EL DECAMERÓN (XL)
Jornada chorrocientos +1: Covid-extrema derecha
La extrema derecha esp, relacionada con el concepto constitucionalismo, es Estado. Es parte del Estado. Son regiones enteras de ‘deep-State’, que abarcan zonas de la Justicia, de la Policía y de la GC
Guillem Martínez Madrid , 30/05/2020
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1- AVE BCN-MAD. Vuelve a haber pasaje del AVE ad hoc. Como el pollo pegado al móvil, que hace negocios en sourround, o el bebé que se cruza y llora toda la Esp vacía. Un bebé que llorara todas las rotondas vacías de la Esp vacía ya sería el lloro total, llorar todo Buenos Aires, que decía Borges, ese hombre que no lloraba, pero que hacía amagos. Estación del AVE MAD. Yupi. La mala noticia: han desaparecido tiendas de la estación. Quedan sus solares, lo que queda de una tienda cuando les quitas las paredes, los clientes, los empleados y la tienda. Quizá esos solares son las tiendas de cosas typical spanish del futuro inmediato. La buena noticia es que hace un sol de anuncio de Martini y que, en la escalera mecánica, se me aparece Apolo, que me hace tres revelaciones. A saber: que me cuide, que hay epidemia, que si tengo un euro para un bocata, y que van a chapar Nissan. Sí, los dioses ya no son lo que eran.
2- Lo de Nissan más que un cierre es un indicio. Nissan, de hecho, es un concepto por el que han pasado todos los indicios de todas las épocas. Siendo Ford, fue colectivizada por terroristas anarquistas que tuvieron hijos que, lógicamente, fueron terroristas anarquistas, como sus nietos y biznietos –no se pierdan el punto 9, que hoy vengo más encendido que un mechero–. Posteriormente fue nacionalizada en el franquismo, bajo el nombre artístico de Motor Ibérica. El franquismo repartió mucha riqueza. En este caso, entre unas pocas familias falangistas. Tras la Transi, y mayormente tras la desindustrialización propuesta por Alemania, y aceptada con hurras por los partidos que recibieron dinero de las fundaciones alemanas –el último pastizal, por cierto, en los 90, según el Parlamento alemán; se dice rápido–, Motor Ibérica era lo que quedaba después de la desaparición de Bultaco, Montesa, etc. Más tras el regalo de SEAT al amigo alemán, que compró aquella desmesurada inversión económica, social y de violencia y lucha sindical sin precedentes por un duro. Literalmente. La Blitzkrieg económica esp les salió más barata –si exceptuamos el monto invertido por las fundaciones, que igual desgravaba– que la compra de Trabant, que hacía motores cutres de dos tiempos. Motor Ibérica evitó el cierre neoludita de los 70-80 esp pasando a ser Nissan. En aquel momento Cat no era la Dinamarca del Sur, sino el Japón sudista. Y la familia Pujol, el Shogunato. Se comenta que las comisiones japonesas fueron tan generosas que, con una más, podrían haber vuelto a invadir Birmania y, esta vez, alicatarla. Por neolib system, con las subvenciones públicas subsiguientes recibidas por Nissan –a punto de chapar, les tocaban 6M–, colonizado otra vez las Islas Salomon. El pujolismo, en fin, repartió mucha riqueza. A muy pocas familias, etc., y también católicas. Ir a misa, por aquí abajo, es como ir a Eton. Sin tener que estudiar. Todo son ventajas. Espirituales.
