Procesando el Procés (XV)
Los catalanes hacen cosas (a saber)
La cosa propagandística hace agua, pero sigue cachas. Ahora se está rebajando presión a los ayuntamientos, salvo al de Barcelona, y la gran batalla de estos meses será en honor de Els Comuns
Guillem Martínez Barcelona , 24/07/2017
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1- Bueno. Sinopsis. En 2012 el Govern anunció un referéndum. Y nada. Un referéndum está tirado. Lo convocas en un plis--plas y a) te vas al trullo, o b) no te vas al trullo, se hace, gana el sí o, más probablemente, el no, y se produce una ruptura no solo en Cat, sino en Esp. Se podría haber convocado en 2012. A pelo, sin planificación, como ahora. El hecho de que desde 2012 y, más aún, desde 2016, se esté anunciando que se hará, pero que no se haga, debería orientarnos hacia la sensación de que no estamos en una carrera hacia un referéndum, sino hacia otra cosa. En ningún país del mundo que ha accedido a la indepe se ha legislado un pito para la indepe --como es el caso Cat, que no ha legislado literalmente nada al respecto--, pero también es verdad que en ningún país del mundo que ha accedido a la indepe se ha invertido tanto tiempo en aplazar la indepe aduciendo que se está legislando para la indepe. Sea lo que sea el Procés es, en fin, un aplazamiento de lo que se anuncia. Es decir, propaganda. La prueba: debe de ser interpretado, pues nunca es diáfano. Como la propaganda.
2- Esta ha sido la primera semana tras la crisis de Govern. El nuevo Govern anunció que compraría las urnas el martes. Era el sello de que esto iba, en esta ocasión, en serio. En lugar de gestionar la compra --de algo que ya puede estar comprado, por otra parte--, el conseller portavoz explicó que “hem analitzat i compartit els diferents itineraris per a l'adquisicio d'urnes”. Vamos, que no. Lo que indica que cada martes, día de reunión del Consell de Govern, se intentará dramatizar el tema de las urnas. Lo que indica, a su vez, que las urnas no son necesarias. Es necesario dramatizarlas. Importante: desde el pack Gobierno Central se interpreta el NS/NC de este martes con la cosa urnas como un indicio llamativo de que aquí nadie va a firmar nada. Veremos. Es posible. Pero esto --esto va de propaganda-- no acabará con el espectáculo, que será la monda hasta octubre.
Sea lo que sea el Procés es, en fin, un aplazamiento de lo que se anuncia. Es decir, propaganda. La prueba: debe de ser interpretado, pues nunca es diáfano. Como la propaganda
3- La razón de los cambios de Govern se hace cada vez más confusa. Si era para comprar urnas, pues no. Si era para colectivizar las decisiones, pues tampoco. El TC ya ha dicho que las decisiones son del pollo que las negocia y firma, y que no podrán ser colectivas. Si Junqueras no quería estar solo en la dramatización del pack referéndum, lo está. Ahora, de manera oficial, ya que en el DOGC --el BOE cat-- ha salido su nombramiento como Miss Referèndum. Importante: el Processismo, subsector PDeCAT, está rajando en petit comité todo lo que puede. En especial a La Vanguardia, que ha informado de que en la crisis de Govern se estuvo evaluando la convocatoria de elecciones. Es decir, que su función ha sido no convocarlas por ahora. Quizás, poco más.
4- Esta semana, de hecho, no se ha hecho nada. Salvo dramatizar el referéndum. Lo que puede ser un indicio de su función. Un referéndum unilateral e ilegal en el marco del Estado se podría haber hecho, lo dicho, en cualquier momento --de hecho, si se llega a convocar el 1-O será en cualquier momento. Es decir, sin planificación o funcionalidad alguna--. Pero eso hubiera evitado su rentabilización a través del drama. El drama ha consistido en potenciar informativamente el hecho de que el Tribunal de Cuentas va a dar para el pelo a Mas --en verdad, a Mas, Ridau, Ortega y Homs--, exigiéndoles el reembolso de lo gastado en la consulta del 9N --cinco millones de euros--, por lo que, se supone, se exigirá también a Junqueras --quizás a alguien más-- lo que se gaste en la nueva derrama de la nueva consulta --se dice que unos 13 millones--. Se ha recurrido al Lola Flores style. Junqueras ha dejado ir que la cantidad se subsanaría con menos de dos euros por catalán indepe. Estaba tan Lola Flores style en el acto en el que emitió la idea que, por unos segundos, me pareció oír “¿quién no le ha comido la pipa a una amiga?”. La idea es un fallo propagandístico. Algo imperdonable a 70 días de la fecha anunciada --pero no promulgada-- del referéndum. Integra, vamos, la idea de que, tras el referéndum, se tendrán que pagar multas al Estado al que ya no se pertenecerá.
