Hasta un 17% de la población en España sufre ruidos que provienen de su vecindario o de las calles cercanas a su domicilio. Así se desprende de los datos que Eurostat, el portal estadístico de la UE, ha actualizado recientemente. Según las cifras del organismo comunitario, este problema, que puede llegar a tener un impacto determinante sobre la salud, afecta sobre todo a zonas urbanas y ha crecido en nuestro país en los últimos años, después de haber descendido considerablemente durante la última década.

De esta forma, si en 2008 el 22% de la población sufría ruidos provenientes de su entorno y las carreteras adyacentes y en 2015 el porcentaje bajó hasta el 15%, en la actualidad las cifras se sitúan dos puntos por encima de las de hace 3 años.  

Un crecimiento muy parecido al que, desde 2015, se ha experimentado en las zonas urbanas, precisamente las más afectadas  por este tipo de problemas. En nuestro país, una de cada cinco personas que vive en ciudades tiene problemas asociados a la contaminación acústica, mientras que en los espacios rurales el ratio desciende hasta la mitad.

la media europea se sitúa en el 18,3%. En Croacia, Hungría y Estonia la incidencia se mantiene por debajo del 9%

En el caso de las zonas periféricas y de extrarradio, la situación se encuentra en una situación intermedia, con un 15,7% de la población expuesta a excesivos niveles de ruido provenientes de la zona y el tráfico que cruza los lugares donde viven.

Las cifras de Eurostat también muestran las importantes diferencias que existen entre los países europeos en el desarrollo y la generalización de este problema, con algunos Estados miembro en los que más de un cuarto de la población se ve afectada por ruidos provenientes de su vecindario y de las calles y carreteras. Este es el caso de Malta (28,2%), Alemania (27,8%) y Holanda (27,1%).

En el extremo contrario se sitúan países como Croacia, Hungría y Estonia, todos con una incidencia por debajo del 9%, mientras que la media europea se sitúa en el 18,3%.

Por grupos socioeconómicos, también existen algunas diferencias en el nivel de exposición a este problema. En España, un 18,8% de las personas con ingresos inferiores al 60% de la renta nacional sufre el problema de ruido, más de dos puntos por encima de la media de la población con mayor renta. En el caso de la Unión Europea la brecha es aún más abultada: tres puntos porcentuales.

casi un 40% de los habitantes de la UE están expuestos a unos niveles de ruidos provenientes del tráfico que exceden las recomendaciones máximas del organismo

Según algunos estudios recientes, el ruido se ha convertido durante los últimos tiempos en uno de los problemas urbanísticos con mayor incidencia médica, hasta el punto de que puede llegar a provocar un impacto en la salud aún mayor que el que provoca la contaminación atmosférica. Así lo señalaba, por ejemplo, un estudio de 2017 centrado en la ciudad de Barcelona y publicado por Isglobal. Según este instituto de investigación médica, solo el ruido del tráfico contribuye con un 36% a la carga de enfermedad provocada por la la planificación urbana y el transporte, un porcentaje más alto que el de la propia polución.

Por su parte, la OMS señala que, más allá de las propias percepciones de la población europea, casi un 40% de los habitantes de la UE están expuestos a unos niveles de ruidos provenientes del tráfico que exceden las recomendaciones máximas del organismo. Los niños, las personas que tienen alguna enfermedad crónica y la población de más edad son los grupos más afectados por un problema aún subestimado y que tiene efectos constatables sobre el rendimiento cognitivo, la presión arterial, los trastornos del sueño o la discapacidad auditiva