3- La pregunta es, por tanto, ¿cómo cerrará Nissan? ¿De qué será indicio su cierre? ¿El Estado sacará la chequera y subvencionará por la patilla, lo que en calviñista significa incentivar, en pujoliano ser-motor-de-Europa, y en ayusense-aguirrense luchar-contra-el-paro? ¿Habrá una nueva participación del Estado, o seguirá siendo pagafantas a cambio de detallitos para familias? ¿Se planteará la nacionalización, o el accionariado, como en Francia, Italia o Alemania? Y ya puestos, en esta refundación de la economía esp –pinta que será como la refundación de Buenos Aires, esa ciudad que se fundó dos veces para hacer lo mismo; rayos, he dicho Buenos Aires tres veces en un artículo, algo que ni siquiera pasa en Buenos Aires; brrrrr, cuatro; no puedo parar–, ¿se optará por la industrialización? ¿Habrá un neoINI verde? ¿Se lo jugarán todo al ladrillo y al IBEX? Siguiendo el exitoso modelo keynesiano de Pablo Escobar, ¿plantaremos coca en Almería? ¿Volverán las rotondas vacías? ¿Habrá una nueva generación de bebés en el AVE, llorando contra el eco de rotondas vacías? Ni idea. Por el teorema Nissan, no obstante, sabremos qué forma artística retoma la política y la economía esp –no son una puerta giratoria; son el salón–, tras esta otra peste. No se lo pierdan.
4- Lo divertido es que para establecer esa discusión de modelos se basta el Gobierno. Es decir, el Gobierno de coalición implica en sí mismo dos lecturas y dos itinerarios –generacionales, diría– de la socialdemocracia, pero también, zas, una derecha poderosa, efectiva, amable, cruel y tecnocrática. Que, por lo que sea, sigue fiel a lo que se acordó con las fundaciones alemanas en los 70. Y, aluego, en Maastricht. Es una derecha-Estado. Es decir, también deep-State, subsector economía, la cosa Teco. La cosa IBEX. La cosa regulación. La metáfora es la calviñidad. Calviño es, de hecho, el teorema Nissan del Gobierno. Un indicativo del futuro. La cosa se traduce en un combate –discreto, sin malas formas, implícito, latente– entre la fórmula incentivación –ay, uy–, y la fórmula gasto+fiscalidad. La segunda fórmula no deja de ser socialdemocracia discreta –y, por lo mismo, un exotismo radical en la Esp Vacía de Socialdemocracia, por la que lloran los bebés; en todo el continente–. La propuesta de UP de un impuesto a las grandes fortunas no deja de ser –en casa estamos muy a favor–, verbigracia, un reconocimiento de que el IRPF, esa trampa para asalariados, no pita.
La propuesta de UP de un impuesto a las grandes fortunas no deja de ser –en casa estamos muy a favor–, verbigracia, un reconocimiento de que el IRPF, esa trampa para asalariados, no pita
Y que reparte más riqueza la ONCE, o Gürtel, o Palau, que el Estado. No se propone, por tanto, un IRPF niquelado, Olof Palme style, sino un IRPF Premium. Una segunda vuelta del IRPF. Por lo visto, los dos sectores –no son dos partidos, son dos sectores, lo que enrarece los análisis, y a su vez crea cierto optimismo– irán a la greña en los meses siguientes. Por imponerse. El objeto en que se apreciará una u otra imposición serán los Presupuestos. Si el modelo Nissan Calviño GTI no dimite o no se le dimite, es que se ha impuesto –que como que sí; no se pierdan el punto 10–. Como en las pelis con mucho muerto, a medio plazo solo puede quedar uno.
5- Lo lógico es que las derechas esp/cat aplaudieran con las orejas a Calviño. Calviño es esa economía cuyos logros puedes ver, mientras llora un bebé, por la ventana del AVE. Es el modelo sanitario esp. Es la privatización, incentivada, de las residencias, que tanto ha hecho por la –otra– vida. Les representa. Lo lógico es que esas derechas utilizaran el Congreso, y fórmulas informales, como el cenorrio –no funciona en MAD desde el aznarato; en Cat, desde el procesismo; en MAD sólo cenan políticos de segunda fila que se han enrollado y luego se van al Hotel Mónaco; en Cat, la carnalidad no da para tanto–. Salvo en Italia –donde tampoco se ha llegado al extremo radical esp de convertir el parlamento y la política en una zarzuela–, en el resto de Europa chachi es lo que sucede. Sucede una derecha que más o menos ve un cambio de época, y que asume cambios, si bien quiere condensarlos en el tiempo y sin traducción estructural. Aquí, pues no. Lo que agrava la situación.
