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En pocas semanas llega el 8 de marzo, el día de la Mujer, el día del año que es el icono del movimiento feminista mundial. Y nosotros sabemos que lo que están defendiendo con la convocatoria de una huelga está bien. Sabemos y defendemos que es una lucha justa, que quiere la igualdad y que eso tenemos que apoyarlo. El problema es que a veces no sabemos cómo. Porque no somos mujeres. Porque no es nuestro día. Y entonces les preguntamos: ¿qué tenemos que hacer el día 8 de marzo?
Teníamos una intuición que queríamos compartir: a lo mejor deberíamos dejar de preguntar a las mujeres feministas de nuestro alrededor qué es lo que tenemos que hacer el 8 de marzo; dejar de decirles que nosotros apoyamos la lucha por la igualdad pero que tienen que explicarnos cómo hacerlo, porque si no lo vamos a hacer mal y entonces nos vamos a sentir peor. Incluso puede ser que hagamos el ridículo o que nos tachen de machistas, porque en el fondo no sabemos bien qué hacer un día que no es nuestro día. ¿Esto es de todos o no lo es? ¿Hacemos huelga o no hacemos huelga?
Creemos que lo que nos están pidiendo nuestras compañeras es precisamente que pensemos nosotros qué hacer con todo esto, que escuchemos activamente; preguntar no puede ser la manera de seguir sin responsabilizarnos. Dime que te molesta que no esté limpio el baño y yo lo limpio, pero si no me lo dices no lo sé. No, esto no va así, esto se trata de que te moleste a ti que el baño esté sucio, de que te responsabilices de lo que pasa a tu alrededor, no de si el baño está limpio o no, sino de que te hagas cargo, de que lo incorpores como algo tuyo, de que te involucres, pero no por ceder a los deseos de otra persona. Eso es lo que nos está diciendo la huelga del 8 de marzo, eso que, quizá, puedes vivir con dificultad todos los días en tu casa tiene que ver con cómo funciona el mundo y la economía, y con cómo se reparte el tiempo y el dinero entre las personas.
Infórmate, lee, reflexiona. Asume que es posible hacer y tener contradicciones –ellas las tienen todo el rato–, deja de pensar que ellas tienen la solución por ser mujeres. Ellas lo que tienen es el problema y la solución tiene que pasar por todos.
El día 8 es una huelga feminista, y eso significa que no es solo una huelga de mujeres, si no que los hombres debemos participar también. Pero hay una diferencia: la mejor práctica que podemos llevar a cabo es precisamente pensar sin estar en el centro. Por eso os proponemos que empecemos a pensar qué hacer el 9 de marzo y olvidarnos un poco de la preocupación de si el feminismo nos deja o no espacios como personas, si es una lucha de todos o solo de las mujeres, si nos ataca o no nos ataca, si es mejor ese o aquel modelo de masculinidad que hemos leído en un libro o hemos escuchado en la radio.
Pensemos sencillamente en qué hacemos y qué dejamos de hacer cada día; en que si los datos dicen que trabajamos muchas menos horas en el trabajo no pagado de cuidados (dos horas y media al día), eso es porque lo hacemos nosotros, no solo el vecino de enfrente. Si el 98% de los permisos de paternidad cuando se pueden compartir se los toman las mujeres, y son ellas las que deciden mayoritariamente tener trabajos a tiempo parcial y cobrar menos para cuidar de quien sea, es probable que esto también tenga que ver contigo. ¡Si es que el INE dice que hasta cuando somos nosotros quienes tenemos trabajos a tiempo parcial y ellas a tiempo completo, son ellas las que trabajan más horas cuidando!
Es fundamental recordarnos cada día del año que cuando hay que pelearse para tener tiempo de vida, para cuidar a tus familiares mayores o para pasar tiempo con tus hijos también es una pelea nuestra; que el 8 de marzo precisamente se está reivindicando que tenemos que empezar a valorar colectivamente todo ese trabajo como una esfera fundamental de la vida; que cada manifestación que pide adaptar nuestras instituciones a esta realidad es una reivindicación también nuestra; y que cuando nos dicen que también somos nosotros los que tenemos que cambiar en este proceso, nos quitemos el miedo, nos pongamos a escuchar y a hacer con lo que tengamos.
Entonces, ¿qué vamos a hacer el 9 de marzo?
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Colectivo desaprendiendo
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