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Volvió julio y, con él, volvió a los escenarios de la capital catalana el Grec. En la presente edición, la organización ha trazado dos grandes ejes: Grec Montjuïc, donde se celebra la parte más internacional del festival, y Grec Ciudad, donde se representan obras que reflejan la creación local y se apuesta por compañías y escenificaciones de autores que viven en Barcelona, como Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, producida por La Perla 29 y dirigida por Oriol Broggi, que se representa en el Teatre Biblioteca de Catalunya, en el barrio del Raval.  

El nuevo director del festival y exdirector del Mercat de les Flors-La casa de la danza, Cesc Casadesús, ha querido plantear la línea estratégica del certamen entre 2017 y 2020 como “un viaje hacia el Este”. “Viajar es tener una conversación y es descubrir nuevas maneras de mirar al mundo; como festival, queremos encontrar artistas que respondan a nuestras preguntas con sus creaciones”, señala Casadesús.

Los ejes de esta edición son el Mediterráneo y el concepto del viaje, las migraciones, el comercio y el intercambio. Los organizadores han apostado por estrechar vínculos con Grecia, de modo que algunos de sus creadores participan en el festival barcelonés y servirá para tejer alianzas que permitan presentar en Atenas y en sus festivales de referencia proyectos realizados en Catalunya.

Del 1 al 31 de julio el festival habrá acogido 102 espectáculos (40 de teatro, 43 de música, 15 de danza y 4 de circo), para los que se han puesto a la venta un total de 145.725 entradas. Entre todas las producciones, siete tienen que ver con Grecia. Es el caso, por ejemplo, de The Great Tammer (El gran domador), dirigida por el heleno Dimitris Papaioannou. Cabe señalar que el festival acoge tanto espectáculos en catalán, como en castellano --por ejemplo Calígula, dirigida por Mario Gas y coproducida entre el Grec, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y el Teatre Romea, se podrá ver del 20 al 23 de julio en el Teatre Grec, que es al aire libre-- y en lenguas extranjeras con subtítulos.

En 2018, los organizadores quieren que el festival hable de globalización y de democracia con la mirada puesta en Asia, y se centrará en estrechar vínculos con la ciudad de Singapur en asociación con su festival de las artes, que se celebra en fechas similares al Grec, para conformar proyectos conjuntos.

El año siguiente predominará una reflexión sobre liderazgo y culturas dominantes, y la cultura anglosajona estará más presente en la programación, de Melbourne a Nueva York.

Finalmente, el plan estratégico culminará en 2020 con Latinoamérica, en una edición centrada “en el alma, las emociones y la magia”.

“Haremos esta ruta siempre desde nuestra mirada, sin dejar en ningún momento de ser quienes somos: barceloneses, catalanes, mediterráneos, compartiendo historia con España y Europa”, destacan los organizadores.          

Otro de los grandes objetivos del certamen es ampliar la base social de públicos y el interés por las artes. “Hemos preparado unos itinerarios y abonos para favorecer la asistencia a más de un espectáculo. También hay actividades gratuitas y precios pensados específicamente para jóvenes y familias”, explican. En este sentido, se ha empezado a trabajar un programa de actividades paralelas que acompañan la programación con diversos agentes de la ciudad, en especial con las fábricas de creación y bibliotecas.