PREFERIRÍA NO HACERLO / EMILIANO GARCÍA-PAGE
“El rey es la persona que menos libertad tiene en España”
Juan Carlos Escudier 27/01/2019
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Conoce uno a Emiliano García-Page desde el Cretácico, es decir, desde que los que hoy son considerados dinosaurios del PSOE gobernaban el partido y pastaban con mucho apetito por la política española. El joven consejero de entonces es hoy un barón maduro y bastante díscolo, aunque al presidente de Castilla-La Mancha le repugne el título y crea que es un invento de Ferraz para tener siempre a mano cabezas de turco. Los años le han vuelto un poco romántico, y de ahí que piense que a Susana Díaz haya que darle cariño en vez del pasaporte y que luzca en su muñeca una pulsera de cuero con una bandera de España en el centro. La pulsera ya se ha hecho tan popular que no hay entrevistador que evite mencionarla. Modestamente, podemos contribuir desde aquí a su leyenda: costó 12 euros y fue adquirida en un tenderete regentado por una militante de Podemos. Para que luego digan que la izquierda no defiende a España.
¿Ha hecho ya las paces con Pedro Sánchez?
No ha hecho falta. Ambos sabemos que la política lleva a acuerdos y a discrepancias. Ahora hay unidad de acción y está clara la dirección que ha de tener el partido. A veces no tomaríamos las curvas de la misma manera pero está bien tomarlas juntos.
No debe de ser rencoroso porque usted le ha puesto a caldo, además de colaborar activamente en su salida de la secretaría general. ¿Se hace duro trabajar con un jefe de partido en el que no cree?
Yo no he trabajado para que Pedro Sánchez deje de ser secretario general. Le apoyé activamente frente a muchos en la primera campaña y respondí a su invitación para que nos fuéramos de la Ejecutiva los que no estábamos de acuerdo con él. Otra cosa es cómo se cuentan las cosas. No sé si es rencoroso. El que no lo es soy yo.
Habrá escuchado esa frase de “este chico no vale pero nos vale” que se atribuye a Susana Díaz. ¿La hizo suya alguna vez?
La he leído puesta en boca de otros. Doy por hecho que cualquier persona que pelea por el liderazgo de un partido tiene base suficiente y lo digo por todos los que están hoy en día al frente. Nunca en mi vida he subestimado a Pedro Sánchez y he recibido ataques e insultos muy por encima de los que me pueden atribuir.
En cualquier caso se hace difícil encontrar algún elogio suyo hacia él. La única cualidad que le ha reconocido es su capacidad de resistencia. ¿No le parece poco bagaje para un presidente del Gobierno?
No sé que buscador de Internet utiliza pero he dicho muchas cosas positivas de Pedro Sánchez. A estás alturas tampoco nos vamos a engañar. Hay aspectos en las que discrepamos pero acepto la cosas como están. Otra cuestión diferente es que yo no haría exactamente lo mismo que está haciendo Pedro Sánchez.
Rectifico. También le ha reconocido ser tan persuasivo como para convencerle en 2017 de que no dejara la política.
Me pidió que repitiera de candidato y de secretario general en Castilla-La Mancha, sí. Y se lo agradezco mucho. Los que presumimos de tener algo de política en los genes estamos para aguantar. Mi objetivo fundamental es consolidar el proyecto que el PSOE representa en Castilla-La Mancha y contribuir con ello a apuntalar una alternativa a lo que ha sido la derecha en España con Rajoy y con Aznar.
Ha dicho usted que no se agarraría a la silla si llevara a su partido a la derrota. ¿Y si lo llevara a la oposición?
No estamos en una época de conceptos absolutos. Hay muchos gobiernos en España que perdieron clamorosamente las elecciones y partidos que han ganado y no gobiernan. Está bastante claro cuándo uno representa el futuro y cuándo no. En el momento en que yo deje de ser una alternativa o de aportar votos a las siglas de mi partido renunciaría a liderarlo. Y eso se lo tendría que aplicar cualquiera.
