Desigualdad
Un tercio de las trabajadoras del hogar son pobres
Un estudio de Oxfam Intermón denuncia la terrible precariedad que sufren estas mujeres, que ha empeorado después de la llegada de la pandemia. El 36% del trabajo de este colectivo se mueve en la economía sumergida
ctxt 1/04/2021
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El trabajo como barrera de protección contra la pobreza, una de las exigencias mínimas de cualquier Estado de bienestar, es una quimera para una parte muy importante de las empleadas del hogar que hay en España. Así lo denuncia un informe que acaba de publicar Oxfam Intermón, donde se advierte que casi un tercio de las 550.000 mujeres que realizan estos trabajos en nuestro país vive bajo el umbral de la pobreza.
Según la organización, la falta de reconocimiento legal, el nivel de informalidad en el sector y la infrafinanciación del sistema de dependencia son algunos de los motivos que han llevando a que, en un país donde un 12% de la población ocupada ya sufre pobreza laboral, los derechos laborales de las mujeres empleadas en el hogar se encuentren todavía más deteriorados y sumergidos en la precariedad que los del resto de las personas asalariadas.
Más de 100.000 mujeres sobreviven con menos de 16 euros al día realizando trabajos esenciales para el funcionamiento de la sociedad
“Las trabajadoras del hogar carecen de prevención de riesgos laborales, prestación por desempleo o protección por despido. A la falta de reconocimiento formal de determinados derechos hay que añadirle que son mucho más vulnerables a no ver cumplidos aquellos derechos que, en teoría, sí tienen”, dice el documento, que también destaca la excepcionalidad que representa España en el contexto europeo cuando se habla de este tipo de ocupaciones: mientras que en la UE el empleo doméstico concentra un 0,9% de la población activa, en nuestro país esta cifra sube al 3,25%.
En total, nada menos que el 28% de las empleadas del hogar que hay en Europa se encuentran en España, lo que da buena muestra de un sistema sobredimensionado en el que casi la mitad de las trabajadoras son de origen extranjero y una de cada seis sufre pobreza severa. Es decir, más de 100.000 mujeres sobreviven con menos de 16 euros al día realizando trabajos esenciales para el funcionamiento de la sociedad.
Pero la externalización masiva y precarizada del empleo doméstico que se ha asumido como norma en España es aún más evidente si se atiende a la enorme burbuja de informalidad que se ha ido construyendo dentro del sector. Según los datos recopilados por Oxfam, una de cada cuatro trabajadoras del hogar realiza sus tareas en el marco de la economía sumergida, y dentro de este grupo la mitad se encuentran en situación administrativa irregular.
Algo similar ocurre si se atiende a las cifras de inversión y tributación: cerca de tres millones de hogares invierten cada año 7.250 millones en servicios del hogar, pero el 36% de este trabajo –unos 2.600 millones de euros en salarios– no está reconocido ni está siendo cotizado. Esto no solo provoca situaciones de explotación y abuso extremo para las trabajadoras, sino que también genera una pérdida de 820 millones en ingresos para la Seguridad Social.
Cerca de tres millones de hogares invierten cada año 7.250 millones en servicios del hogar, pero el 36% de este trabajo no está reconocido ni está siendo cotizado
A esto se unen, según Oxfam, los problemas que sigue acumulando un sistema de dependencia infrafinanciado y donde las prestaciones económicas carecen de mecanismos de control sobre las condiciones laborales de las empleadas domésticas. “Se calcula que un total de 85.000 trabajadoras del hogar cuidan de dependientes porque el sistema público no llega”, explica el informe, que también advierte que cerca de 650 millones de euros “podrían estar saliendo directamente desde las arcas públicas” para pagar un trabajo que en gran parte se desarrolla en la economía sumergida.
En último término, la oenegé también ha reservado un espacio del informe para denunciar el duro impacto que está teniendo la crisis del coronavirus sobre un grupo de trabajadoras ya precarizado y abandonado antes de la llegada de la covid-19. Solo durante la primera ola de la pandemia “se destruyeron tres empleos de trabajadoras del hogar por cada uno del conjunto del mercado”, dice el informe.
Pero los efectos del virus no solo están siendo económicos. Según las cifras de seroprevalencia del Ministerio de Sanidad, un 13,9% de las mujeres que trabajaban en limpieza y un 16,3% de las cuidadoras a domicilio se ha contagiado de la enfermedad en los últimos meses, mientras que entre la población general esta cifra no llega al 10%.