España, entre los países de la UE que no garantiza plazas en centros de cuidados y educación temprana
Un informe de la Unión Europea compara los recursos y modelos educativos y de cuidados en los distintos países del continente, donde solo siete protegen y aseguran por ley estos servicios. En España, apenas el 46% de los menores de 3 años los recibe
ctxt 5/07/2019
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Los cuidados durante la primera infancia y la educación temprana son herramientas fundamentales para el aprendizaje y el desarrollo a lo largo de la vida. Así lo aseguran muchos expertos y organizaciones, y en ello ha vuelto a incidir la Unión Europea en un reciente informe donde se comparan los modelos educativos de hasta 38 países del viejo continente en materia de educación y cuidados a los más pequeños. España se encuentra, según el estudio, en el vagón intermedio de escolarización a edades tempranas, con cerca del 46% de los menores de 3 años escolarizados en centros homologados. Nuestro país, eso sí, no asegura una plaza en este tipo de escuelas, un extremo que solo protegen por ley siete países europeos.
Pese a ello, España se sitúa sensiblemente por encima de la media de escolarización del continente, que apenas llega al 34%. Por contra, el estudio coloca a nuestro país entre los que tienen un coste más o menos elevado para este tipo de educación y entre los que arrojan un ratio de profesorado más desfasado, con un alto número de niños por cada formador.
Es decir, y en resumen, que España se encuentra inmersa en la tendencia general que vislumbra el documento en su conclusión: “El acceso universal, la alta calidad y la integración de los servicios de cuidado infantil y educación temprana aún están lejos de conseguirse”.
De esta forma, España aparece entre el grupo de países en los que existe una mayor demanda que oferta de plazas en educación y cuidado de 0 a 3 años. Junto a esto convive, además, una brecha de cuidados de cerca de 2,6 años. Es decir, un déficit de casi 30 meses entre el final de las bajas por maternidad y paternidad y el acceso a una plaza asegurada en los centros de educación.
Un vacío que, en muchas ocasiones, termina siendo cubierto por la iniciativa privada. En este sentido, el informe destaca la importante presencia de este sector en la educación de 0 a 3 años en el país, hasta el punto de que un tercio de los menores en esa edad que acuden a centros privados de cuidado infantil y educación temprana.
Otros datos preocupantes tienen que ver con la saturación que existe en muchos de estos servicios, con un ratio de 18 niños cada miembro del centro, la relación más alta de todos los países de los que se dispone de datos.
En términos generales, entre los países que garantizan una plaza en centros de cuidado y educación temprana –en algunos casos de forma obligatoria y en otros no– se encuentran, fundamentalmente, los nórdicos y bálticos: Dinamarca, Alemania, Estonia, Letonia, Eslovenia, Finlandia, Noruega y Suecia. Estados que ofrecen estos servicios para los menores casi inmediatamente después de que finalicen las bajas de maternidad y paternidad y donde los beneficios del sistema ya no repercuten solo sobre los menores, sino también sobre las políticas de conciliación y en el equilibrio entre la vida familiar y profesional.
En el segundo pelotón, el mayoritario, aparecen aquellos países que garantizan plazas públicas para los menores a partir de los tres años. Aquí es donde se encuentran los países del sur y el centro del continente.
En España, los déficits de cobertura, calidad y gratuidad en la educación y los cuidados reglados para los más pequeños no son los únicos problemas que presenta el sistema nacional. Según datos de la Unión Europea, la escolarización de los menores de tres años pertenecientes a los estratos más bajos apenas alcanza el suelo del 33% que marcan los objetivos comunitarios, mientras que entre los que pertenecen a familias más acomodadas el porcentaje se supera holgadamente.