1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.335 Conseguido 91% Faltan 16.440€

Sexbots: ¿el sexo del futuro?

Implicaciones científicas, éticas y jurídicas

Carlos H. de Frutos 2/10/2019

<p>Presentación del robot Harmony, de la empresa Realbotix.</p>

Presentación del robot Harmony, de la empresa Realbotix.

Stiles Mcgraw

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Treinta millones de dólares al año. Es el volumen de negocio que, según se estima, supone actualmente la aplicación de la tecnología en la industria del sexo y la pornografía a nivel global. Un sector en constante crecimiento y fuertemente vinculado a un fenómeno como  el de la soledad no deseada que, al igual que sucede en el ámbito asistencial y de cuidados, constituye uno de los principales factores de arrastre para el desarrollo de la robótica, más allá de las tradicionales esferas industrial y militar. Es precisamente esta vía hacia la que se orientan hoy gran parte de los esfuerzos en investigación y desarrollo de las principales empresas del sector. Una senda potencialmente viable en términos de aceptación social –aunque aún marcada por una notable brecha de género–, que sin embargo plantea importantes interrogantes a la hora de abordar sus posibles implicaciones en términos científicos, éticos o jurídicos, entre otros.  

Harmony es el resultado de cinco años de trabajo orientados a situar a RealBotix a la cabeza en la carrera por la incorporación de sistemas de IA en la producción de muñecas sexuales

A las afueras de San Diego (California) se encuentra la sede de RealBotix, una de las empresas de referencia a nivel mundial en el ámbito de la robótica sexual –con más de veinte años de experiencia en el sector– y la creadora de Harmony, probablemente el modelo más avanzado de cuantos pueden encontrarse en el mercado. Harmony, a la venta al público desde finales del pasado año, es el resultado de cinco años de trabajo orientados a situar a RealBotix a la cabeza en la carrera por la incorporación de sistemas de Inteligencia Artificial en la producción de muñecas sexuales. La gran novedad que presenta el modelo se encuentra en su cráneo, una pieza fabricada en PVC, removible e incorporable a los distintos modelos de doll de la marca, que integra el software que lo convierte en lo más parecido que podemos encontrar actualmente a la idea de sexbot. Se trata de un sistema que, a través del reconocimiento facial y de voz, permite la creación de una base de datos con todo tipo de información acerca del carácter, estados de ánimo e intereses del usuario. Datos que Harmony incorpora a su memoria interna con el fin de adaptar su comportamiento e interacción con el cliente. De esta manera, es capaz de sostener una conversación en consonancia con las aficiones de este, mostrar interés en sus inquietudes o modificar sus respuestas e incluso el registro de su gesto –puede parpadear, sonreír, fruncir el ceño, etc.– en función del estado de ánimo que perciba en su interlocutor. 

Una “relación” a la carta que puede definirse desde la propia salida de fábrica del modelo porque cada uno incorpora hasta veinte componentes de personalidad para que cada cliente pueda definir el carácter de su doll: introvertida, feliz, retadora, inocente, tímida, divertida… Harmony ofrece un catálogo conductual, al que hay que añadir el del aspecto físico de las dolls: 14 modelos diferentes de labios o 42 de pezón, además del color de piel, cabello y raza. Prácticamente todo excepto su género, que continúa siendo binario por defecto. 

 Sexo o compañía: el futuro del amor a la carta 

A día de hoy, RealDolls alcanza un volumen anual de hasta 600 envíos de modelos cuyos precios oscilan entre los 4.500 y los 50.000 dólares, en función de su especialización. Cifras que dan muestra del interés comercial de un negocio que, sin embargo, genera importantes incertidumbres en cuanto a la viabilidad del avance del mismo en su vertiente orientada hacia el desarrollo de robots humanoides más especializados. 

A día de hoy, RealDolls alcanza un volumen anual de hasta 600 envíos de modelos cuyos precios oscilan entre los 4.500 y los 50.000 dólares, en función de su especialización

Pablo Medrano, CEO de la empresa española de diseño y desarrollo robótico Casual Robots, se muestra escéptico con respecto a esta viabilidad a medio-largo plazo. “En robótica las líneas de trabajo a seguir y el tiempo que tarde en desarrollarse una tecnología es tan solo una cuestión de costes, eficacia, seguridad y, por encima de todo, necesidad: el robot más vendido del mundo es una aspiradora…”, comenta. “Actualmente hay grandes marcas trabajando en robots de compañía y cuidado de personas mayores que ya son una realidad. Sin embargo, en cuanto a la vertiente meramente sexual, si valoramos la relación entre costes y demanda, más que en el desarrollo del modelo humanoide yo pondría más la vista en sectores como la realidad virtual y la tecnología holográfica. Ambas, tendencias son sencillas, muy baratas y están en alza. Lo que hay que tener en cuenta es que el gran cambio que nos espera no está tanto en lo sexual como en la compañía, en lo emocional. Esa es la gran variable problemática y la gran novedad que nos encontraremos a corto plazo”.

Concha Monje, investigadora del Robotics Lab de la Universidad Carlos III  y especializada en el desarrollo de robots humanoides de asistencia personal, matiza las posibilidades de esta vertiente a nivel técnico. “Evidentemente, a nivel electromecánico ya existen robots que corren, saltan y dan volteretas, pero son procesos que no requieren un nivel de sensorización tan elevado como el que estos humanoides requerirían”, afirma. “El que sean capaces de adaptarse a nuestro cuerpo y nuestras reacciones, de abrazarnos como lo haría un humano, implica un sistema sensorial muy elevado y una percepción del espacio y de los cuerpos altísima. Estamos hablando de una inversión muy grande y de muy largos plazos”, añade. 

“¿Por qué no me dejan ser feliz?”

Durante una entrevista concedida a The Guardian, el artífice de este pigmaloniano proyecto, Matt McMullen, CEO y fundador de RealBotix y su matriz Abyss Creations, defendía ante las preguntas de la periodista Jenny Kleeman la posición de su empresa en torno al debate que en términos éticos suscita el desarrollo y comercialización de un producto como Harmony. “Únicamente estamos poniendo a disposición de la gente algo que les permite ser felices. Se trata de la diferencia entre volver a una casa vacía o volver a una casa en la que hay una muñeca con la que te hace ilusión pasar tiempo”, argumenta. “Asumimos que todo el mundo tiene el potencial de tener pareja, pero hay personas que no pueden interactuar con otra gente. Si esto hace feliz a una persona, entonces es algo positivo, y no afecta a nadie más.” 

En los últimos años son diversas las voces que desde distintos ámbitos se han alzado en contra de la comercialización de esta clase de productos y el modelo de sexualidad que perpetúan. Una de las más enérgicas y notables mediáticamente es la de la antropóloga y profesora de ética robótica e Inteligencia Artificial de la Universidad de Leicester, Kathleen Richardson, fundadora del movimiento Campaing Against Sex Robots, una organización que advierte y denuncia los riesgos de la normalización y expansión de la venta de estos robots sexuales. Según Richardson, la popularización de este tipo instrumentos puede ubicarse dentro del marco conductual de lo que identifica como cultura de la violación, vinculando las prácticas asociadas al uso de estas dolls y robots al riesgo de transformación de las normas de consentimiento sexual deseables. Una transformación que este movimiento percibe como alarmante debido a la alta velocidad con la que evolucionan este tipo de tecnologías, así como al patrón de consumo que comienza a vislumbrarse: prácticamente monopolizado por hombres (apenas el 5% de los clientes de RealBotix son mujeres, a pesar de la variada oferta modelos de dolls masculinos), muchos de los cuales presentan problemas relacionados con la interacción social, y particularmente con mujeres. 

En palabras de la antropóloga, se trata de una perpetuación de la idea de la mujer como propiedad que, lejos de llegar a sustituir el consumo de prostitución, “reducirá el umbral de inhibición con el que se accede a ella, acercándonos hacia una sociedad más  insensible, más solitaria y alienante”. “El sexo es una experiencia humana, una forma de entrar en nuestra humanidad con otro ser humano, no una experiencia de cuerpos en propiedad, mentes separadas u objetos”, advierte.

El sexo es una experiencia humana, una forma de entrar en nuestra humanidad con otro ser humano, no una experiencia de cuerpos en propiedad, mentes separadas u objetos

En este sentido, se trata de un fenómeno que mantiene aún abiertos numerosos  interrogantes acerca de los patrones de consumo y la amplitud de los perfiles de sus usuarios potenciales. El catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad Carlos III de Madrid, Fernando Broncano, sostiene que, en caso de confirmarse la tendencia observada hasta el momento en cuanto al perfil mayoritario del consumidor de estos servicios, estaríamos hablando de un fenómeno de alcance “limitado” –“o al menos tan limitado como sea el problema de la soledad sexual, en auge particularmente en territorios urbanos”–, que vincula al nivel de integración que este tipo de instrumentos logre alcanzar en relación con dispositivos generadores de comunidad e identidades equiparables a las actuales redes sociales. “Es difícil imaginar un mundo así, pero si hablamos de una extensión más amplia, si se da el caso de que se creen comunidades, identidades y no solo se ciña al ámbito privado, en ese momento sí va a haber una transformación parecida a la de comunidades de normatividades diferentes: que no solamente viven su vida de una forma diferente, sino que crean formas de vida diferentes.”, comenta. 

