Queremos sacar a Guillem Martínez a ver mundo y a contarlo. Todos los meses hará dos viajes y dos grandes reportajes sobre el terreno. Ayúdanos a sufragar los gastos y sugiérenos temas (info@ctxt.es).

En el punto medio de las clásicas El ala oeste de la Casa Blanca, paradigma del optimismo demócrata de las producciones de Aaron Sorkin, y de House of Cards, arquetipo de la sordidez de la política (hasta el punto de que se base en un libro de un asesor de Margaret Thatcher), está Borgen, la serie danesa centrada en los equilibrios que hay que hacer para gobernar negociando. En el primer capítulo [¡atención, spoiler!], Kasper Juul mediático asesor de la líder centrista Birgitte Nyborg, se entera la víspera de las elecciones de una de esas cosas que escandalizan a las tiquismiquis democracias septentrionales: en un viaje oficial, la mujer del primer ministro conservador, cleptómana, ha sido descubierta en pleno hurto y su equipo cubre el gasto con una tarjeta oficial. Nyborg se niega a usar esa carta, y Juul se va con el recibo a otra parte, al líder laborista, que lo enseña en un debate televisivo.

Los asesores de los políticos eran gente discreta, callada y humilde. Así era hasta la aparición de Iván Redondo

En España, como saben, esas cosas no pasan. Los asesores de los políticos son gente discreta, callada y humilde, como el sándalo que perfuma el hacha que lo abate, siempre en segundo o tercer plano. Así era al menos, hasta la aparición de Iván Redondo como jefe de gabinete de Pedro Sánchez. Redondo (San Sebastián, 1981) se presenta como “el consultor político independiente con mejores resultados en España y el más premiado a nivel internacional (tiene ocho Pollie Awards, los óscars de la consultoría política que otorga en Estados Unidos la Asociación Americana de Consultores Políticos). Reconocido por su profesionalidad y autonomía a izquierda y derecha, Redondo ha trabajado durante más de diez años para el PSOE y PP”. En ámbitos tan poco proclives al presidente socialista (al menos cuando no lo era) como El Mundo o El Español (pero no solo allí) le atribuyen directamente la estrategia de haber tumbado al Gobierno de Rajoy.

“Es el momento de hacer jaque mate. Puedes ser presidente del Gobierno”, aseguran en el primero de los diarios que le contestó a Pedro Sánchez cuando éste lo llamó, al conocer la sentencia de la Gürtel, para preguntarle qué hacía.

“Esto es un éxito de Pedro y del equipo. Yo solo soy un mero trabajador y me gusta estar en la sombra”, le cuanta al periodista Javier Negre cuando lo felicita en el Congreso. Negre también es testigo de que una compañera le dice: “Lo has vuelto a hacer. Y en un tiempo récord”. Lo comparan con Alistair Campbell, el spin doctor que hizo pensar al electorado británico (y no solo al británico) que aquello de la “Tercera Vía” de Blair era algo nuevo, distinto y esperanzador. En Clarín mismo le apuntan (a Redondo, no a Campbell) contactos con el peronismo emergente. Si Iván Redondo era relativamente desconocido habiendo hecho lo que ha hecho, ¿qué días de fama no nos deparará ahora que ocupa el ala oeste de la Moncloa o, como titula su blog, The War Room?

Claro que a la hora de sopesar la trayectoria de IR tenemos que escoger entre dos métodos de análisis. El suyo y el ajeno. Afortunadamente, hay quien se ha tomado el trabajo. El pasado día 8, en la web de Redondo&Asociados. Public Affairs Firm, figuraban, según recogió ProProNews, esta relación de trabajos: “Asesoría política al Partido Republicano, Consultoría política al Partido Socialista, Asesoría política al Partido Demócrata, Consultoría política al PP, Campañas del PSOE, Campañas del Partido Nacionalista Vasco, Campañas del PNV, Asesoría política a Coalición Canaria, Consultoría política al Partido Popular, Consultoría al Partido Popular, Asesoría política al Partido Popular, Asesoría política al PP, Asesoría política al Partido Liberal, Asesoría política al Partido Socialista, Asesoría política al Partido Socialista Obrero Español, Asesoría política al Partido Nacionalista Vasco, Asesoría política al PNV, Asesoría política a Eusko Alkartasuna, Asesoría política a EA, Asesoría política al Grupo Popular, Asesoría política al Grupo Socialista, Asesoría política a Izquierda Unida, Asesoría política a IU, Asesoría política a Convergencia y Unió, Asesoría política a CiU, Asesoría política a Unió, Asesoría política a Convergencia Democrática de Cataluña, Asesoría política a CDC”.

Web de Redondo&Asociados, 17 de marzo de 2018.

La lista podría reducirse a la mitad o a la tercera parte eliminando los repetidos, pero ayer, después de que la web confirmase que clientes como el Partido Nacionalista Vasco o el PNV, desmintiesen –ambos– que hubiesen contratado a Redondo, la relación se redujo considerablemente. 

Web de Redondo&Asociados, 15 de junio de 2018.

Lo que está acreditado es que pese a ese ambidextrismo que pregona, para quien ha trabajado es para el PP. Primero para Xavier Albiol, en su famosa campaña xenófoba a la alcaldía de Badalona de 2007. Redondo cuenta que se pateó los bares de la localidad, testando la sensibilidad ciudadana. Con tal muestreo llegó a la conclusión de que el problema eran los inmigrantes. Y para quienes no lo veían así, elaboró un vídeo en el que relacionaba la inseguridad ciudadana con ellos y lo buzoneó. Consecuentemente, la solución era acabar con todo ello y la concretó en el slogan “Limpiando Badalona”, que como sabrán no se refería al barrido de calles. Después se ofreció al PNV, pero como no hubo acuerdo en las negociaciones, cruzó la acera y se ofreció a Antonio Basagoiti, el candidato del PP. El candidato conservador perdió dos escaños con respecto a su antecesora, María San Gil, y Redondo cruzó, en este caso la península, para convertir, ahora sí, gracias a la abstención de IU, a José Antonio Monago en el primer, y hasta ahora único presidente popular de Extremadura. El spin doctor fue cargo público en la administración extremeña hasta 2015.

Siempre hace ver que es más listo que quien lo contrata

Desde entonces ha acampado en el vaporoso terreno de los análisis en prensa y televisión y la impartición de másters. Hace más de un año, se ofreció a Génova, pero era de prever que la cosa no iba con el carácter de Mariano Rajoy. Sí con el de Pablo Iglesias, que quedó encandilado con él –y viceversa– después de entrevistarlo en La tuerka. “Una persona ágil y culta, lástima que haya trabajado para nuestros adversarios”, lo calificó el líder de Podemos. Cerrada la opción conservadora, Iván Redondo cruzó, una vez más, la calle. Se fue a Ferraz. “Cuando las primarias, estuvo un tiempo llamando a Pedro y mandándole sms, promoviéndose hasta que al final logró quedar con él, le prometió que ganaría, y por lo que se ve, congeniaron”, dice un antiguo asesor socialista, que lo define como “alguien que siempre hace ver que es más listo que quien lo contrata”.

El periodista de El Mundo Javier Negre, que fue uno de sus alumnos en uno de esos másters, y realizó el trabajo sobre cómo ganar unas elecciones en Meco (Madrid), describe su método: “Buscar los puntos débiles del rival, el efecto sorpresa y embarrar el terreno”.

“Yo creo que todo tiene unos límites que no se pueden traspasar, si agitas el racismo eres un xenófobo. Lo de recibir órdenes era la excusa de los guardianes de Mathausen”, dice Antón Losada, que ha asesorado a políticos de distinto signo, y que es el único de los consultados que ha accedido a dar su nombre.

La decisión –el gesto– de dejar desembarcar a los migrantes del Aquarius hay quien se lo atribuye al asesor, quien al presidente y quien a la presión de las decisiones previas de Ada Colau, Ximo Puig o Mónica Oltra. “Lo que sería curioso”, dice una de esas fuentes, “es que el autor de la campaña xenófoba de Badalona fuese el artífice de que desembarque medio millar de personas indocumentadas”. [Último spoiler] En Borgen, el líder laborista que esgrime el recibo de la tarjeta de crédito baja en apoyos y Juul es despedido.