pdcat y erc)

    Hace 7 años 7 meses

  9. Dolores de L'H

    Es la refundación de ICV ni más ni menos. Vieja política con la cara de Colau. Es un partido diseñado desde los despachos a través de cuotas y con el apoyo de los medios de comunicación (El Periódico, La Vanguardia, El diario) que los ven como un mal menor para parar al independentismo, el gran desafío del Estado.. Dice Martínez, gran publicista del espacio de los comuns, que es "netamente republicana". Es falso. Proponen una república dentro de una monarquía. Prostituyen la palabra República para contrarrestar al independentismo y su proyecto. Al igual que el 27S utilizaron lo del "proceso constituyente no subordinado" para rascar voto independentista y evitar que el SÍ superase el 50% y así seguir desgastando. Dice también Martinez que es rupturista pero no aceptan un "referéndum unilateral" a pesar de que el Estado no quiere pactar nada. ¿Eso es rupturista? Eso es hacerle el juego al régimen del 78. El proyecto del nuevo partido de Colau tiene como único objetivo recoger las sobras del PSC. Albano Dante Fachin y Podemos Cataluña han sido coherentes. Para ser ICV 2 mejor ir solos (de momento) y dejar que los círculos tomen los decisiones y no Domènech y los amigos de Coscubiela. Hay algo que me ha molestado especialmente. El Tamayazo de Jessica Albiach y Marc Bertomeu. No entiendo como Domènech puede acoger a gente que traiciona aquello que han votado sus bases después de perder las primarias con un discurso que precisamente decía que Podemos no podía diluirse en el nuevo partido. Ahora han cambiado de opinión de repente por cuatro sillas. Así no se construye un nuevo partido. La participación fue muy pobre. En las primarias de Podemos votaron 15000 personas más y en Vistalegre 2 desde Cataluña votaron 3 veces más. La fuerza está en Podemos, pero los medios (solo hay que ver la portada de El periódico contra Podemos y Fachin) quieren eliminarlos porque un partido donde la gente toma las decisiones no se puede controlar.

    Hace 7 años 7 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí