Estamos produciendo una serie de entrevistas en vídeo sobre la era Trump en EE.UU. Si quieres ayudarnos a financiarla, puedes ver el tráiler en este enlace y donar aquí.

1- Hola. Pues aquí. Les explico la evolución de la cosa desde que existe. Empezó a existir, de hecho, hace cuatro días. Cuando la votó el Parlament. Hasta ese momento, nadie la creía, ni siquiera, me temo, un alto porcentaje de las personas que lo votaron. Ese dato es importantísimo. Y dibuja, en fin, que nadie sabe nada de los siguientes pasos. Pero es que nada. 

2- SOBRE REPRESIÓN GUBERNAMENTAL. Hasta el momento en el que escribo la letra 'o' del palabro 'escribo', el Gobierno ha tramitado todo lo aprobado en el Parlament al TC. Hay querella, con pena de cárcel, para todo el Govern y la Mesa. Además, la Fiscalía, a requerimiento de un TC requerido por el Gobierno, se ha requerido --aquí, snif, nadie se quiere; se requiere-- al pack Conselleria de Interior y Medios Públicos. Con la ley --de la selva-- vertebrada, en estos momentos iría al trullo, por ejemplo, el dire de TV3 --que, por cierto, y sin venir a tema, fue mi primer director e, inopinadamente, cuando era pipiolo, me envió a Cuba, que se dice pronto--. Se han chapado las webs oficiales sobre la cosa referèndum, y se ha evitado que los medios privados emitan o reproduzcan el único spot de promoción del 1-O. Ha sido bastante fácil, en tanto ninguna agencia de medios ha aceptado incluir el paquete referèndum entre sus productos a vender. No obstante, ha sido sorprendente --e indicativo de los límites ambientales de la desobediencia que viene-- que ningún medio procesista haya publicado el anuncio. Alguno, incluso, ha comunicado públicamente que no lo publicará, no sea que, guau, tenga problemas. Por lo demás, el Benemérito Cuerpo Armado, fiel a sus más de 3.000 años de lucha por la democracia, ha empezado sus registros, en busca del papeletas --sí, suena a una mezcla de Mortadelo y peli de la Résistance--. Hasta la fecha ha registrado una empresa y, lo que es más inquietante, un diario, esa cosa tan fácil de chapar --no creo que ahora chapen diarios, como cuando el Aznarato; supongo que los freirán a multas; es decir los chaparían igual-- por aquí abajo. En breve se iniciará la presión --cartita del TC y visita de alguien de la Fiscalía-- a los Ajuntaments --600, sobre más de 900, han dicho que participarán en la cosa--. Será interesante ver si un Ajuntament procesista es más consistente en sus decisiones que un diario procesista. Por lo demás, el Gobierno parece que hará todo lo posible para evitar que antes del 1-O alguien crea que puede haber votación. En ese empeño utilizará todo lo que pueda, si bien, por ahora, creen que no será necesario recurrir a la artillería. La artillería, en este contexto, sería el 155 --ya no hay tiempo, por cierto--, la Ley de Emergencia Nacional o la reforma turca del TC. Es decir, intervenir instituciones, inhabilitar por el sistema exprés, y enviar uniformados a donde no debe haber, bajo ningún concepto, uniformados. Todo ello, aunque no lo diga el Estado, sería un fracaso absoluto para el Estado. Bueno, cualquier hecho de represión a un problema político lo es. Pero esa casilla ya la pasaron este año, condenando a Mas por una consulta inocua y pactada. El Gobierno se ha buscado, él solito, un problemón. 

3- MIENTRAS, EN EL OASIS ESE. Todo ha cambiado desde la convocatoria, en efecto. ¿Pero hasta qué punto? Sigue sin haber garantías de que el Govern no se raje. De hecho, empieza a haber fallos en la comunicación al respecto. Hace unas horas, el Presi ha apuntado que, en caso de que el Gobierno ofrezca un referéndum pactado, desconvocarían el 1-O. A las pocas horas, una líder de ERC ha dicho que no. Por otra parte --y esto es importante--, el Gobierno no va a ofrecer nada. Ni siquiera ahora, que sería tan fácil. El Gobierno, por cierto, carece --por falta de voluntad, con orgullo, con un par-- de interlocutores en Catalunya. Salvo --y esto tiene guasa-- el alto empresariado, ese interlocutor que tan bien ha informado, snif, a los Gobiernos desde el siglo XIX, cuando Barcelona empezó a ser la ciudad más represora del mundo, hasta el punto de exportar una palabra catalana que ya es internacional: barricada. Más fallos de comunicación: el conseller Turull --mi favorito, sin duda; un exponente, por lo demás, de la derecha gore y esencialista que ha accedido a su 2.0 con el Procés-- ha recomendado, vía Twitter, que la ciudadanía se imprima las papeletas. Es decir, ha dado más pie a reconocer que el Govern convocó algo que, aparentemente, no ha planificado y no puede satisfacer. Más cosas. Toda esta juerga, presentada como un festival democrático non-stop por el Govern, empieza a tener sus puntos de mosqueo. Puigdemont, por ejemplo, ha llamado a la sociedad a increpar a los alcaldes reacios con el referéndum. Esto, es importante decirlo, no es escrache --presión social contra el poder--, sino su contrario --presión modulada por un poder--. Glups. Ojo. Cuidadín. También ha aumentado --y seguirá aumentando-- la presión sobre el Ajuntament de Barcelona para que --sic-- “ponga las urnas”, esa cosa que debería poner el Govern convocante, junto con un censo razonable, papeletas, o una Junta Electoral en la que no todos fueran de un solo partido --como es, snif, el caso--. En ese sentido, el referéndum, además de lo que pueda llegar a ser, sigue siendo una cosa procesista, un objeto para consumo interno, es decir, un ariete electoralista contra otras formaciones. 