6- La situación. Relacionados con la pandemia, se están verbalizando opciones políticas de extrema derecha. Los ejes son a) la teoría de la conspiración, b) la reivindicación de tratamientos milagrosos, c) la extranjeridad del virus, la d) nacionalidad de las soluciones, y la e) reivindicación de derechos individuales, que suele consistir en f) presiones para la reapertura rapidita de la economía, o, en caso de gobiernos no estatales, la exhibición de autoridad. Y claro, g), el uso del fake. Incontrolable. Financial Times ha calculado que Trump, luz y guía, ha mentido 18.000 veces desde que es presi. Lo que indica que el fakees incontrolable. Más cuando se dispone de medios. Como ocurre en Esp y, de manera determinante, en Cat. Todos esos puntos, en fin, ocurren en toda Europa. En Berlín, la extrema derecha se manifiesta por a), b) c), d) e) y g). En Calabria, Liguria, Piamonte, Lombardía, –presididos por uno u otro partido, en esas autonomías gobiernan Forza Italia, Liga y Fratelli d’Italia–, prima la cosa e). Pero con preciosismos. Hay dos ministros con escolta policial, por amenazas físicas para abrir negocios. En Alemania, el epidemiólogo top ha recibido veneno por correo, así como algún político SPD, partidario de no acelerar las medidas de desconfinamiento. En MAD y en Cat se manifiestan por casi todos esos puntos –en Cat, glups, a inicios del marrón, el Govern experimentó con b), incluso; algo de virtuosos–. Se reivindican manis ordenadas y con distanciamientos –es decir, técnicamente desfiles–. En ambas se pide, y se obtiene, la complicidad policial. Los manifestantes se observan a sí mismos en el mismo bando que la policía y les tratan como compis de nación. Son, en fin, Estado, y tú no. En ambas priman en las manis la banderita, el bando. Que viene a suplir todos esos puntos. Y, sobre todo, la responsabilidad de esos gobiernos en la gestión sanitaria y en lo de las residencias. En ambas autonomías se redactaron documentos –ahora ha aparecido el de MAD–, en el que una autoridad política negaba asistencia a parte de su población. En ambas se han favorecido los negocios en pandemia –en Cat con un pago exagerado a las privadas; y con un aumento de sueldo a altos cargos, en ocasiones por encima del sueldo de presi del Gob esp–.
En ambas autonomías se redactaron documentos –ahora ha aparecido el de MAD–, en el que una autoridad política negaba asistencia a parte de su población. En ambas se han favorecido los negocios en pandemia
En ambas ha habido una pugna sanitaria con el Gobierno. Por temas no sanitarios. Por visualización del poder. En Cat, la última, por las regiones sanitarias, que en BCN impiden desplazarse, en algunos puntos, de una acera u otra, en fase 1. El mangoneo de la Gene con las estadísticas es mayor que en MAD, lo que ya es decir; se especula que los muertos reales en el Estado han sido 40.000; es decir, que ha habido barra libre en residencias, por ejemplo. Puede ser incompetencia/selección negativa. Pero también puede ser una decisión/selección negativa, encaminada a que la Gene sea –ole la transparencia en pandemia– la única entidad que sepa lo que sucede en Cat. El último brote en Lleida, así, no fue anunciado por la Gene, sino por un medio. Procesista. Lo que puede indicar que hasta el procesismo puede estar mosca cuando le matan a la madre.
