En la Unión Europea, una de cada cuatro ciudades supera los niveles de polución legales establecidos por las autoridades regionales, mientras que más de  400.000 personas fallecen cada año en el continente de forma prematura por culpa de la calidad del aire. Uno de los principales causantes de esta situación es el automóvil, especialmente aquellos que cuentan con motores diesel: cerca del 80% de los vehículos de este tipo que se han vendido en la UE desde 2010 superan los límites de emisión de óxido de nitrógeno en más del 300%. Elegir un medio u otro de transporte no solo es fundamental para reducir o aumentar los niveles de polución, sino que también condiciona de forma muy importante las percepciones que tenemos sobre nuestro estado de salud. Esta es una de las conclusiones del estudio The effects of transport mode use on self-perceived health, mental health, and social contact measures, realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona y publicado en la revista Environment International. De él se desprende que la bicicleta es el medio de transporte que los ciudadanos europeos asocian más a un buen estado de salud física y mental.

La investigación de este centro, enmarcada en el programa PASTA de la Unión Europea para la promoción de la actividad física a través de transportes sostenibles, extrajo los datos de una encuesta realizada en siete ciudades europeas –incluida Barcelona– en la que participaron más de 8.000 personas y que incluía un cuestionario sobre seis medios de transporte distintos: la bicicleta, el automóvil, la motocicleta, el transporte público, los desplazamientos a pie y la bici eléctrica.

La encuesta incluyó también preguntas sobre la frecuencia de uso de estos medios de transporte, las relaciones sociales, el contacto con otras personas o las percepciones de los ciudadanos sobre el estado de salud general. En el apartado sobre salud mental, el cuestionario se centró en alteraciones como la ansiedad o depresión, así como la vitalidad o la propia sensación sobre el estrés de los participantes.

De entre las distintas opciones, la bicicleta fue el medio de transporte que obtuvo mejores resultados en todas las variables del estudio, que se analizaron de forma separada y en conjunto: mejor valoración sobre la salud general, más vitalidad, mejor salud mental, menor estrés y una menor sensación de soledad. El desplazamiento a pie, segundo en el ranking, también obtuvo buenos resultados, especialmente en el apartado dedicado al contacto con familiares y amigos. Según el estudio, otros medios de transporte como el coche arrojan datos contrapuestos: los encuestados lo relacionaban con la mayoría de percepciones sobe mala salud, pero también con una menor sensación de soledad.

El resto de ciudades que participaron en el estudio fueron Zurich, Amberes, Londres, Roma, Örebro y Viena.

Además de sus beneficios para la salud, el uso de la bicicleta dentro de los centros urbanos también es una de las forma de transporte más seguras: en España, el riesgo de sufrir un accidente en este tipo de vehículos es menor que el que tienen los conductores de coches, los de motocicletas o incluso los peatones. Por otro lado, otros estudios de proyecto PASTA del la UE donde se ha publicado la investigación señalan también el resto de beneficios que supone la movilidad en bici: sus usuarios tienen un índice de masa corporal menor, y la promoción de este transporte y los carriles acondicionados puede reducir considerablemente la mortalidad en las ciudades –por los niveles de polución o la frecuencia de los propios accidentes de tráfico–.