En cuanto a la idea del robot sexual como reemplazo de la prostitución, Broncano se muestra reticente: “el consumidor de prostitución claramente lo que quiere es dominar, hay un componente de desprecio, de considerar a la mujer como un instrumento. Puede que ocasionalmente pueda ocurrir, pero en líneas generales no creo que vaya a ser un sustituto”, afirma, poniendo sin embargo el foco en la cuestión de la violencia sexual en relación con el surgimiento de este fenómeno. “El origen de este tipo de violencia tiene que ver con un doble vínculo de necesidad de afecto femenino e incapacidad de lograrlo. Por muchas razones: miedo, incapacidad de mantener relaciones de afecto… pero básicamente por un desprecio a las mujeres. Ese círculo vicioso lo va a resolver muy mal el cibersexo”. 

La doll de los datos de oro

en 2017  la empresa  Standard Innovation se vio obligada a indemnizar con hasta 10.000 dólares a los compradores de We-Vibe, conocido como “vibrador inteligente”, tras comprobarse que habían estado recopilando datos acerca del comportamiento de los clientes

Vista la diversidad de transformaciones y escenarios que plantea el potencial desarrollo la robosexualidad, sorprende la actual escasez de regulación y legislación con respecto al fenómeno. Al margen de contadas propuestas a nivel comunitario, como una carta pública presentada por Campaing Against Sex Robots en el Parlamento Europeo alertando sobre los peligros de los actuales modelos de sexbots, o el informe de carácter fundamentalmente informativo presentado el pasado año en Londres por la FRR –siglas en inglés de la Fundación para la Responsabilidad Robótica– bajo el título Our Sexual Future with Sexual Robots, los aportes más interesantes los encontramos en la gestión del tráfico de Big Data generado por este tipo de dispositivos. En este sentido, es importante recalcar la capacidad de modelos como el de Harmony para almacenar grandes cantidades de información acerca ya no solo de aficiones, patrones de comportamiento o consumo, sino incluso de los estímulos y reacciones de los usuarios a nivel sexual y emocional, lo cual dota a esos datos de un valor comercial superior.        

Uno de los precedentes judiciales más significativos en torno a esta cuestión a la hora de orientar una futura jurisprudencia es la condena impuesta sobre la empresa  Standard Innovation, que en marzo de 2017 se vio obligada a indemnizar con hasta 10.000 dólares a los más de 300.000 compradores de We-Vibe, el conocido como “vibrador inteligente”, tras comprobarse que la empresa había estado recopilando datos acerca del comportamiento de los clientes y el uso que estos daban al dispositivo. Sin duda, un ejemplo de cómo este tipo de empresas son capaces de producir y controlar amplias bases de datos de altísimo valor comercial, amparados bajo el paraguas de la robótica de compañía. El negocio está servido.

-----------------------

Este artículo se publica gracias al patrocinio del Banco Sabadell, que no interviene en la elección de los contenidos.

Ya está abierto El Taller de CTXT, el local para nuestra comunidad lectora, en el barrio de Chamberí (C/ Juan de Austria, 30). Pásate y disfruta de debates, presentaciones de libros, talleres, agitación y eventos...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. MARIA JOSE TORRES

    NO SOMOS MAQUINAS , Y EL SEXO VA MUCHA MAS ALLA DEL PLACER SEXUAL , INCLUSO EL SEXO SIN AMOR : PALABRAS , CARICIAS , GESTOS O INTERCAMBIO DE FLUIDOS .ENTIENDO QUE ES PURO MARKETING QUE DIGAN QUE ESTAN PONIENDO A DISPOSICION DE LA GENTE ALGO PARA SER FELICES , PORQUE YO NO CREO QUE LA FELICIDAD DEPENDA DE TENER , O NO , UNA MUÑECA EN CASA ESPERANDOTE . ES PURO NEGOCIO , Y QUE LO DISFRACEN COMO LES DE LA GANA.

    Hace 5 años 1 mes

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí