1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Francia-Alemania, la herida que supura en Europa

Las relaciones entre Emmanuel Macron y Angela Merkel son cada vez más tensas. Pero el previsible final del bipartidismo europeo puede generar problemas nuevos

Enric Bonet 15/05/2019

<p>Emmanuel Macron y Angela Merkel.</p>
<p> </p>

Emmanuel Macron y Angela Merkel.

 

LUIS GRAÑENA

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar puede leer la revista en abierto. Si puedes permitirte aportar 50 euros anuales, pincha en agora.ctxt.es. Gracias.

Solo un cuarto de hora. Angela Merkel y Emmanuel Macron se reunieron en solitario durante este breve espacio de tiempo el pasado 29 de abril en Berlín. La canciller alemana y el presidente francés participaban en una cumbre “informal” sobre los Balcanes. Con la presencia de dirigentes de Serbia, Kosovo, Macedonia y Albania, el dúo franco-alemán debía tratar la situación en esta zona de Europa, epicentro de las principales tensiones geopolíticas en la historia reciente del viejo continente. Aunque el orden del día eran las disputas territoriales entre Belgrado y Pristina, la cita reflejó otro conflicto soterrado, pero cada vez más evidente: la pugna entre París y Berlín.

Últimamente Macron y Merkel no coinciden en casi nada. No están de acuerdo en la necesidad de integrar a nuevos países balcánicos en la Unión Europea, en la reforma de la zona euro, en cómo negociar el brexit, en la creación de impuestos especiales para los gigantes de Internet… Como señalaba el año pasado el periodista Rafael Poch en CTXT, la fractura entre Francia y Alemania es una de las cinco brechas del Titanic europeo, junto con la brecha entre el norte y el sur de Europa, el este y el oeste, la salida del Reino Unido de la UE y las tensiones regionales internas de los Estados.

Quizás no son nuevas, pero las diferencias entre París y Berlín se han acentuado en los últimos meses. “Alemania se encuentra probablemente al final de su modelo de crecimiento”, aseguró Macron el pasado 25 de abril durante la comparecencia con la que concluyó su “gran debate nacional”. “Supo aprovecharse de la zona euro haciendo las reformas en el momento adecuado pero las divergencias se han acentuado”, reconoció en una de sus intervenciones más críticas con el modelo alemán, en la que afirmó que sus discrepancias con Merkel eran “fecundas”.

De hecho, la rivalidad franco-alemana se ve acentuada por las elecciones europeas. Los intereses de la CDU de Merkel y de La República en Marcha (LREM) de Macron pueden confrontarse por la construcción de una nueva mayoría parlamentaria en Estrasburgo y la elección del futuro presidente de la Comisión Europea.

Las reticencias alemanas a reformar la zona euro

¿Cómo se ha esfumado el idilio entre Macron y Merkel? Antes de su victoria electoral, el dirigente centrista parecía un alumno ejemplar de la Europa alemana. Durante la campaña para las presidenciales, se desplazó dos veces a Berlín, donde fue recibido con todos los honores por el establishment teutón y la canciller. Era el candidato preferido por algunos altos dirigentes de la CDU, aunque los socios franceses de los conservadores alemanes fueron siempre Les Républicains, entonces liderados por François Fillon. Su programa prometía llevar a cabo reformas neoliberales ante las que sus predecesores se habían mostrado más dubitativos. La verdad es que Macron empezó a toda pastilla: reforma laboral, regalos fiscales a los más ricos valorados en más de 5.000 millones de euros, recortes en cuestiones tan sensibles como las ayudas para el alquiler o los empleos subvencionados para las asociaciones…

A cambio de ello, confiaba en convencer a los dirigentes alemanes sobre la necesidad de reformar la zona euro. En definitiva, liberalizar el igualitario modelo francés a cambio de corregir los profundos desequilibrios de la zona euro. Disminuir las desigualdades entre el centro y la periferia, entre el norte y el sur. Para ello, proponía crear un Parlamento para la zona euro, la figura de un ministro de Economía o un presupuesto específico para “impulsar la inversión pública en las zonas más desfavorecidas de la zona euro” y ayudar a los países en crisis.

Estas medidas interesantes se han confrontado, sin embargo, con las previsibles reticencias alemanas, reforzadas por la negativa de la mayoría de países del norte. “Una unión monetaria europea estable y próspera depende, por encima de todo, de economías nacionales sólidas y de la aplicación de políticas económicas sanas”, defendieron los gobiernos de Holanda, Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Letonia, Lituania y Suecia en una carta enviada a principios de mayo al presidente del Eurogrupo, Mario Centeno. Quizás hacen correr menos  tinta que el grupo de Visegrado (Europa oriental), pero el conocido como “frente hanseático” se ha convertido en el principal opositor a una reforma que equilibre la zona euro.

Tras dos años de mandato, el balance de Macron destaca por la ausencia de apoyos a nivel europeo. De las medidas contenidas en su famoso discurso de la Sorbona, en septiembre de 2017, solo ha logrado convencer a Merkel de una: impulsar un presupuesto para la zona euro. Este principio de acuerdo, alcanzado en junio del año pasado, se produjo a cambio de rebajar la ambición de esta medida. En realidad, se tratará de una simple partida del presupuesto de la UE, que tendrá como función principal apoyar a los Estados en la aplicación de reformas estructurales (ergo, neoliberales). Aunque se desconocen sus recursos exactos, estos serán probablemente inferiores a los 22.000 millones aconsejados por la Comisión Europea. Calderilla.

Los chalecos amarillos, un punto de inflexión

“Todas las propuestas del Gobierno francés para reformar la zona euro son las propias de un país de la Europa periférica que sufre la desindustrialización y que necesita una Europa más solidaria”, explica el economista David Cayla, coautor de los libros La fin de l’Union Européenne y 10 questions + 1 sur l’Union Européenne. No obstante, según este profesor de la Universidad de Angers, “los dirigentes alemanes no tienen ningún interés en aceptar estas medidas, ni los de la CDU ni tampoco los socialdemócratas o los verdes”.

De hecho, “Macron se esforzó en convencer a los dirigentes alemanes. Pero estos no reaccionan, ya que no sienten la necesidad de hacerlo, dado que les satisface el funcionamiento actual de la UE”, explica la politóloga Claire Demesmay, especialista en asuntos europeos en el Instituto alemán de política extranjera en Berlín.

A los dirigentes alemanes no les faltan motivos para estar satisfechos. Gracias al euro, disponen de una moneda cuyo valor está devaluado en casi un 20% respecto a lo que le correspondería al marco, lo que favorece la competitividad de su economía. Según un estudio del Centro de Política Europea, un reputado think tank alemán, la pertenencia  a la moneda única ha aportado casi 1,9 billones de euros al PIB alemán durante los últimos veinte años. En cambio, el PIB francés ha perdido 3,5 billones, es decir, unos 56.000 euros por habitante. Lo que ha convertido a Francia, Italia y Portugal (y en menor medida, España y Bélgica) en los principales perjudicados por el euro, según este estudio publicado en febrero.

Pese a unos intereses económicos contrapuestos, Macron se concentró en el eje franco-alemán. “Apostó por una estrategia diplomática muy poco original, la misma que usaron sus predecesores François Hollande y Nicolas Sarkozy. Ninguno de los últimos presidentes franceses se ha interesado realmente por la situación de los países del sur como Italia o España”, lamenta Cayla. Del portazo a Macron surgieron las actuales discrepancias. En mayo del año pasado, el presidente francés ya denunció “el perpetuo fetichismo (de Alemania) con los excedentes presupuestarios, que se realizan a expensas de otros”. Pocos meses más tarde, empezó a lanzar sus habituales pullas contra el Partido Popular europeo y, en concreto, contra su líder, el bávaro Manfred Weber, por su alianza con el ultraderechista Viktor Orbán.

En noviembre, surgió el movimiento de los “chalecos amarillos”, que no solo cuestionó la viabilidad del proyecto neoliberal de Macron, sino que también le obligó a hacer sus primeras concesiones. Para frenar la indignación, el Gobierno francés tuvo que anunciar en diciembre una serie de medidas sociales, valoradas en 10.000 millones (a los que hay que sumar ahora 7.000 millones, tras los anuncios del “gran debate”). Para Berlín, esto fue como una patada en el estómago. No solo Francia superará este año la barrera del 3% de déficit, sino que “según las previsiones, ha renunciado a respetar los objetivos de equilibrio presupuestario hasta el final del mandato del joven presidente”, afirma Cayla.

En busca de aliados en el Parlamento Europeo

El gobierno alemán percibió las concesiones a los “chalecos amarillos” “como una confirmación de las dificultades para aplicar reformas en Francia y que habían hecho bien en mostrarse prudentes ante la voluntad reformista de Macron”, explica Demesmay. Y los conservadores alemanes se tomaron su revancha particular pocos meses después.

Annegret Kramp-Karrenbauer, la sucesora de Merkel al frente de la CDU, respondió con un “nein” a la mayoría de las propuestas realizadas por el dirigente centrista en su tribuna publicada a principios de marzo en periódicos de los 28 países miembros. No solo se opuso a la creación de un salario mínimo europeo y a una mejora de la solidaridad económica, sino que hizo dos propuestas provocativas: cuestionó la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo e insinuó a Francia que debería compartir con otros Estados europeos su puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Si aceptara algunas de estas medidas, Macron quizá se vería obligado a abandonar el Elíseo en helicóptero…

La respuesta de Kramp-Karrenbauer, según Cayla, representó “un bofetón para el presidente francés”. Reflejaba el foso que separa París de Berlín en plena campaña para las europeas. Unas discrepancias que difícilmente desaparecerán la noche del 26 de mayo. El macronismo espera construir un nuevo bloque “progresista” que tenga un rol “central” en el Parlamento europeo. “Tenemos contactos frecuentes con partidos que forman parte de ALDE (grupo de los liberales europeos), pero también con otros partidos que no son miembros de este grupo”, aseguró a finales de marzo la candidata macronista Nathalie Loiseau en una entrevista en Le Figaro.

La République en Marche no se puso las pilas con su política de alianzas hasta el mes de marzo, cuando designó a nueve embajadores. Estos se han dedicado, sobre todo, a desplazarse por países del este de Europa, pero también a Grecia y Portugal. Aunque intenten seducir tanto a formaciones de derechas como de izquierdas, sorprenden los escasos vínculos establecidos con otros partidos que no formen parte de ALDE. Se han reunido con representantes de Syriza, pero la izquierda radical griega no tiene ninguna intención de unirse al grupo de Macron, según confirmó recientemente al diario digital Mediapart. Tampoco ha logrado el apoyo del Partido Democrático italiano, que seguirá formando parte del grupo socialista. Salvo sorpresa mayúscula, el aliado de Macron en España será Ciudadanos.

Pese a estas dificultades para ensanchar su espacio, el bloque liberal-macronista probablemente tendrá un rol importante en el futuro Parlamento europeo. La decadencia del bipartidismo en Europa comportará probablemente que la suma de los eurodiputados populares y socialistas no alcance la mayoría absoluta, lo que les obligará a pactar con los partidos liberales y quizás también con otras fuerzas verdes o conservadoras.

De hecho, estas complejas mayorías parlamentarias dificultarán que se respete la lógica del spitzenkandidaten, establecida en 2014, que otorga la presidencia de la Comisión Europea al líder del grupo más votado. Según los sondeos, la formación más votada será el Partido Popular europeo. En circunstancias normales, el alemán Weber (delfín de Merkel en Bruselas) debería presidir la Comisión. Pero no resultaría ninguna sorpresa si finalmente este cargo es elegido por los jefes de Estado europeos, como en los viejos tiempos.

“Para Merkel no será fácil renunciar a la candidatura de Weber”, apunta Demesmay. Sin embargo, sube en las quinielas el nombre de Michel Barnier, el responsable de la UE en las negociaciones del brexit, mucho más favorable a los intereses de Macron. Su nombramiento sería un gol a favor del presidente francés en su pugna con Merkel. “A cambio de ello, las autoridades alemanas podrían pedir la presidencia del Banco Central Europeo”, explica esta politóloga. Mario Draghi abandonará su cargo el próximo 1 de noviembre y el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, es uno de los favoritos, aunque su designación levanta suspicacias en Francia. La fractura entre París y Berlín no ha hecho más que empezar a supurar.

CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

3 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. corazondtao

    interesantes articulos en este enlace https://elordenmundial.com/elecciones-europeas-2019/?utm_source=Bolet%C3%ADn+-+El+Orden+Mundial&utm_campaign=c7aeca09bd-EMAIL_CAMPAIGN_2019_05_17_09_42&utm_medium=email&utm_term=0_1474f3cc19-c7aeca09bd-93176649

    Hace 4 años 11 meses

  2. cambo

    realmente entre estos dos no hay diferencia y s protegen esta gente no hace nada por las clases pobres y toda su estartegia es victimizarse a conveniencia para qedra bien entyre ellos o señalar como peligro a ls ultras que han creado ellos tbn por sus politicas economicas-etc en continentes varios es todo un paripé

    Hace 4 años 11 meses

  3. c

    conociendo a ls neoliberales no extrañaria qe fuera otro sainete para ahora, desp d empobrecer a ls franceses echar la culpa a merkel... Siempre funcionan asi : en comparacion o confrontacion a algo Por ej, se perpetua el neoliberalñismo y gana otra vez en contraposicion al ultranacionalismo qe han "creado" ellos tbn y tienen mismo programa economico `popr qe si gana ls ultras salvo el no a la Ue cn lo cual pierden y gana el neoliberalismo d nuevo, pqe la gente no piensa ni ve mas qe esa confrontacion No s eles puede creer una palabra y ls chalecos amarillos es eso : hartazgo dl pariPPé Merkel y macron sn lo mismo y solo s epellena por ver quien manda en la Ue auqnue tal evz ls franceses deban defender mas la Ue por eso de su Hª etc

    Hace 4 años 11 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí