1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Obituario

Luque, el campeón que nunca se rindió

El futbolista superó numerosos obstáculos hasta triunfar con Argentina en el Mundial 78, celebrado en plena dictadura. Años después repudió el golpe de Estado militar y mostró su apoyo a las Madres de Plaza de Mayo

Ricardo Uribarri 17/03/2021

<p>Leopoldo Jacinto Luque, durante un acto homenaje en 2008 a los desaparecidos durante la dictadura.</p>

Leopoldo Jacinto Luque, durante un acto homenaje en 2008 a los desaparecidos durante la dictadura.

@Toni_Padilla

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Leopoldo Jacinto Luque fue uno de los artífices del triunfo argentino en el Mundial celebrado en su país en 1978. Autor de cuatro goles en el torneo, siempre se recordará su celebración de aquellos tantos, extendiendo sus largos brazos al cielo, como el gesto del fallecido presidente Juan Domingo Perón en el que se basó el logo de aquel evento. Pero también es el ser humano que repudió la actuación de los militares en el poder tras el golpe de Estado de marzo de 1976 y que apoyó a las madres de Plaza de Mayo que denunciaban la desaparición de sus hijos durante la dictadura. El mundo del fútbol vuelve a hablar de él estos días, tras su muerte por covid-19 hace unas semanas, con apenas 71 años.

“Todo me costó mucho en la vida. Los goles que metí fueron un reflejo de ello”, declaró más de una vez Luque, haciendo referencia a que no fue un delantero de los de anotar solo con empujar el balón a portería, sino que la mayoría fueron de jugada elaborada. Su camino hasta el éxito estuvo lleno de obstáculos que tuvo que ir superando. Incluso hasta los momentos de mayor alegría, tuvieron un trágico contrapunto. Solo el inquebrantable deseo de poder llegar a ser alguien importante en el fútbol explica que su vida no fuera por otros derroteros. Nunca se amedrentó. Por el contrario, cuanto más difícil se lo pusieron, más voluntad puso en salir adelante.

A su padre le hubiera gustado que Leopoldo se hubiera dedicado al ciclismo, que era el deporte que él practicaba, pero viendo la pasión de su hijo por el fútbol decidió llevarle cuando tenía 12 años a que probara con Unión, uno de los dos equipos más importantes de la ciudad de Santa Fe, donde vivía la familia. No le dieron, sin embargo, muchas oportunidades de jugar, empezando un rosario de cesiones a otros equipos hasta que con 17 años un dirigente del club le dijo: “No le hagas perder el tiempo a tu padre ni a nosotros. ¿Por qué no seguís estudiando o consigues un trabajo?”. Ese día se fue llorando a su casa tras prometerle a aquel señor que algún día jugaría en un club importante y que le mandaría saludos. Ese momento llegaría, pero aún tardaría en hacerlo.

En la dictadura militar argentina, en la que llegó a haber más de 30.000 desaparecidos durante los siete años que duró el régimen, se disputó el Mundial de 1978

Tras pasar por Atenas de Santo Tomé, Central Norte y Gimnasia de Jujuy recaló en Rosario Central en 1972, donde debutó en Primera División, llegando a jugar en cuatro partidos. En ese momento su antiguo club, Unión de Santa Fe, decidió recomprarlo. Ya tenía 24 años y aún tenía que compatibilizar la práctica del fútbol con distintas ocupaciones para ganarse la vida. Hizo de todo: recoger fruta y verdura, trabajar con un mosaiquista, en una fábrica de zapatos, realizar labores de atrezzo en un canal de televisión, etcétera. Con Unión logró el ascenso en 1974 a la máxima categoría y fue en ese momento cuando logró una mejora de sueldo que le permitió dedicarse por completo al fútbol. El reputado entrenador Juan Carlos Lorenzo se hizo cargo del equipo y cambió la fisonomía de Luque, que pasó de ser llamado “el flaco” a ganar ocho kilos y coger fuerza. El ascenso trajo otro llamativo cambio en su fisonomía. Se afeitó su característico bigote para cumplir la promesa que hizo si subían de categoría. Poco tiempo después se lo volvería a dejar y ya lo acompañaría toda su vida. 

En el primer año con Unión en la élite le hizo dos goles a River Plate, que se fijó en él y le contrató en 1975. Por fin, a los 26 años le llegaba la oportunidad de jugar en un grande. Del primer día que acudió a las instalaciones del Monumental, el campo del equipo, queda la anécdota de que el portero no le dejó pasar porque no le conocía. Con los bonaerenses estuvo cinco años, logrando 75 goles en 176 partidos, conquistando cinco títulos y dejando partidos para el recuerdo, como los cinco goles que le metió en un partido a San Lorenzo. En esa época ya era conocido como “el Pulpo”, apodo que le puso otro futbolista, Gallego, porque usaba mucho los brazos para proteger el balón. 

