La mitad de los trabajadores con responsabilidad de cuidados no pueden modificar sus horarios laborales
Cerca de tres millones de personas en España tienen difícil o imposible cambiar su jornada de trabajo para atender a hijos o familiares dependientes
ctxt 7/06/2019
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Alcanzar un equilibrio entre la actividades profesionales y la conciliación familiar es una situación inalcanzable para la mitad de los trabajadores de nuestro país que realizan algún cuidado fuera de su puesto de trabajo. Así lo aseguran los datos que ha publicado recientemente el Instituto Nacional de Estadística en su encuesta sobre conciliación entre la vida laboral y familiar.
Esto supone que más de tres millones de trabajadores y trabajadoras con alguna responsabilidad de cuidados –niños pequeños o familiares dependientes– no tienen posibilidades de modificar el inicio o el final de la jornada laboral para afrontar y atender mejor estas responsabilidades personales.
Tanto es así que, según el instituto público de estadística, solo el 45% de las personas que se encuentra en esta situación han podido realizar cambios en sus horarios laborales para cuidar de sus hijos o de algún pariente dependiente a su cargo.
En el caso de los menores, esta realidad empuja a que, en muchos casos, los padres busquen apoyos externos para estas tareas: el 17% de las personas empleadas con algún menor a su cargo en el país usan servicios de cuidados –canguros, etc.– para que se hagan cargo de sus hijos. Por su parte, otro 20% ha recurrido a la ayuda de amigos, abuelos u otros familiares.
Entre las principales barreras u obstáculos para la conciliación laboral, un 12% de las personas con empleo y alguna responsabilidad de cuidados asegura que las jornadas demasiados largas son un impedimento importante para poder realizar estas labores. Mientras, una de cada diez señala lo mismo de los horarios imprevisibles o difíciles.
A la falta de flexibilidad para modificar los horarios laborales para llevar a cabo este tipo de tareas se une otra realidad: la importante desigualdad de género que se sigue proyectando en el ámbito de los cuidados y la dependencia. El hecho positivo de que las mujeres empleadas experimenten más oportunidades para cambiar sus jornadas de trabajo en España –49,2%, frente al 42,6% de los hombres– esconde sin embargo que son ellas las que siguen asumiendo el rol de los cuidados en la sociedad, con importantes costes laborales para su carrera profesional.
De esta forma, dentro la población desempleada e inactiva, alrededor de un tercio de las mujeres en paro estaba cuidando de sus hijos a finales de 2018, un porcentaje cerca de 13 puntos superior al de los hombres. En cuanto a la población inactiva femenina, una de cada cinco realiza cuidado de menores, mientras que entre los hombres el porcentaje apenas alcanza al 5,58%.
Esta desigualdad se repite en el cuidado de personas dependientes: una de cada diez mujeres que no participa en el mercado laboral cuida de algún pariente dependiente, el doble que en el caso de los hombres.
En última instancia, durante el año pasado un 5,58% de las mujeres trabajadoras dejó su puesto laboral para afrontar el cuidado de algo familiar dependiente, frente al 2,31% de los hombre. También ellas son más propensas a reducir sus jornadas laborales (1,10%) de los que lo hacen ellos (0,5%).