Susana Díaz, por ejemplo.
Todo el mundo. Todo colectivo debe perseguir que sus candidatos aporten un valor añadido a la marca. Los partidos políticos hemos descuidado mucho el departamento de recursos humanos cuando tendríamos que haber sido muy exigentes.
Los barones son una invención de Ferraz para estigmatizarnos
¿Debería convocarse en Andalucía un congreso extraordinario que decida si Susana Díaz debe continuar o no?
No, a no ser que nos apliquemos lo mismo en el resto del partido y todos los que no han conseguido gobernar o, más aún, aquellos que han perdido clamorosamente las elecciones lo convoquen también. Si mantuve que no era necesario convocar un congreso después de que Pedro Sánchez perdiera dos veces seguidas no creo que pueda defender ahora lo contrario. Es más, a Pedro Sánchez le vendría muy bien dar cariño y arropar al PSOE de Andalucía. Si el mensaje que se quiere lanzar desde Madrid es que el que no gane las próximas elecciones municipales y autonómicas debe irse a la calle lo único que se va a producir en el PSOE es una convulsión que, además, se notará en las generales.
¿Percibe usted en el ambiente el olor a venganza?
De los medios de comunicación se deduce eso. No lo puedo decir de las conversaciones que he tenido con los dirigentes de Ferraz pero en los medios ha cundido un mensaje de cuchillos largos. Lo que necesita un partido herido como el PSOE de Andalucía es cariño. Diría lo mismo de La Rioja. El mismo cariño que hemos tenido con el PSC, vamos.
¿Le perjudica formar parte casi de manera invariable de ese grupo de dirigentes que parecen haberse constituido en la oposición del partido?
Los barones son una invención de Ferraz.
Pues es un invento muy antiguo…
Sí, hace tiempo que se lo inventaron para estigmatizarnos. Hay quien querría echar la culpa de todo a los barones. Lo que no sé es si consideran barones a los que ganan o a los dirigentes territoriales, aunque lleven 30 años perdiendo. Yo lo que sé es que no soy un aristócrata.
¿Está la dirección del PSOE detrás de los firmantes del manifiesto en los que se equipara a usted, a Susana Díaz y a Javier Lambán con el PP, C’s y Vox?
Estoy seguro que no.
¿Y esa seguridad?
Porque conozco a muchos firmantes. Lo que sé es que si yo hubiera firmado un documento así me habrían abierto expediente.
¿Deberían haber sido expedientados entonces?
No. Estamos en un momento en el que los insultos cada vez tienen menos importancia. Son lo habitual.
¿Representa usted a la derecha del partido?
Bueno, yo, por ejemplo, no estuve de acuerdo con que se aplicara el 155 y la dirección federal lo acordó con Rajoy. Y soy el único presidente que tiene en su Gobierno a Podemos aunque la dirección federal pactó con Ciudadanos. No sé si eso es de derechas o de izquierdas.
Rivera probablemente no cabría en el PSOE de hoy pero es el único socio con el que hemos firmado un acuerdo de Gobierno
Hablando de Ciudadanos, déjeme que le recuerde una frase suya: “Rivera podría ser perfectamente del PSOE, al menos del PSOE al que yo me afilié”. ¿Lo sigue pensando?
Las cosas hay que recordarlas en su contexto. Yo me afilié al PSOE a los 16 años y he visto llegar a mucha gente del PSP, del PCE y de UCD, y a mucha gente ir y venir.
Me estrené en la campaña del ‘sí a la OTAN’, es decir, apoyando al PSOE en el momento más difícil. En aquel momento la única alternativa que había en España era el PSOE ilusionante de Felipe González o la derecha de Fraga. ¿Habría alguna persona normal que no hubiera apostado entonces por Felipe González? Rivera probablemente no cabría en el PSOE de hoy, no querría él o no le dejarían. Pero en el fondo es el único socio con el que hemos firmado un acuerdo de Gobierno.
¿Cabría Errejón?
Errejón es muy valioso. No quiero hacerle daño y sé que echándole piropos desde el PSOE le perjudicamos. Yo mantengo la tesis de que Podemos ha sido muy beneficioso para la democracia española porque ha canalizado el odio y el rencor social y lo ha llevado a las urnas. Seguramente saben que el suyo es un fenómeno temporal. Con cinco años de existencia Podemos se parece más a un partido clásico, incluso en sus crisis internas, que el PSOE con 140 años. Tampoco puedo discutir la capacidad de Iglesias, que es una persona con mucho carisma al que Podemos debe una parte muy importante de sus resultados. Errejón e Iglesias tienen un camino distinto pero una meta idéntica: los dos quieren ser Felipe González, el Felipe González del 82.
¿No es contradictorio que presuma usted de gobernar con Podemos y recomiende tras las generales un pacto PSOE-C’s si dan los números?
Yo he defendido siempre el acuerdo entre Pedro Sánchez y Podemos. Y he rechazado siempre el acuerdo entre Pedro Sánchez y los independentistas, entendiendo que lo que se carga a Podemos es su relación con el independentismo. A mi lo que me gustaría es una mayoría absoluta del PSOE y hay poca gente que lo dice. Si no fuera así, una suma de votos suficientes entre PSOE y Podemos, y lo digo desde una tierra muy conservadora como es Castilla-La Mancha donde la experiencia está resultando positiva sin hacer daño a nadie, también es verdad que dirigiendo la política el PSOE. Lo que veo más peligroso para una izquierda que aspira a la igualdad es el pacto con unos independentistas que defienden el egoísmo. ¿Cabe retomar el acuerdo que hizo Pedro Sánchez con Ciudadanos? Sí si lo lidera el PSOE. No es que lo defienda ni lo busque. Lo que digo es que no lo descarto y hoy por hoy es más fácil esa fórmula que otras.
¿Es justo que se acuse a Pedro Sánchez de entregarse al independentismo para mantenerse en el poder?
Tengo más crédito que otros cuando defiendo a Pedro Sánchez y mantengo que no ha renunciado al Estado ni ha entregado España al independentismo. Está intentado aguantar la situación sin tener que ceder en las esencias del país. Ese es el esfuerzo que está haciendo y que todos le apreciamos. No es fácil. Cedió bastante más Aznar con Arzalluz y con Pujol en el pacto del Majestic.
¿Son un agravio para el resto de Comunidades las inversiones que prevén los Presupuestos para Cataluña?
Si van a ser siempre así, sí. Es una barbaridad que los Estatutos de Autonomía establezcan un porcentaje estático de inversión en función de la renta. Eso es tanto como decir que el Estado renuncia a la redistribución de la riqueza. Sí, lo combato lo diga el Estatuto valenciano o el catalán. Eso es condenar a los pobres a que lo sigan siendo. Es lamentable, y que lo defienda el PSOE más lamentable aún. Lo digo desde la izquierda y desde esa misma izquierda sostengo que debemos defender la unidad de España. El PP no defiende a España sino que se apoya en ella. La unidad de España pasa hoy por la igualdad. No hay un problema identitario, cultural o idiomático; eso son cuentos chinos. Lo que hay son vías de escape que han buscado algunos para evitar la crisis económica, unos socialmente y otros llevándose el dinero a Suiza o a Andorra.
Me parece gravísimo que Junqueras esté en la cárcel porque Puigdemont se haya escapado a Bruselas
Por dejarlo claro, ¿sigue estando en contra de la aplicación del artículo 155?
No se dan las condiciones. Es más, no habría que manosearlo sino celebrar cada día que no se aplique porque es un día de funcionamiento normal de la Constitución. Soy más crítico con aquellos partidos que, objetiva y estatutariamente, atacan la Constitución y contra los que cualquier democracia se defendería.
¿Cómo interpreta entonces que el PSOE de Extremadura apoye una moción del PP que pide su aplicación inmediata?
Si me la plantearan en el Parlamento autonómico la rechazaría. Es muy grave que Casado anunciara que si fuera presidente lo aplicaría de inmediato sin contar con nadie. Los modales son importantes. La inmensa mayoría de los españoles hemos admirado siempre a Cataluña y algunos en Cataluña han leído esa admiración como odio. Esa admiración ha podido derivar en envidia, que también es peligrosa.
¿Hay que ilegalizar a los partidos independentistas?
El hecho de defender la independencia de un territorio está amparado por la Constitución. Lo que creo es que aquellos partidos que tienen un proceder y, sobre todo, un código ideológico que supone el socavamiento deliberado de la Constitución y no asumen las reglas están fuera del juego constitucional. Esto es aplicable al independentismo o al fascismo.
Vayamos a casos concretos: ¿ilegalizaría a ERC o al PDeCAt?
A ERC en ningún caso. Al PDeCAt no daría tiempo porque cada año cambia de nombre y al ritmo que va la Justicia sería imposible. El PDeCat tiene un problema mayor que la ilegalización. Durante mucho tiempo hubo una opción muy razonable de acuerdo entre el PSC y ERC para alcanzar una posición de relativo sentido común en Cataluña. Hoy ya no sé si es posible. Lo que me parece gravísimo es que Junqueras esté en la cárcel porque Puigdemont se haya escapado a Bruselas. ¿Por qué ERC aguanta la humillación de Torra y Puigdemont?
¿Ha dado el Gobierno un trato privilegiado a Torra en sus reuniones bilaterales?
A mi me gustaría que Torra ejerciera de presidente. El problema es que cuando Pedro Sánchez se reunía con Torra lo estaba haciendo con una persona que decía que el presidente era Puigdemont. Y esto ni en una película de los hermanos Marx. Cataluña, que ha sido siempre avanzada y moderna, tiene una clase política muy por debajo de su historia.
¿Si no se aprueban los Presupuestos deberían convocarse elecciones?
No automáticamente. Recuerdo que Rajoy mantenía que se podía estar dos o tres años con el mismo Presupuesto. Va siendo hora de que en España nos planteemos una fórmula parecida a la de la UE y se diseñe un marco presupuestario a tres años. Discutir un Presupuesto año a año es estresante y absurdo y con la dinámica política actual más todavía.
¿Es urgente reformar la Constitución? ¿Cada generación tiene derecho a regirse por sus normas y no por las de sus padres?
No lo veo como una obligación generacional. No hay que negar la reforma pero no veo mimbres para hacerlo. Me gustaría ver al guapo que presenta una reforma constitucional clara y concreta. Renegar como hacen Podemos y otros de la Constitución actual es dar cuartos al pregonero, a Vox y a toda la derecha. Esta es una Constitución anclada por la izquierda progresista de España.
¿Es usted monárquico?
No soy ni monárquico ni republicano.
Me parece peor que mi Gobierno defienda la puntería de las armas que se usan en Yemen que lo que haya hecho el rey Juan Carlos
¿Y eso cómo se come?
Soy estrictamente demócrata. La monarquía y la república tenían importancia como forma de Estado cuando iban unidas a que votara o no la gente. A mí lo que importa es una persona, un voto, y es la ciudadanía la que decide por dónde va este país. El Rey tiene un papel simbólico. Cuando la monarquía se unía a la soberanía divina era un problema gordo, pero cuando la soberanía es popular la forma del Estado es un trámite. Y aunque a algunos no les guste, el Rey está cumpliendo muy acertadamente su papel constitucional.
¿Es razonable que un señor no divino, sino de carne y hueso como el Rey, sea inviolable según esa Constitución?
Estamos hablando de una persona observada al minuto por la ciudadanía y por todos los poderes del Estado. Estamos hablando de la persona que menos libertad tiene en España.
Su padre tuvo demasiada…
No tanta.