Un referéndum unilateral e ilegal en el marco del Estado se podría haber hecho, lo dicho, en cualquier momento. Pero eso hubiera evitado su rentabilización a través del drama
5- La idea no fue recibida con cohetes. Lo que apunta a que los fallos de propaganda van siendo mayores, algo preocupante en un sistema, lo dicho, propagandístico. Una parte del independentismo ajeno al Procés ha mirado la propuesta con cara de póquer. Verbigracia, se ha mostrado en contra Santiago Espot, indepe no processista, y uno de los afectados por la sentencia judicial que obliga a varias asociaciones indepes a pagar una morterada de multa --cerca de un millón--, por los pitidos propinados al himno y al Jefe del Estado durante la ulterior Copa del Rey en la que se silbó à gogo. Esta polémica es una visualización de que el Procés es un paraguas gubernamental, no un paraguas indepe. De hecho, en la última visita de Espot a la Audiencia, me dicen, se congregó a las puertas del edificio una nutrida mani compuesta por una sola persona. Govern, Omnium, ANC, por lo visto, velan por el pack Procés antes que por el pack indepe que es, posiblemente, otro negociado. Penalizado, en este caso, sin los chorrocientos manifestantes que colocan cuando Mas tiene que ir a un juicio a defender que no desobedeció. El Procés, todo apunta a ello esta mañana a primera hora, parece ser, en fin, un corpus de propaganda gubernamental, que intenta cubrir a chicos y chicas gubernamentales, antes que un proceso de autodeterminación.
6- Más fallos propagandísticos --son importantes; no sucedían en el Procés hasta recientemente--. La Guardia Civil ha visitado esta semana la Gene y el Parlament. Buscaban material puntual de Germà Gordó, exgerente de CDC, exsecre del Govern Mas, exconseller de Justícia, exparlamentari de CDC y de PDeCAT y hoy miembro del Grupo Mixto. El caso de la cosa es lo del 3%. Un caso muy probable, pero de difícil demostración --el caso de cobro de comisiones más documentado es la cosa Gürtel y Bárcenas, y mira--. Anyway. Los Hombres G entraron sin problemas en ambos edificios. Si bien el conseller del ramo anunció que no los había dejado pasar. Es decir, dramatizó la información. Esa sobreactuación informativa, falsa, fue reproducida en los medios públicos y concertados. En realidad, la poli fue invitada a pasar por otra puerta, menos vistosa, y fue invitada a esperar la entrega de los papeles solicitados. Un poco más y les dan surtido Cuétara y chupito de Calisay. Pero la versión del conseller coló. Esta mañana a primera hora, muchos consumidores de Procés creen que un conseller impidió épicamente la entrada a la poli en el Territorio Sangrado Indio. Algo que el conseller no puede hacer ni en sueños, porque carece de esa cultura en su disco duro. El fallo propagandístico aludido no fue ese --ese, en fin, coló; fue un éxito propagandístico--, sino el protagonizado por una pequeña polémica entre Forcadell, presi del Parlament, y De Gispert, expresi del Parlament. La última cantó en Twitter que ella nunca hubiera dejado entrar en el Parlament a la Betemérica --Chiquito, ese genio de la lengua, dixit--, sino que hubiera hecho resistencia épica, como el conseller Turull. A lo que Forcadell, en un medio público, contestó que Turull había hecho en realidad lo mismo que ella. Nada.
7- Rayos, otro fallo propagandístico. El grupo de PDeCAT ha iniciado en el Congreso los trámites para una ley que suprima las condenas franquistas. Es decir, que la ley que se ha aprobado en el Parlament, en efecto, no las suprime. El hecho de que entre los usuarios del Processisme se perciba que Cat es un territorio libre de sentencias franquistas explica la amplitud, fortaleza y peligrosidad de un sistema fundamentado en la propaganda, en transmitir datos que no sólo no son ciertos, sino que incluso no son reales.
8- Otro foco de propaganda --a falta de otra cosa-- se ha desarrollado en la Conselleria d'Interior. Al nuevo conseller se le ha calificado de indepe por los medios públicos y concertados. En efecto, es un indepe de los tiempos de CDC. Es decir, que vete a saber lo que es. En todo caso, se presenta como indepe king-size, y con un pasado intachable. De hecho, se conservan fotos suyas recientes presidiendo el homenaje anual a los hermanos Badía, personajes paradigmáticos del fascismo etnicista cat, asesinados por la CNT en los treinta --uno de ellos, en fin, durante una etapa en la que dirigió la poli cat, tuvo la ocurrencia de ametrallar un autobús con niños zaragozanos, acogidos por la CNT de BCN mientras sus papás y mamás hacían huelga; durante una época lejana, en fin, era una mala idea chulear a cosas como la CNT o el IRA--. La propaganda processista, en fin, está extendiendo el campo semántico de la catalanidad hacia fórmulas patriotas inquietantes, con pasado gore y antaño frikis. Con cierta normalidad. Ojo con eso. Son resultados residuales de la propaganda cuando va a tutiplén.
