La reducción de emisiones comprometida por España no llega a la mitad de lo que aconseja la ONU
El órgano internacional marcó como objetivo una disminución del 7,6% en las emisiones de CO2 para evitar el aumento de la temperatura en 2030. Solo queda un mes para que los países de la UE envíen a Bruselas sus planes climáticos definitivos
ctxt 29/11/2019
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Los planes de lucha contra el cambio climático son insuficientes y poco ambiciosos. Lo alertó hace apenas unos días la Organización de Naciones Unidas al señalar que las emisiones de gases de efecto invernadero globales deberían reducirse al menos un 7,6% antes de 2030 si se quería limitar el aumento de la temperatura del planeta por debajo de los 1,5ºC. Ahora, la plataforma Climate Action Network hace el mismo reclamo en el marco de la Unión Europea, en un informe en el que se repasan los distintos planes estatales que se han presentado ante las instituciones comunitarias durante el último año. Según esta ONG, los documentos preliminares que España envío a la Comisión apenas recogían un compromiso para reducir las emisiones de CO2 un 3,6% para la próxima década. Es decir, menos de la mitad de lo que reclamó la ONU como mínimo indispensable.
Con apenas un mes para que venza el plazo para que los miembros de la UE manden los planes definitivos con sus programas de acción contra el calentamiento global, el estudio de Climate Action Network concluye que lo recogido en los borradores y documentos provisionales presentados durante 2019 no solo no es suficiente para acercase a los objetivos marcados en los Acuerdos de París, sino a los establecidos por la UE en su agenda climática y energética hasta 2030, menos ambiciosa.
En el caso de España, el estudio destaca la falta de compromiso con el objetivo general de reducción de emisiones respecto de los niveles de 1990, que nuestro país sitúa en el 20%, todavía muy lejos del 40% que marca la propia Unión Europea. Un problema todavía más preocupante si se atiende a la desastrosa situación de partida: en 2018 el país todavía arrastraba un nivel de emisiones un 15% superior al de 1990. Mientras, desde las instituciones europeas ya se ha solicitado que el objetivo de reducción se revise y eleve hasta el 50%.
En última instancia, Climate Action Network también llama la atención sobre la falta de información que todavía existe en nuestro país sobre la actualización y revisión final de su plan energético y climático. España es de los pocos países en los que aún no se ha publicado el documento, y no está claro que este se vaya a someter a una consulta pública cuando se entregue. Así ocurre, por ejemplo, con los progresos que se hayan podido incluir en el apartado de combustibles fósiles, aún desconocidos.
Para abordar esta realidad, la organización asegura que España todavía debe hacer grandes esfuerzos para avanzar en el desarrollo de energías renovables y en la coordinación de competencias a nivel regional.
Tal y como aseguró la ONU en su reciente informe sobre la brecha de emisiones, incluso en el caso de que para el año 2030 se cumplan los puntos primordiales del Acuerdo de París la temperatura global aumentará en cerca de 3,2ºC, más de doble de lo que se marcó como horizonte de sostenibilidad para el planeta. En este sentido, la organización internacional, a través de su Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA), apuntó también que los países que firmaron el pacto hace 4 años deberían aumentar hasta cinco veces sus objetivos si se quiere limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC.
Sobre esto, los últimos datos sobre emisiones no pueden ser más catastróficos. Según los últimos análisis de la Organización Meteorológica Mundial, la concentración en la atmósfera de los principales gases de efecto invernadero volvió a marcar un nuevo récord en 2018. Las consecuencias son de sobra conocidas: cambio climático, eventos meteorológicos extremos, o desertización y pérdida de la biodiversidad, entre otros.