Su nivel hizo que Cesar Luis Menotti le llevara a la selección, siendo la Copa América de 1975 su primer gran torneo. En una gira del combinado albiceleste por Europa, concretamente tras jugar un partido en Polonia, se enteraron del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. “Mientras estábamos cenando entró el periodista José María Muñoz con el permiso de Menotti y nos dijo: ‘Sé que están contentos con el triunfo, solo les quería avisar que fue derrocada nuestra presidenta (María Estela Martínez de Perón) por un golpe militar, pero que no hubo incidentes, así que estén tranquilos’”.

En esa dictadura militar, en la que cada día desaparecían personas –llegó a haber más de 30.000 durante los siete años que duró el régimen–, se disputó el Mundial de fútbol de 1978. Luque desveló en Clarín lo que pasó el día que iban a disputar el primer partido ante Hungría: “En el micro (autobús) en el que nos movíamos siempre venían con nosotros tres oficiales del ejército. Iban vestidos como jugadores y se sentaban uno delante, otro en el medio y otro detrás. El micro tenía una radio por la que recibían instrucciones. El día del debut se escuchó un ruido en la radio y enseguida una voz que dijo: ‘Muchachos. A los jugadores les hablo. No jueguen, no se dejen usar por estas basuras; están matando a gente’. Enseguida saltó uno de los militares y dijo que apagaran eso. Se hizo un silencio temeroso. En aquellos momentos se decían algunas cosas, pero no terminabas de saber que era verdad y que no. ¿A quién le crees?”.

Luque contó en la revista Líbero lo que le molestaba escuchar que habían sido el equipo de los militares. “Con ellos no tuvimos nada que ver. Yo dije tiempo después que me habría gustado salir campeón en democracia. Me llamaron pidiéndome explicaciones. Contesté que a todos nos gusta vivir en democracia, ser libres”. Hace dos años, en el programa radiofónico Ataque Futbolero, comentó que “yo jugaba con Kempes, Bertoni, el Negro Ortíz y Ardiles. Ellos eran los que me daban pases para hacer un gol. A mí nunca me dio un pase Videla, ni Agosti, ni Massera (los tres generales que integraron la primera junta militar). Me amarga mucho no enterarme en ese momento las cosas que los tarados estos querían”. En Clarín incidió en el desconocimiento que tenían sobre lo que pasaba en el país: “Nosotros no nos enteramos de nada entonces. Con el tiempo supimos que tiraban los cuerpos al agua, que secuestraban niños, que mataban, que torturaban. Pero tenían todo controlado. No es que no lo sabíamos nosotros. No se decía nada, no lo sabía nadie”.

El Mundial acabó con el triunfo de Argentina, pero de todo su desarrollo a Luque se le quedó grabada una fecha, más incluso que la de la final, por culpa de un trágico suceso.  El 6 de junio, Argentina ganó a Francia por 2-1, obteniendo el pase a la siguiente fase gracias a uno de sus goles más recordados, con un gran disparo desde fuera del área. En aquel encuentro, sufrió una caída y se le salió el codo. Abandonó el césped entre grandes gestos de dolor y en el túnel de vestuarios, el médico le puso anestesia, le hizo un vendaje y le colocó el brazo en cabestrillo. Como Menotti ya había hecho todos los cambios, decidió volver al campo para no dejar al equipo con uno menos y “porque me acordé de mi familia. Entré para que no se asustaran y para que vieran que caminaba”. Sin embargo, sus familiares sufrían en esos momentos una gran desgracia...

A Leopoldo Jacinto Luque, todo le costó mucho en su vida. Pero siempre siguió el consejo que le dio su padre: “Acuérdate que el ser humano no tiene límite”