Le permitía realizar algunas actividades que no se pueden investigar porque algunos partidos, entre ellos el suyo, se oponen a hacerlo.
Una cosa son los actos personales y de cama y otros los que a uno le pueden llevar a la cárcel. Son diferentes. Un país debe elevarse por encima de estas trifulcas. La osadía del rey Juan Carlos permitió avances democráticos en España. Y la templanza del rey de hoy también es necesaria para aguantar.
¿Esa contribución a la democracia blanquearía, por ejemplo, el cobro de comisiones?
No. Hay dos tipos de juicios: uno es el penal y otro el de la historia. Si alguien hace algo mal lo tiene que asumir, ya sea en términos penales o públicos. Lo que pasa es que también se dicen muchas cosas que no están demostradas. No soy abogado defensor de nadie pero las reglas de juego internacionales no son las mismas que las del Código Penal español. Nos puede parecer mal reunirnos con el rey de Arabia Saudí pero luego un Gobierno del PSOE le vende armas. Me parece peor que mi Gobierno defienda la puntería de las armas que se usan en Yemen que lo que haya hecho el rey Juan Carlos.
Vox es un puntapié a la democracia
¿Vox es un partido constitucionalista?
No. Esta es una Constitución tan generosa que admite a partidos anticonstitucionales. Aquí ha cabido todo el mundo, incluso los reconvertidos del terrorismo etarra. Es evidente que el objetivo último de Vox es un cambio de régimen. No lo veo como un drama porque nos vemos con mucha fuerza para combatir a la extrema derecha. Lo que me preocupa es que después de 40 años en los que ningún partido de derechas se ha reconocido como tal y que mucha gente del PP lo consideraba un insulto ahora todo el mundo se pelee por parecer de esa derecha a caballo o del Range Rover.
¿Cómo se combate a la ultraderecha?
Con políticas, no con discursos. Vox es un puntapié a la democracia. No creo que nadie piense en ellos para gobernar sino para patear a los políticos que no les gustan. Vox es un exabrupto, no es una fuerza en positivo. Es una dislexia del PP.
Siendo la suya una Comunidad tan conservadora ¿la irrupción de Vox y el neoaznarismo del PP pueden dificultar su continuidad como presidente de Castilla-La Mancha?
Sin duda. Aquí estamos dejándonos la piel para recuperar todo lo que destrozó Cospedal, pero si mañana Cospedal se reencarnara lo haría en Abascal. Aquí Vox no pintaba nada porque ya ocupaba Cospedal ese espacio. Vox va contra el PSOE, ni siquiera, contra Podemos. Le preocupa la izquierda posible, la realista.
¿Es usted cazador?
No lo soy porque no veo con el ojo derecho y nunca he disparado. Pero en esta región la caza es un factor económico y de empleo tremendo. Tampoco hago footing ni juego al fútbol.
¿Es enemigo de la ministra de Transición Ecológica por manifestarse en contra de la caza y de los toros?
A mi me cae muy bien la ministra. Ha hecho un favor inmenso a esta región al anular el almacén de residuos nucleares de Villar de Cañas. Y sé que querría cambiar la dinámica de los trasvases pero eso lleva sus ritmos. Su opinión contraria a la caza es personal y es respetable. A muchos no les gusta la caza. Yo defiendo la libertad de acción tanto en el sector cinegético como en el taurino, pero no obligo a nadie ni hago programas para que los niños que vayan a las plazas de toros. Mi obligación es mimetizarme con mi pueblo y con la mayoría de mi gente.
Conoce uno a Emiliano García-Page desde el Cretácico, es decir, desde que los que hoy son considerados dinosaurios del PSOE gobernaban el partido y pastaban con mucho apetito por la política española. El joven consejero de entonces es hoy un barón maduro y bastante díscolo, aunque al presidente de Castilla-La...
Autor >
Juan Carlos Escudier
Periodista. Autor de Zapatero, el rojo y de Florentino Pérez: retrato en blanco y negro de un conseguidor.
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