En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Espacio realizado con la colaboración del |
Desde hace años, innovaciones como el coche eléctrico se están presentando como la solución para los acuciantes problemas de contaminación. El impacto medioambiental de los combustibles fósiles es evidente en muchos ámbitos de la sociedad: generación de energía eléctrica, calefacciones… Y también la red de transportes, que contabiliza decenas de miles de vehículos –no solo coches– dependientes de estas fuentes de energía. Sin embargo, esta ‘revolución’ verde sigue dando muestras de encontrarse aún en sus primeras etapas: en España, solo el 5,3% de la energía que se consume en combustibles para el transporte es renovable, según datos publicados reciente por Eurostat.
Los datos del portal estadístico, correspondientes al año 2016, sitúan a España en el puesto 17 de 28 entre los estados de la Unión Europea, cuya media alcanza el 7,1% en consumo de energías renovables para el transporte.
Tras un crecimiento importante de este porcentaje entre los años 2007 y 2010 en España –se pasó del 1,4% al 5%–, en el año 2011 se produjo un retroceso que volvió a situar al país prácticamente en la casilla de salida: apenas un 0,6% del combustible que se usó para el transporte ese año provenía de fuentes renovables.
A partir de ese año, hubo un importante estancamiento, y no se volvió a superar el 1% hasta el año 2015. Entre esa fecha y 2016 el país ha vuelto al crecer en su consumo de energía renovable para transporte, pero que solo ha servido para dejar la proporción a niveles del año 2010.
La estrategia Europa 2020, acordada por los organismos regionales para establecer un crecimiento sostenible y superar la deficiencias estructurales de la UE, estableció una serie de objetivos e indicadores en materia de consumo energético renovable. Uno de estos indicadores específicos está relacionado, precisamente, con el consumo de combustible derivado de energías renovables: la Estrategia establecía una meta del 10% para el año 2020.
Con un porcentaje del 5,3%, España aún tiene que doblar su proporción de consumo energético renovable en transporte para alcanzar el objetivo dentro de dos años. Por su parte, la Unión Europea aún deberá aumentarlo tres puntos porcentuales para alcanzar la meta.
De momento, solo dos países de los veintiocho han conseguido superar la barrera: Suecia, con más de un 30% de su combustible para transporte proveniente de energías renovables, y Austria, con un 10,6%.
Por el lado contrario, parece complicado que otros estados sean capaces si quiera de acercase a los objetivos: Estonia, Croacia, Grecia y Eslovenia apenas se sitúan en torno al 1,5% de consumo de energías renovables destinadas al transporte.
-----------------------
Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.