7- Dos extremas derechas, y ausencia de un Parlamento razonable –hay urinarios públicos en el que se pueden escuchar conversaciones más ordenadas–, ya es una originalidad. Pero el problema, el gran problema, es que hay otro marrón. La extrema derecha esp, relacionada con el concepto constitucionalismo, es Estado. Es parte del Estado. Son regiones enteras de deep-State, que abarcan zonas de la Justicia, de la Policía y de la GC. Estaba previsto que ejercieran antes de la pandemia. Pero han empezado a hacerlo, por todo lo alto, en plena pandemia. A través de la teoría de la conspiración y de la participación en ella de un juzgado y del staff de la GC, benemérito cuerpo armado que ya se lució con sus atestados en el juicio al Procés, y que ha vuelto a falsear la realidad –algo grueso– en esta edición de conspiración. La defenestración de Pérez de los Cobos –como se demostró en el juicio, y no se penalizó, el responsable último de la violencia policial patriótico-dadá del 1-O–, debería haberse producido, por lógica democrática, mucho antes, y de forma taxativa.
8- Pérez de los etc es hermano de Pérez de los etc. Es decir, del presi del TC que envió a paseo la solvencia del TC. No dimitió tras saberse que militaba en el PP. Su carrera –constitucionalismo+selección negativa–, acabó cuando se le propuso para un tribunal europeo y mintió en el CV, que tiene guasa. Ambos explican el constitucionalismo, el acceso a la democracia de la derecha española. Una lectura de la Constitución no necesariamente constitucional, y que se retrotrae a mitos anteriores. Y que, glups, es Estado. Los rumores de golpe de Estado son una leyenda urbana. Pero que explica, de manera barroca, la realidad. El constitucionalismo, la capacidad de cerrar diarios, prohibir partidos, encarcelar titiriteros o raperos, inventarse delitos, penalizar un gobierno como ilegítimo al no ser lo suficientemente esp, es un golpe de Estado latente y continuo. Y el rey –en su discurso del 3-O participó y alentó la lógica del constitucionalismo, tratando un trilerismo político como rebelión o golpe de Estado– participa de esa lógica. Es la extrema derecha esp. Y que –estoy repitiendo Estado más que Buenos Aires– es Estado.
9- Nunca cito declaraciones, salvo que sean lacanianas. En ese sentido, la portavoz del PP en el Congreso esta semana se normalizó como ultraderecha con una declaraciones. Acusaba a un vicepresi de ser hijo de su padre. Eso es muy importante. Alude a cuando nos matábamos –en Europa, en general, dejamos de hacerlo en los 70–. Cuando nos matábamos, la izquierda mataba por el futuro. A quien lo entorpeciera. La derecha, por el pasado. Por haber hecho algo, tú, tu padre, tu madre, tu abuelo, o Abraham. El pasado es muy importante en Esp/Cat. Y el futuro es un pasado inventado.
Cuando nos matábamos, la izquierda mataba por el futuro. A quien lo entorpeciera. La derecha, por el pasado. Por haber hecho algo, tú, tu padre, tu madre, tu abuelo, o Abraham
10- Hola soy el punto 10. Nada, que la CE ha explicado su plan de choque. Y, en efecto, es chocante. 750.000 millones. De ellos, 500.000 en trasferencias by the face. Yupi. A Esp le tocan unos 150.000 millones. 77.000 millones en modo bebed-lo-que-queráis-que-pago-yo. Y 63.000 millones bajo la fórmula créditos. Es decir, deuda. La presidencia alemana, que empieza este veranete, ya remachará la cosa, tal vez en enero. La cosa: a) se trata de un esfuerzo sin precedentes. Pero, a la vez, corto. Y b): se trata de una dinámica con precedentes. Crédito a cambio del cumplimiento de directrices. Se supone que en sanidad, educación. O en lo que digan. Nissan/Calviño apuntan. Solo puede quedar uno, etc.
11- En el próximo articulete les hablo de renta mínima –un hecho histórico– y del hambre –un hecho cotidiano–. Me despido con mi sexto Buenos Aires.
1- AVE BCN-MAD. Vuelve a haber pasaje del AVE ad hoc. Como el pollo pegado al móvil, que hace negocios en sourround, o el bebé que se cruza y llora toda la Esp vacía. Un bebé que llorara todas las rotondas vacías de la Esp vacía ya sería el lloro total, llorar todo...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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