Al nuevo ‘conseller’ de Interior se le ha calificado de indepe por los medios públicos y concertados. En efecto, es un indepe de los tiempos de CDC. Es decir, que vete a saber lo que es
9- El nuevo conseller d'Interior se ha pelado al anterior director general de los Mossos --hace meses dijo que, en caso de duda, los Mossos obedecerían la Consti--, y ha puesto a un patriota ad-hoc de los que les, glups, comentaba en el punto 8. Se interpreta eso como una garantía de que los Mossos se mojarían en un posible referéndum. Algo, estadísticamente, dudoso, en el cuerpo policial del Estado que tiene mayor porcentaje de absentismo --vamos, que sus usuarios, por lo general, no sólo no quieren problemas, sino que no van a buscarlos--. Los medios públicos y concertados informan de que eso se haría mediante la ley, gracias a la realización de una orden de despliegue imposible de desobedecer o de recusar. Cualquier resolución, orden, chorrada legal en el Procés, hasta ahora, sólo han significado aplazamientos de lo que pretendían anunciar. Supongo que también este caso.
10- Y aún otro foco de propaganda. A través de un documental que se ha estrenado en TV3 con récord de audiencia. Se trata de Las cloacas de Interior, un documental magnífico, elaborado a partir de las investigaciones de Carlos Enrique Bayo en Público, y que explica operaciones sucias de Interior en ámbitos en los que Interior quiere ejercer la política por otros medios, como Cat. El Govern, en todo caso, ha acogido el documental como banda sonora, como la prueba de su persecución y de su vivencia de otra cultura democrática. Que no está claro que exista. El Processismo, en fin, ha ejercido la represión sobre el 15M de manera violenta y llamativa. Ha monitorizado ciudadanos. Llevó a juicio, como acusación legal, a manifestantes que rodearon el Parlament, y que cumplen penas de prisión más severas al haber sido juzgados en Madrid --al ir a la Audiencia de Madrid las penas se endurecen, pues los cargos adquieren gravedad de atentado a las instituciones del Estado--, pues Mas no quiso que se le viera entrar en la Audiencia de Barcelona. Prefirió hacerlo por plasma.
El Processismo ha ejercido la represión sobre el 15M de manera violenta y llamativa. Ha monitorizado ciudadanos. Llevó a juicio, como acusación legal, a manifestantes que rodearon el Parlament
11- Como ven, la cosa propagandística hace agua, pero sigue cachas. Es decir, puede subirse sobre cualquier caballo. El último es la última propuesta del Gobierno Central --hablar, no habla, pero no para--. Auditará las cuentas de la Gene no cada mes, sino cada semana, en busca de gastos en referéndum. Si encuentra algo, empure --los empures esp son material para la propaganda cat-- y --esto es nuevo y también aberrante-- supresión de la pasta FLA, con la que la Gene --es decir, las escuelas, la sanidad, lo poco que queda del Bienestar, y poco más; la Gene carece de otras funciones; es una administración descentralizada del Estado, como dijo la sentencia del TC al Estatut-- va tirando.
12- Hace unas semanas Puigdemont se reunió con los alcaldes. Mas hizo algo parecido para calentar la consulta en 2014. En aquella ocasión fueron 800 alcaldes quienes firmaron un manifiesto. En esta ocasión han ido 500 personas, y no todas eran alcaldes, y no firmaron nada. Lo que llega de la planificación del referéndum es poco --y propagandístico en un referéndum que carece de censo--, pero parece ser que se está velando para que los alcaldes no puedan ser acusados por Fiscalía --a saber lo que piensa Fiscalía; tiene el gatillo fácil--, lo que se puede interpretar como que no hay mucha voluntad de liarla por parte del pack ayuntamientos. Algunos alcaldes PDeCAT, de hecho, ya se están haciendo los suecos. Paralelamente ha salido el --especie de-- CIS cat. Datos importantes: a) la indepe sigue siendo la opción preferida en la sociedad, pero con 10 puntos menos que la última vez, b) el referéndum, en caso de hacerse, sería apoyado por más del 60% de la sociedad. Lo que es mucho. Quizás estos datos implican una sociedad voluble, sensible a la información --no se está produciendo--, o a su tía la propaganda --lo que sería una mala noticia, pues la propaganda parece ser que subirá de aquí a octubre--.
13- Se está rebajando presión a los ayuntamientos, salvo al de Barcelona, al que se le exige de todo. Me temo que la gran batalla propagandística de estos meses no será contra el Estado --creo que el Procés sabe que ha perdido; pidan un segundo diagnóstico; en todo caso, siempre puede liarla; un mamífero desesperado siempre la lía--, será en honor de Els Comuns. Si esto es propaganda, es decir, elaborar un marco con el que seguir ganando elecciones, deben pelárselos. Brrrr, tengo que escribir un artículo sobre Els Comuns y el marco Procés, con el que les van a dar con el lomo.
14- Este punto es por la patilla. Para no acabar con 13 puntos noseaqué.
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Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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