4- MIENTRAS, ELS COMUNS. Los Comuns han tenido un discurso torpe ante el Procés, y eso ahora les pasa cuentas. Por lo demás, aún están en fase mosqueo interno. Albano Dante Fachín, Secre General de Podem, y con él un amplio sector de Podem, no ha entrado en Comuns. Desde fuera del pack, no obstante, ha elaborado un discurso claro al respecto: apoyo y participación en el 1-O, si bien reconociendo en todo momento que es lo que es. Una consulta, un acto de protesta, no un acto oficial y vinculante. A falta de un tercer discurso, Comuns tendría que acoplar este. Lo que tiene una implicación efectiva: aceptar la inhabilitación y posible condena por parte del Estado. Una curiosidad --se la repito, pero es que tiene mucha gracia-- que orienta sobre el carácter electoralista de toda esta presión para que Comuns “ponga las urnas”: en 2014, Trias / CDC no cedió locales para la consulta pactada. Y todo el mundo le rió la gracia.

5- Individualidades respetadas, formadas y que admiro, provenientes de las izquierdas catalanas, empiezan a vertebrar artículos de opinión, defendiendo que el 1-O es una oportunidad única de ruptura, a la que resulta absurdo no apuntarse. Francamente, no lo sé. Este referéndum, que no parece ser emitido desde el convencimiento o la planificación, es el fin de una legislatura muy dura, en la que en el Parlament se ha pactado poco, y se ha ejercido la apisonadora social en todos sus tramos no procesistas --incluido presupuestos--. No ha habido contactos políticos, más allá de los personales. Es la culminación de la obra de tres partidos, pilotados por la derecha catalana, que no han ofrecido nada salvo austeridad e inquebrantable adhesión a un proyecto que se ha ido aplazando años. Ignoro cómo se le puede dar la vuelta a eso, y convertir una propuesta partidista en algo sensible no sólo de que sea real, sino rupturista. La Llei de Transitorietat, que viene con el pack de la Llei del Referèndum, parte de una idea de Estado y de división de poderes muy próxima --tan exageradamente próxima que, en ocasiones, la supera-- a esa maravilla denominada R'78. Es difícil que izquierdas no nacionalistas acepten disolverse en torno a un Govern que no difiere mucho en sus políticas --negocios y austeridad-- que otros del Sur, muy próximos. Bueno. Ya veremos cómo se lo montan. Les digo.

6- REPRESIÓN IS THE NEW BLACK. A mi, en todo caso, me aterra esto. Veo una consulta difícil, hoy, de ser un referéndum, e incluso, de ser. Veo que su represión fortalecerá al PP. Y veo que su represión también favorecerá a un Procesismo cada vez más anclado en el esencialismo y la derecha. El Procés, aún hoy, no necesita que el referéndum se haga. Necesita --y, al parecer, quiere y busca-- la represión, para ser inmortal por décadas. Los catalanes, en fin, somos culés. Nos gustan las derrotas por causa arbitral. El drama de todo esto también es que, con convocatoria emitida, con penas de cárcel en el aire, aún es posible sospechar que son más directos y consistentes los resultados electorales que los políticos. Ya les iré diciendo si esto va cambiando.

7- Para acabar de liarlo más. Hoy ha sido la Diada. Sinopsis: menos personas --1.000.000, más o menos, según El Periódico y ANC; 370.000 según el Gobierno; 875.000 según la Guardia Urbana; de 540.000 a 700.000 según el Servei d'Estadística Aplicada de la UAB, que acostumbra a acertar. En todo caso, menos que en anteriores ediciones del invento. Recordemos que el invento era el gran objeto de presión al Estado por parte del Procesismo. Es decir, ninguno. Siempre quedará la duda de preguntarse si esta mani, siempre concurrida, un fenómeno anual único en Europa, convocada por la ANC --la ANC dió su apoyo e incluso se integró en las listas de JxS; no es, por tanto, un movimiento social, sino partidista--, es, básicamente, un acto de desobediencia a un Gobierno, o de obediencia a un Govern. En la mani --otro dato importante-- primaba, en mi sector al menos, las personas mayores. Por norma general, las personas mayores sólo participan en actos de desobediencia como los que están al caer en breve, según la ANC --ocupaciones, manifestaciones continuadas--, si la revolución está cerca del WC.

8- Todo sigue, por primera vez en 5 años de bla-bla-bla, abierto. Siguen produciendo indicios, que sólo serán interpretables en su importancia en breves semanas. Ya les iré contando. Kisses.