A la espera de que el nuevo Gobierno intervenga para regular la publicidad de las casas de apuestas con el fin de limitar sus efectos nocivos entre los colectivos más vulnerables, aparecen entidades deportivas, uno de los sectores más afectados por este asunto, que dan ejemplo en la lucha contra los peligros de la adicción al juego. No es sencillo renunciar a los ingresos económicos que pueden llegar por esta vía, especialmente en los deportes minoritarios, pero hay directivos que prefieren anteponer otros valores. En el voleibol español hay algunos de ellos.

Las casas de apuestas deportivas invirtieron 168 millones en publicidad en 2018, casi un 50% más que el año anterior. Actualmente, 19 de los 20 equipos de fútbol de Primera división en España, todos menos la Real Sociedad, tienen firmado algún tipo de acuerdo con estas empresas. Antes de los partidos, en el descanso y al final, se hace promoción constante de ellas en las televisiones y radios. Deportistas y periodistas reconocidos no dudan en anunciarlas, incitando al juego. Una sobreexposición que ha hecho reaccionar a entidades como el Club Voleibol Ciutadella.

Con un equipo en la máxima competición nacional femenina, este club ha hecho público un manifiesto en el que anuncia su negativa a aceptar cualquier tipo de patrocinio de empresas de apuestas deportivas. Además, se opone a que estas puedan utilizar su nombre o sus distintivos en sus ofertas, y reclaman que ningún local de juego esté a menos de un kilómetro de un centro deportivo o educativo.

Uno de los equipos que se ha sumado a esta iniciativa es el Extremadura Club Pacense de Voleibol, con sede en Badajoz. “Nosotros consideramos que el mundo de las apuestas tiene que estar fuera del deporte, cuyos valores son completamente opuestos a una actividad que genera problemas, adicciones, la ruina…”, explica su presidente, Diego Jaramillo. “ Somos un club semi profesional que necesita patrocinios, pero al mismo tiempo tenemos unos principios básicos y si no podemos estar en una categoría porque no tenemos dinero, no le vamos a echar la culpa a no haber cogido una publicidad con la que no estamos de acuerdo. Los directivos tenemos que estar por encima de esas cosas y antes de hacerlo estaríamos dispuestos a dimitir e incluso a que el club desapareciera. Espero que quién quiera patrocinarnos sea porque transmitimos una serie de valores determinados”, añade.

Jaramillo cree que estos gestos son necesarios porque hace falta concienciar a la gente de los peligros, pero lamenta que otras entidades deportivas más importantes no los secunden. “Yo soy un club pequeño y me gustaría que otros mucho más importantes y que son espejos para los más pequeños, como por ejemplo el Real Madrid o el Barcelona, actuaran también en este sentido. El problema es que tendemos a normalizar lo que no es bueno. Se dice que con el alcohol no pasa nada, que con el tabaco no pasa nada… Se hacen campañas, pero hay mucha permisividad en estos asuntos. Desde luego, creo que por parte del gobierno, comunidades autónomas, ayuntamientos e instituciones se debería regular mucho más. Tengo claro que el tema de las adicciones va a ser el problema número uno el día de mañana porque no se controla”.

El directivo del club extremeño, que engloba a 14 equipos y 250 jugadores incluyendo las escuelas municipales, hace hincapié además en otro aspecto por el que se muestra contrario al sector de las apuestas deportivas. “Siempre hay cuestiones en un equipo que solo saben algunas personas y de las que otros se pueden aprovechar. En voleibol, un buen colocador te puede hacer ganar o perder un partido y si lo tengo tocado o lesionado y eso llega a alguien de fuera es información privilegiada que puede ser aprovechada de forma peligrosa. Nosotros queremos juego limpio y para evitar esas dudas es mejor no dar pie a que las haya. Por eso no queremos que estas empresas utilicen nuestro nombre para su negocio. Tenemos nuestros derechos de imagen y estamos viendo con abogados qué podemos hacer para impedirlo”.

Más allá de las acciones individuales que puede tomar un club, crece en la sociedad la demanda a los poderes públicos para que tomen medidas que limiten las consecuencias negativas asociadas al juego. Un informe de la Fundación Codere y la Universidad Carlos III de Madrid señala que en España hay unas 100.000 personas en riesgo de sufrir ludopatía. En ese sentido, Italia fue pionera hace dos años al convertirse en el primer país europeo en prohibir la publicidad de las casas de apuestas. En el país transalpino, 400.000 personas tuvieron algún tipo de problema relacionado con el sector del juego en 2017. Además, el Gobierno británico ha anunciado que revisará la actual legislación que permite el patrocinio de los operadores de juego en las entidades deportivas. Hay quien defiende, como el Partido Laborista, que se prohíba toda mención en las camisetas o ropa de entrenamiento, lo que supondría un duro golpe económico para los clubes ingleses, que esta temporada tienen firmados contratos con las empresas del sector por valor de 81,2 millones de euros.

Italia fue pionera hace dos años al convertirse en el primer país europeo en prohibir la publicidad de las casas de apuestas

En el acuerdo de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos aparece el punto 2.10 con el epígrafe “Regulación urgente de los juegos de azar para prevenir y frenar la ludopatía”, que especifica que se aprobará “una regulación de la publicidad de los juegos de azar y apuestas en línea”. La Liga de Fútbol Profesional ya ha mostrado su preocupación ante la posibilidad de una nueva legislación que siga esas directrices porque los clubes podrían dejar de ingresar unos 100 millones de euros. No sería el único sector afectado. Los medios de comunicación podrían perder 180 millones anuales en publicidad, según el Estudio del Mercado de Juego Online Estatal, si sale adelante la prohibición para que las casas de apuestas puedan anunciarse. El negocio del juego movió durante 2018 casi 700 millones de euros, un 26% más que el año anterior y el número de jugadores activos creció un 5,2% hasta alcanzar casi el millón y medio de personas.

A nivel autonómico, ya ha habido algunas comunidades que han tomado decisiones para limitar la publicidad de los operadores. Aragón aprobó en su parlamento una ley que prohíbe los anuncios y los patrocinios del sector del juego en todas las categorías deportivas organizadas en la región. Y Navarra ha anunciado que no subvencionará ningún evento deportivo que esté patrocinado por casas de apuestas ni que incluyan cualquier tipo de publicidad, tanto en las instalaciones como en las equipaciones y material de los participantes, de este tipo de empresas.

Suele decirse que los que menos tienen son los que más dan. Un dicho que se cumple con el Club Voleibol Ciutadella o el Extremadura Club Pacense de Voleibol. Entidades modestas que han tomado una decisión que, señala Jaramillo, “ojalá que sirva para que deportes más fuertes, como el fútbol, baloncesto o balonmano puedan ir en la misma dirección, aunque reconozco que dar este paso hoy en día, cuando el aspecto mercantil manda, no es fácil”. Otros, con menos necesidad, prefirieron el dinero a ser modelos.