Uno de sus cinco hermanos, Oscar, había salido esa misma mañana desde Santa Fe a Buenos Aires para verlo en directo. Lo hizo en la camioneta de un vecino porque no encontró billetes en el transporte público. Durante el trayecto tuvieron un accidente y el hermano falleció. Al futbolista no le quisieron decir nada para no desconcentrarle, pero al día siguiente fueron a verle a la concentración sus padres y un tío y le dieron la triste noticia. El dolor que le produjo su desaparición se vio, si cabe, agravado por el hecho de que “cuando fuimos a la morgue a reconocer el cuerpo de Oscar, no hubo nadie del gobierno que nos diera una mano. Es más: tuve que pedirle dinero a Passarella (el capitán de la Selección) del pozo común que teníamos en el grupo para pagar la ambulancia y trasladar el cadáver a Santa Fe. Ni una autoridad me dijo: ‘Lo acompaño en el sentimiento’”. Luque se perdió dos partidos, pero sus padres le convencieron para que se reincorporara al Mundial. Todo el apoyo que no encontró por parte del Gobierno, se lo dieron Menotti y sus compañeros a su vuelta a la concentración. “Yo lo conozco bien a usted, es un tipo duro, siempre la tuvo que pelear”, le dijo el seleccionador cuando regresó. El campeonato lo acabó con el brazo luxado, con un ojo morado tras recibir un codazo de un jugador brasileño, y con la camiseta ensangrentada en la final después de recibir un golpe en la nariz. Un torneo que jugó con el 14 en la camiseta, el mismo que llevaba su ídolo, Johan Cruyff, y que le tocó tras asignarse los dorsales siguiendo el orden de los apellidos de los jugadores.

Luque tuvo que vivir otro episodio desagradable con los militares, que contó por primera vez en Clarín en 2010. Pocos meses después de salir campeón del Mundial con la Selección, volvía a casa de un partido del Monumental cuando un coche se le cruzó en la carretera. Una persona se le acercó y le apuntó con una pistola mientras le enseñaba una placa de policía y le pedía la documentación. Mientras, otro abrió la puerta del copiloto y se metió en el vehículo, diciéndole: “Quédate quieto porque te arranco la cabeza de un tiro”. Le obligaron a tumbarse en los asientos de atrás mientras le encañonaban y le llevaron a un descampado. Allí le hicieron bajar y le dijeron que se pusiera a caminar. “En ese momento apreté los dientes. Sentía que iba a venir el disparo, que iba a ser boleta. Caminé, caminé, había yuyos (maleza)… Hasta que siento que se va un auto; me doy vuelta y era el mío. Y me quede ahí. Respiré”. Además del coche, le robaron dinero, una cadena y un anillo. Denunció los hechos y dos meses después la policía le dijo que habían recuperado el auto y que tenía que ir a una rueda de reconocimiento. Entre los que estaban en ella, vio a uno de los que le habían asaltado. Era un militar. “No dije nada. No sé, me dio miedo, pensé que sería peor”.

Tras dejar su querido River en 1980, Luque volvió a Unión y después pasó por varios equipos hasta que se retiró en 1984

Junio de 2008. Otra vez, el estadio Monumental. 30 años después del título mundial, las madres de Plaza de Mayo recuerdan en un acto a sus familiares desaparecidos. En él están presentes tres jugadores de la selección campeona del 78, que se fotografían sujetando una pancarta con las caras de algunos desaparecidos: son Ricardo Villa, Rene Houseman y Leopoldo Luque. Este último afirmó en Líbero: “Lo hicimos por las viejitas. Por su lucha, por lo que sufrieron, porque se lo merecen. ¿Vos sabes lo que es perder a alguien y no saber dónde está? Yo perdí a un hermano durante el Mundial, pero sabía que se había muerto, pude enterrarlo. Ellas no sabían dónde estaban sus hijos”. Ante los comentarios de que pudieron ser utilizados por los militares para blanquear el régimen, Luque también señaló que “no vengo a pedirle perdón a nadie, sino a compartir este momento con la gente. Nosotros éramos simplemente jugadores de fútbol que nos convocaron a participar del Mundial. Nuestro sueño era salir campeones y se nos dio”. Cinco meses después de aquel acto fue invitado a presentar el libro Fútbol en una guerra sucia junto a Nora Cortiñas, cofundadora del movimiento Madres de Plaza de Mayo.

Tras dejar su querido River en 1980, Luque volvió a Unión y después pasó por varios equipos hasta que se retiró en 1984, emprendiendo una carrera como técnico que no alcanzó mucho lustre. En 2007, mientras entrenaba al Atlético Argentino sufrió un infarto del que se recuperó, pero con tres by pass en su cuerpo. No tuvo suerte con los negocios, ni con sus matrimonios. Se divorció dos veces, teniendo dos hijos de su primera esposa y tres de la segunda, aunque encontró finalmente la estabilidad con su última pareja, Claudia. Ya saben que, a Leopoldo Jacinto Luque, todo le costó mucho en su vida. Pero siempre siguió el consejo que le dio su padre: “Acuérdate que el ser humano no tiene límite. Nunca hay que darse por vencido”.

Leopoldo Jacinto Luque fue uno de los artífices del triunfo argentino en el Mundial celebrado en su país en 1978. Autor de cuatro goles en el torneo, siempre se recordará su celebración de aquellos tantos, extendiendo sus largos brazos al cielo, como el gesto del fallecido presidente Juan Domingo Perón en el que...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Ricardo Uribarri

Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí