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Muchos pensadores, escritores y comentaristas políticos dan por buena la afirmación de Jacques Attali, en la primera página de su libro Breve historia del futuro, 2006, con carácter axiomático: “La situación es simple: las fuerzas del mercado controlan el planeta”. Es decir, que manda quien manda. Y, a partir de ahí, expone su defensa de la democracia real, la de los hechos y no la de las palabras de los políticos, que mienten más que hablan. Y de la hiperdemocracia, como sueño del porvenir. Esta afirmación tan clara, tan rotunda, tan sin vuelta de hoja, ¿no afecta a Cataluña? ¿Cataluña vive al margen del mercado? ¿El mercado catalán, producción y consumo, está libre de esa pulsión económica universal? ¿Realmente, la democracia catalana está exenta de las leyes inexorables del mercado? Por desgracia, no. Los empresarios, de un modo cada vez más explícito, empiezan a manifestar su opinión sobre el independentismo y sus previsibles consecuencias. La alarma empezó hace tiempo, cuando se le vieron las orejas al lobo, si el deseo de independencia es algo más que un tira y afloja presupuestario. No todos los catalanes están de acuerdo con la frontera económica del Ebro. Ni todos los españoles en la aceptación de los productos “made in Catalunya”. Ignoro los datos de las repercusiones económicas de la independencia sobre el mercado de la nueva nación catalana. Pero la preocupación empresarial es un signo de advertencia. La reciente defensa del Círculo de Empresarios de la necesidad del diálogo, para solventar las diferencias políticas entre Cataluña y Madrid, es un dato. Yo no estoy de acuerdo, pero la democracia actual pasa por el mercado. Nos puede parecer mal, injusto e incluso antidemocrático, pero es así. Es algo ante lo que no pueden cerrarse los ojos, algo evidente, que tarde o temprano pasa factura. La democracia real, que estamos intentando, no se aviene con las mentiras. Es la prueba del nueve. Olvidarlo puede arrastrar malas consecuencias. Sobre todo, conociendo la sumisión mediática habitual a las consignas del mercado.